La Generalitat levanta la restricción de llamadas a Rosa Peral por dar entrevistas desde prisión
La condenada por el crimen de la Guardia Urbana ha permanecido dos semanas con una sanción que limitaba el contacto a su familia directa
El Departamento de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat ha levantado la restricción de llamadas a la expolicía Rosal Peral, condenada junto a Albert López por el asesinato del también agente de la Guardia Urbana Pedro R. La Generalitat la sancionó por conceder entrevistas por ...
El Departamento de Justicia, Derechos y Memoria de la Generalitat ha levantado la restricción de llamadas a la expolicía Rosal Peral, condenada junto a Albert López por el asesinato del también agente de la Guardia Urbana Pedro R. La Generalitat la sancionó por conceder entrevistas por teléfono desde prisión a Catalunya Ràdio y para el documental Las cintas de Rosa Peral. Durante tres semanas, Peral ha tenido limitados los números de teléfono a los que podía llamar a exclusivamente su familia directa.
El Departamento de Justicia ha remarcado que la sanción fue una medida temporal y se ha retirado una vez “se ha considerado que la situación ha vuelto a la normalidad” al bajar la atención mediática sobre el caso, como ha adelantado Catalunya Ràdio este jueves. La restricción terminó el miércoles. Además, la junta de tratamiento también le limitó las visitas, con la misma filosofía: solo podían acudir a prisión su familia cercana. Si al margen de estos parientes ha necesitado hacer una llamada urgente y justificada ha necesitado la autorización del director de la cárcel donde cumple condena, Mas d’Enric (Tarragona).
Habitualmente, los presos pueden hacer un máximo de 20 llamadas por semana a un máximo de 10 números de teléfono, una lista de contactos que deben comunicar a la prisión y que debe estar compuesta de familiares y allegados, incluyendo amistades. Tras aplicarse la sanción, la consellera Gemma Ubasart afirmó, al preguntársele por el caso en una rueda de prensa, que los presos “tienen derecho a comunicarse con medios de comunicación y tienen derecho a dar entrevistas”, pero que deben hacerse en el locutorio de la prisión y por escrito, sin ninguna grabación audiovisual.
Rosa Peral regresó a la primera línea mediática después de que el 8 de septiembre Netflix estrenase una serie de ficción, El cuerpo en llamas, sobre el crimen de la Guardia Urbana. A la vez, también se emitió el documental Las cintas de Rosa Peral, donde la interna daba de nuevo su versión de lo ocurrido a través de videollamadas. Peral pidió la paralización judicial de la serie de Netflix, sin éxito, y denunció también que había sido víctima de una sociedad machista. La televisión pública catalana la entrevistó en ese contexto, y Peral lamentó haber sido condenada injustamente.
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