El PSC, el partido de los mil y un pactos

Los socialistas, favoritos en las encuestas de este 23-J, han sellado todo tipo de alianzas en los gobiernos municipales y en las Diputaciones

Salvador Illa y Jaume Collboni junto a alcaldes socialistas durante la foto de familia antes del Encuentro Municipalista en el Palau de Congresos.Toni Albir (EFE)

Favorito en las encuestas de este 23-J, el PSC se apresta a cerrar el ciclo electoral que arrancó en 2021 ganando las elecciones autonómicas y después las municipales el 28 de mayo. Bajo el lema genérico En marxa, su plan es vencer por tercera vez y desplazar a Esquerra como primera fuerza. Los socialistas, ...

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Favorito en las encuestas de este 23-J, el PSC se apresta a cerrar el ciclo electoral que arrancó en 2021 ganando las elecciones autonómicas y después las municipales el 28 de mayo. Bajo el lema genérico En marxa, su plan es vencer por tercera vez y desplazar a Esquerra como primera fuerza. Los socialistas, que piden en esta campaña el voto útil para que Pedro Sánchez se imponga a Alberto Núñez Feijóo, se han anclado en la centralidad y su versatilidad va más allá del caso de Barcelona, donde Jaume Collboni logró la alcaldía con los votos de comunes y PP. El PSC ha sellado alianzas en los gobiernos municipales tan variopintas que incluyen al PP y la CUP, pasando por la sociovergencia o ERC. La línea roja es Vox.

Los acuerdos que han impulsado responden, dicen fuentes socialistas, a tres ejes: confianza y autonomía en los responsables municipales porque, apuntan, las siglas no siempre significan lo mismo en todos los municipios; lograr gobiernos estables que vayan incluso más allá de un mandato; y que sean de orientación progresista. Eso no quita que hayan cerrado pactos con Ciudadanos (en Santa Coloma de Gramenet, sin necesitarlos porque logró la mayoria absoluta) o con el PP (El Vendrell). Miembros del partido aseguran que es una filosofía consolidada y no novedosa, y otros ponen en valor que en un plazo corto de tiempo el PSC ha dejado de estar en la esquina del tablero, cuando fue repudiado por el independentismo por defender el artículo 155.

La orientación de los pactos se expuso en la primera ejecutiva del PSC tras el 28-M. Estos son varios tipos de alianzas, selladas a derecha e izquierda por el PSC. “La clave es hacer pactos pensando en cada municipio y que no sean rígidos”, dicen las mismas fuentes.

Pactos con mayoría absoluta. Antoni Balmón logró en Cornellà la mayoría absoluta (13 ediles sobre 25) y ha vuelto a invitar a los comunes (tres) a formar gobierno. Queda la duda de si con esas operaciones procuran neutralizar a posibles rivales pero Balmón lo niega. “Lo he hecho siempre. Así hay otras miradas y nos obliga a estar en tensión”, dice aclarando que en 2019 lo intentó y sin éxito con ERC. En septiembre, convocará a las entidades como cada inicio de mandato para sellar un pacto de ciudad. En Santa Coloma, Núria Parlon utilizó la misma fórmula: sumó 13 ediles sobre 27 y ha incluido en su gobierno a dos de Ciudadanos. “Tenemos mayoría absoluta pero la ciudadanía votó pluralidad”, dijo. Otras fuentes municipales apuntan que con esa incorporación se reconoce el trabajo de Ciudadanos en los barrios.

Las alianzas con los comunes. Tras el pacto de gobierno en la Diputación de Barcelona y a la espera de lo que suceda en el Ayuntamiento, PSC y comunes han pactado el gobierno en Viladecans y en Molins de Rei. El patrón es parecido: Carles Ruiz y Xavi Paz se quedaron ambos a uno y dos ediles, respectivamente, de la mayoría absoluta. Como en el resto de Cataluña, los comunes y Podem concurrieron juntos respecto a 2019. En Vilacdecans han perdido un edil y en Molins mantienen los dos pero con menos votos.

Acuerdo sociovergente. Esquerra ganó en Roses y de forma sorprendente, y mientras Pere Aragonès hablaba de un frente común soberanista para frenar a la ultraderecha, el PSC (cuatro ediles), Junts (tres) y Gent del Poble (dos) pactaban una alianza a tres. Por primera vez en 10 años, el PSC recupera la alcaldía de Roses. Una operación parecida se repitió en La Bisbal de l’Empordà, donde la sociovergencia desplazó a ERC y Oscar Aparicio (PSC) es el alcalde.

Un tripartito externo. Meritxell Roigé, de Junts, acarició revalidar la alcaldía de Tortosa con mayoría absoluta al lograr 10 de 21 concejales. La coalición Movem —integrada por comunes y PSC— con siete y ERC, tres, han pactado repartirse la alcaldía.La CUP les brinda apoyo externo comprometiéndose a aprobar los presupuestos. El candidato republicano renunció y ha dejado el acta. El alcalde Jordi Jordan, de los comunes, ha dejado su escaño en el Parlament.

La entente con la CUP. Poble Actiu de Sarrià de Ter, un partido del espacio de la CUP, se quedó a un concejal de la mayoría absoluta. Los anticapitalistas alcanzaron la alcaldía gracias a un pacto con el PSC y ahora debatirán en asamblea si los incluyen en el gobierno. ERC había gobernado 16 años el municipio. Roger Torrent, conseller y expresident del Parlament, fue su alcalde. En el último mandato, PSC y la CUP, bajo la alcaldía de ERC, gobernaron juntos en Sant Cugat, otra vez en manos de Junts.

Acuerdo con ERC y el PDeCAT. Tras dos mandatos de gobernar con Junts en Manresa, ERC hizo un cambio de guion y firmó un acuerdo con el PSC, que vuelve al gobierno de ese municipio por primera vez en 10 años. Las dos formaciones, juntas, se quedaron a dos ediles de la mayoría absoluta que completarán con Impulsem, una plataforma municipalista adscrita al PDeCAT.

El pacto con el PP. Mientras el PP sorprendió en Barcelona apoyando a Collboni como alcalde, dos concejales de El Vendrell hacían lo propio con el socialista Kenneth Martínez, que se hacía con la vara con mayoría absoluta. Cinco días después, los dos partidos cerraban un pacto de gobierno para dar estabilidad. El PSC no sumaba con los comunes.

La incógnita sobrevuela la Diputación de Barcelona

Los socialistas alcanzaron con los comunes la semana pasada un acuerdo para gobernar la Diputación de Barcelona. El pacto, muy genérico, apunta nueve compromisos sobre las mejoras de los servicios públicos, contra el cambio climático o a favor de potenciar los servicios públicos. El acuerdo prevé que la presidencia la ejerza Maria Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi y secretaria de organización del PSC, que ha arrasado en su municipio con 16 ediles sobre 25 y, respetando la tradición desde 1999, con alianzas con el espacio de la antigua Iniciativa y ahora comunes.

El Pleno de constitución está previsto para el jueves pero PSC y En Comú Podem no alcanzan la mayoría absoluta. Tras trascender el acuerdo, el PDeCAT debatió que dos de sus diputados, Marc Castells y Sergi Vallès, alcaldes de Igualada y de Torrelles de Foix, Vallès, independientes en Junts, lo apoyaran. Pero la decisión sigue en el aire. El candidato del PP, Nacho Martín Blanco, apuntó que era partidario de aplicar el mismo principio que en el Ayuntamiento. El PP está también negociando pero este fin de semana Alejandro Fernández, al no avanzar las conversaciones, avisó de que sus diputados estaban dispuestos a votarse a sí mismos.

El PSC ha pactado con ERC las Diputaciones de Tarragona y Lleida —la de Girona la gobierna Junts— y esperaba reeditar en la de Barcelona el pacto de gobierno con Junts. Pese a su distancia en el soberanismo, las dos fuerzas, que comparten la visión sobre las grandes infraestructuras como la ampliación del aeropuerto, la B-40 o el impulso al Hard Rock, apuntaban que el gobierno había funcionado. Pero Junts se negó a revalidar el pacto tras la inesperada operación que apartó a Xavier Trias de la Alcaldía.


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