EL PSC cierra un acuerdo con Jordi Ballart de Tot per Terrassa y se asegura revalidar la presidencia de la Diputación de Barcelona
Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, comandará la institución
Nuevas caras pero misma camiseta: El PSC retiene la Diputación de Barcelona. Lluïsa Moret va a relevar a Núria Marín al frente de una institución que acumula capacidad de influencia en los municipios y que gestiona un considerable presupuesto de 1200 millones de euros. Los socialistas han cerrado este miércoles un pacto con Tot per Terrassa y se aseguran conservar el mando de la Diputación,...
Nuevas caras pero misma camiseta: El PSC retiene la Diputación de Barcelona. Lluïsa Moret va a relevar a Núria Marín al frente de una institución que acumula capacidad de influencia en los municipios y que gestiona un considerable presupuesto de 1200 millones de euros. Los socialistas han cerrado este miércoles un pacto con Tot per Terrassa y se aseguran conservar el mando de la Diputación, tras haber sellado un acuerdo previo con los comunes. El voto del único representante de la formación independiente que lidera Jordi Ballart era fundamental, toda vez que tenía la clave para desequilibrar la balanza en favor del PSC-comunes o dejarle la presidencia en bandeja a una alianza independentista entre Junts y Esquerra.
El acuerdo para decidir quién manda en la Diputación de Barcelona se ha cerrado la víspera del pleno de investidura. Tot per Terrassa tenía la llave para decidir quien manda. Ballart, alcalde de Terrassa, fue militante del PSC hasta que en los días posteriores al referéndum independentista de 2017 se dio de baja alegando diferencias irreconciliables. “Por coherencia, dignidad y por no querer seguir formando parte de un partido que ya hace tiempo que me ha dejado de representar”, dijo entonces.
La composición del pleno de la Diputación, en base a los resultados de las elecciones municipales, había dejado un rompecabezas aritmético y muchas combinaciones abiertas. El PSC se afanó en mover pieza para tratar de atar una institución que, históricamente, ha tenido bajo control. El anuncio de que Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat y persona de confianza de Salvador Illa, iba a ser la apuesta socialista para la Diputación suponía desplazar a Núria Marín, presidenta el último mandato y alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat desde hace quince años.
El PSC y los comunes suman 22 escaños -17 PSC y cinco los comunes- sobre los 26 que otorga la mayoría absoluta de una institución con 51 diputados. La alianza de Junts con ERC arroja 23 escaños. El presidente necesita mayoría absoluta para salir en primera ronda, pero solo es menester mayoría simple en segunda votación. Si hay empate, se impone la fuerza que tiene más representantes, esto es el PSC.
Tot per Terrassa había negociado a dos bandas. Junts incluso llegó a dejar abierta la posibilidad que la presidencia de la Diputación fuera para el partido vallesano, pese a tener un solo representante en el pleno. Sin embargo, la poca fluidez de las negociaciones que han mantenido Junts y ERC han llevado a Tot per Terrassa hacia el bando PSC-comunes.
Se da la circunstancia que dos de los diputados del grupo de Junts, Marc Castells y Sergi Vallès, son miembros del PDeCAT que, a su vez, también han tenido contactos con los socialistas para reforzar el gobierno de Lluïsa Moret. No hay nada cerrado en este sentido, pero fuentes de la negociación mantienen que la posibilidad sigue abierta.
El PP tiene cuatro diputados y había insinuado su interés de repetir una maniobra similar a la que hizo en el Ayuntamiento de Barcelona, donde dio apoyo al socialista Jaume Collboni para desbaratar un acuerdo de Junts y ERC que hacía alcalde a Xavier Trias.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal