Muere Jango Edwards, el maestro de payasos
El artista estadounidense llevaba desde 2005 afincado en Barcelona
Entre la provocación y la ternura, Stanley Ted Edwards, conocido artísticamente como Jango Edwards, fallecido hoy a los 73 años, renovó el lenguaje del payaso contemporáneo, participó en el nacimiento del clown power, impulsó el llamado nouveau clown y, sobre todo, logró contagiar la risa a varias generaciones. Considerado uno de los máximos referentes dentro de su disciplina artística, Edwards creó escuela y es considerado un maestro por grandes cómicos como Leo Bassi, Johnny Melville, ...
Entre la provocación y la ternura, Stanley Ted Edwards, conocido artísticamente como Jango Edwards, fallecido hoy a los 73 años, renovó el lenguaje del payaso contemporáneo, participó en el nacimiento del clown power, impulsó el llamado nouveau clown y, sobre todo, logró contagiar la risa a varias generaciones. Considerado uno de los máximos referentes dentro de su disciplina artística, Edwards creó escuela y es considerado un maestro por grandes cómicos como Leo Bassi, Johnny Melville, Andreu Buenafuente y Guillem Albà.
Nacido en Detroit (Estados Unidos) el 15 de abril de 1950, Edwards empezó trabajando en una próspera empresa de paisajismo, en la que se ganaba bien la vida, pero enseguida se dio cuenta de que aquello no era lo suyo. Eran los años sesenta y empezó a buscar su camino en terrenos variados, como las teorías que defendían el amor libre, la filosofía, la política y la religión, pero finalmente fue el libro El cuarto camino, de Georges Gurdjieff, el que le abrió la mente y le permitió dirigirse hacia el mundo del ‘clown’, según contó él mismo en varias entrevistas.
A principios de los 70 aterrizó en Europa e inició su carrera en Inglaterra, en la London Mime Company, antes de crear su propia compañía, la Dog Breath Theatre Group, que más tarde pasó a llamarse Friends Roadshow. Con ésta, cofundada junto a la payasa Nola Rae, participó en la organización del Festival of Fools en Amsterdam, un evento histórico que marco un antes y un después en el clown y en el que participaron grandes payasos, como Johnny Melville o Tortell Poltrona.
Instalado en Holanda, llegó con su compañía en 1977 al Salón Diana de Barcelona, una ciudad que visitó muchas veces durante el siglo XX y que acabó siendo su hogar en el siglo XXI. En los años 80 y 90 creó espectáculos rompedores que le consagraron, como “Garbage” y “Holey Moley”, este último grabado y emitido por la televisión nacional de Francia, país en el que también residió durante largas temporadas.
Trabajó también mucho en Australia, Estados Unidos y Colombia, y en 1992 actuó en los Juegos Olímpicos de Barcelona, junto a Johnny Melville, Leo Bassi y Ángel Pavlovsky. Siguió creando espectáculos como “Klones” (1994), “Mum” (1996) o”Tony Balony” (1999), y a principios de la primera década del nuevo siglo se instaló en Barcelona, donde en 2004 dirigió un espectáculo de gran formato en el Fórum Universal de las Culturas.
Antes de empezar a bajar el ritmo, dirigió a Slava Polunin, NinaHagen, Les Nuls, Vanessa Redgrave y Grace Jones, y tuvo entre su público a Catherine Deneuve, Pierre Richard, Bono de U2, los Rolling Stones, Francis Ford Coppola y Federico Fellini. Hizo giras por Europa, América y Oceanía, presentando sus espectáculos dentro de iniciativas colectivas, como el circo Roncalli, con el que actuó en 2000, o en solitario, como “WFUN-RADIO 121″, en 2001.
Después se instaló como artista residente del teatro Almazen, en el barcelonés barrio del Raval, e hizo frecuentes visitas al Teatro Alfil de Madrid. En su última etapa en Barcelona creó, junto a Johnny Melville, el Nouveau Clown Institute (NCI), en el que impartieron ‘master class’ LeoBassi, Pepa Plana, Nola Rae y Moshe Cohen, entre muchos otros. Esta escuela de payasos fue la impulsora del festival Jango Edwards: the man, the myth, the legend en el teatro La Gleva en 2020, en el que el artista norteamericano estuvo acompañado sobre el escenario por Tortell Poltrona, Mario Gas o Andreu Buenafuente, entre otros.
En septiembre de 2022 anunció públicamente que sufría un cáncer incurable y concedió muchas entrevistas en las que no dudó de reírse de su propia muerte. En la que mantuvo con EFE intentó comerse el micro, fumó por las fosas nasales, hizo bromas sobre sus partes íntimas y sobre las de los presentes y demostró ser un payaso gamberro a tiempo completo. “Tengo 72 años y me estoy muriendo, pero por dentro soy un niño de seis años, excepto por mi pene”, siguió bromeando, antes de resaltar, ya más en serio, “he sido libre y no he desperdiciado ni un día de mi vida”, y de animar a todos a recuperar el payaso que llevamos dentro y ser libres.
Edwards, que ha fallecido esta pasada noche en su casa de la Barceloneta mientras dormía, estuvo trabajando hasta el último momento y hace un par de semanas terminó su libro The Clown Bible, con la ayuda de muchos amigos, en el que repasa su trayectoria y el movimiento del nouveau clown.
Jango Edwards estaba unido sentimentalmente a la actriz y ‘clown’catalana Cristi Garbo, a la que conoció en 1997.
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