Las bases de ERC aprueban el pacto de investidura con el PSOE con un 89% de votos a favor
Junts exhibe sus divergencias con los republicanos y critica su pacto con los socialistas
La resaca del anuncio del pacto entre ERC y PSOE para la investidura y de la decisión de Junts de alargar su decisión final ha mostrado, una vez más, la inmensa distancia que separa a los dos grandes rivales del independentismo político en Cataluña. Mientras que la militancia de los republicanos ha validado el acuerdo, con un 89% de votos a favor, en Junts ha reinado cierta confusión tras el giro de guion que enfría la inm...
La resaca del anuncio del pacto entre ERC y PSOE para la investidura y de la decisión de Junts de alargar su decisión final ha mostrado, una vez más, la inmensa distancia que separa a los dos grandes rivales del independentismo político en Cataluña. Mientras que la militancia de los republicanos ha validado el acuerdo, con un 89% de votos a favor, en Junts ha reinado cierta confusión tras el giro de guion que enfría la inminencia del sí a Pedro Sánchez. El resultado de la consulta de ERC implica un espaldarazo a la estrategia del líder Oriol Junqueras y que el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha criticado en un mensaje interno a la cúpula de su partido, augurando también que se tardará “días” en saber qué pasará con la investidura.
Los republicanos se han prodigado durante todo el día en diferentes sitios para explicar el contenido del acuerdo que el jueves firmaron en Barcelona el propio Junqueras y el ministro en funciones de la Presidencia, Félix Bolaños. Y pese a que una lectura más cercana de la letra pequeña deja entrever la complejidad que encierran las medidas y en otros casos da por buenas otras criticadas abiertamente en el pasado, la sensación general era que se había cumplido con el objetivo de mostrarse como una formación política seria y que cumple su palabra.
La propia consejera catalana de la Presidencia, Laura Vilagrà, ha aceptado el reto que se viene para el Ejecutivo que lidera Pere Aragonès con la creación de la nueva empresa que asumirá, al menos de entrada, tres líneas de tren y en la que el Govern y Ejecutivo central tendrán el 50% cada una. “Tenemos que coger músculo como Generalitat y en relación a la gestión de un equipamiento tan importante”, ha dicho en el ‘Fórum Europa. Tribuna Catalunya’. El Govern tendrá el voto de calidad pero las grandes decisiones estratégicas tendrán que ser tomadas por consenso.
Ese acuerdo, como el de la quita de casi el 20% de la deuda de Cataluña con el Fondo de Liquidez Autonómica (15.000 millones de euros), son las reivindicaciones centrales de un pacto al que la militancia republicana también ha respaldado. En una consulta interna que solo ha durado ocho horas y donde ha participado asciende al 43,6% de los 8461 afiliados, el sí ha obtenido un 89% de los votos. Se trata de todo un espaldarazo a la estrategia del partido que, ante la irrupción de Junts como socio necesario para investidura, optó por poner el foco en arrancar al PSOE mejoras sectoriales dando por hecho que la amnistía estaba ya hecha. Las cifras de apoyo son similares a las que obtuvo, el pasado mes de noviembre, el tándem de Oriol Junqueras y Marta Rovira en la votación para la cúpula del partido. Entonces, participó el 50% de los afiliados, y la candidatura obtuvo un 87% de síes.
El foco de la jornada, sin embargo, seguía en Bruselas. Y un ojo de Esquerra ha estado allí también, pendiente de los movimientos de Junts. Había cierta posibilidad de que se cerrara finalmente un acuerdo con el PSOE después de que, el jueves en la tarde, los de Carles Puigdemont hicieran saltar por los aires el plan de finiquitar el pacto. Se alegaron entonces discrepancias sobre el abasto de la amnistía, que siguen atascadas. Tras una reunión fallida a primera hora y con el número tres del PSOE, Santos Cerdán desde el miércoles en la capital europea, fue el secretario general de Junts, Jordi Turull, quien transmitió a las primeras espadas del partido que la espera iría para largo. “Vienen horas y días de mucha presión”, ha advertido.
“Tengamos calma, no nos dejemos arrastras y tengamos confianza con lo que se está gestionando con el president Puigdemont al mando”, ha pedido Turull. En el centro del desencuentro sigue estando en abasto de la medida con la que se busca borrar las responsabilidades legales derivadas del procés. “No haremos una amnistía VIP, no dejaremos ningún soldado tirado”, dejando entrever así que su ambición choca con la dificultad jurídica para que afectados por algunas causas como Voloh y donde el nexo con la defensa del 1-O es más débil sean beneficiados.
ERC se ha querido sacudir las críticas y ha defendido su acuerdo sobre la amnistía. Eso sí, ha descartado que se pueda registrar el texto en el Congreso sin la firma de Junts. Turull, por su parte, ha cargado contra los acuerdos alcanzados por ERC y ha sido especialmente agrio con el modelo de gestión propuesto para Rodalies. “¿Qué calidad tiene tu voto [de calidad] su otro puede vetar los temas más gordos? Es come para hacer una tesis doctoral sobre innovación en órganos colegiados”, ha criticado en su mensaje a los otros miembros de la Ejecutiva.
Fuentes de Junts creen que durante el fin de semana no habrá muchos movimientos pero nadie se arriesga a dar por muertas las negociaciones. Desde las filas del partido ironizan con que ya tienen mucha experiencia en encuentros telemáticos (en referencia a que Puigdemont no puede pisar terreno español pues sería detenido) y por tanto una nueva reunión se podría realizar rápidamente cuando haya acuerdo, aunque ahora la investidura ya no sea cuando el PSOE lo preveía
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