La lluvia obliga a suspender la inauguración del festival Grec tras poco más de media hora de representación
El público ha comenzado a desfilar al arreciar la tormenta y los acróbatas de ‘The pulse’ han detenido la función por el peligro que entrañaba el suelo mojado
La lluvia acompañada de aparato eléctrico que esta noche se ha desatado sobre la ciudad de Barcelona ha obligado a suspender la inauguración del festival Grec hacia las 23 horas, cuando se llevaba poco más de media hora de representación del espectáculo The pulse. El hecho de que se tratara de un montaje en el que la acrobacia juega un papel fundamental ha contribuido a que se tomara la decisión de no seguir con la función, por el pel...
La lluvia acompañada de aparato eléctrico que esta noche se ha desatado sobre la ciudad de Barcelona ha obligado a suspender la inauguración del festival Grec hacia las 23 horas, cuando se llevaba poco más de media hora de representación del espectáculo The pulse. El hecho de que se tratara de un montaje en el que la acrobacia juega un papel fundamental ha contribuido a que se tomara la decisión de no seguir con la función, por el peligro del suelo mojado. En la obra, 24 acróbatas australianos de la compañía Gravity & Other Myths ejecutan arriesgadas torres humanas y saltos acompañados por las 36 voces del Cor de Noies de l’Orfeó Català. La parte que se ha podido ver del espectáculo ha sido seguida por el público con ooooohs admirativos y aplausos espontáneos. La obra vuelve a representarse el viernes.
La noche ha comenzado muy bien con el ambiente de las grandes veladas del anfiteatro y el morbo de ver desfilar a los políticos que protagonizaron el agitado cambio en el Ayuntamiento de Barcelona tras las recientes elecciones municipales. El flamante nuevo alcalde, Jaume Collboni, al que se veía saludar muy alegremente a la gente, ha tenido la mala suerte de encontrarse con una suspensión en la inauguración del Grec, algo muy poco frecuente. Los protagonistas de la sesión de investidura de infarto del 17 de junio, Collboni, Ada Colau, Xavier Trias, Ernest Maragall y Daniel Sirera tomaban asiento en la misma fila del anfiteatro, Trias acompañado por una nieta, a la que posiblemente quería compensar por el mal rato del chasco de su abuelo en el Saló de Cent. Los políticos no han intimado demasiado —aunque Collboni y Trias se han saludado— y había bastantes miradas de circunstancia al frente, hacia el escenario.
Cuando ha comenzado a llover, al principio débilmente, los espectadores han hecho como si no fuera con ellos, al igual que los actores-acróbatas. Pero ha ido arreciando y pronto se ha visto que no sólo era incómodo para el público sino peligroso para los intérpretes. Finalmente, el público en pie ha tributado un gran aplauso de reconocimiento por el tesón a los actores y ha comenzado a desfilar gradas arriba mientras llovía cada vez más. Los más previsores (entre ellos, esta vez sí, Trias) han abierto los paraguas que llevaban. La organización ha distribuido impermeables. Tras un rato de espera y de evacuar consultas los representantes de la compañía, los técnicos del Grec y el director del festival, Cesc Casadesús, se ha decidido suspender definitivamente. Algunos veteranos recordaban otras suspensiones en el anfiteatro, como la de la también velada inaugural de Pascal Comelade en 2012, y la de la soprano Barbara Hendricks cantando Gershwin en 2002 (la cantante continuó entre rayos y truenos hasta que fue imposible seguir).
El coro ha tratado de compensar el fiasco de la inauguración cantando en los jardines para los espectadores que se han quedado.
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