Las aseguradoras reclaman más inversión para monitorizar la inteligencia artificial: “Los riesgos aún son poco conocidos”
Cinco compañías internacionales presentan este jueves un informe sobre el sector y sus empresas emergentes en Barcelona
Queda un largo camino hasta que herramientas de Inteligencia Artificial (IA) como Chat GPT -que consiguió 100 millones de usuarios en tiempo récord- se usen masivamente en todo tipo de compañías y sectores de la economía mundial. A pesar de las fuertes inversiones de los gigantes tecnológicos, las aseguradoras apuntan a que, para desplegar todo su potencial en todo tipo de procesos automatizados, es necesario un anális...
Queda un largo camino hasta que herramientas de Inteligencia Artificial (IA) como Chat GPT -que consiguió 100 millones de usuarios en tiempo récord- se usen masivamente en todo tipo de compañías y sectores de la economía mundial. A pesar de las fuertes inversiones de los gigantes tecnológicos, las aseguradoras apuntan a que, para desplegar todo su potencial en todo tipo de procesos automatizados, es necesario un análisis pormenorizado de los riesgos que conlleva esta tecnología emergente. Este es el planteamiento de cinco grandes empresas del sector -Dealroom.co, Mundi Ventures, NN Group, MAPFRE y Generali- que este jueves presentarán en Barcelona el tercer informe The State of Global Insurtech, un análisis del estado de la industria tecnológica aplicada a los seguros. El documento se presentará en el marco del congreso Digital Insurance Agenda, que ha comenzado este miércoles en la capital catalana con una conferencia sobre la IA responsable en el futuro de la economía.
Barbara Fernández, directora adjunta de Mapfre Open Innovation, ha defendido en el coloquio normalizar conceptos como este en la industria: “La preocupación de los legisladores y las empresas cada vez es mayor” al abordar el potencial de herramientas de IA , ha asegurado. En el contexto actual, señala que “los riesgos aún son poco conocidos” y que destacan por su enorme complejidad; como sesgos que discriminen por etnia o género, daños a la propiedad intelectual o la vulneración de la protección de datos. Desde su compañía apuestan por analizarlos desde tres perspectivas: la operatividad de su seguridad; la transparencia ética y la regulación acorde con la legalidad.
Ella y el resto de participantes han coincidido en que es “prácticamente inexistente” la oferta de seguros que cubran usos de algoritmos automatizados por una IA sin intervención humana. Aún así, las expectativas del informe es que su aplicación crezca paulatinamente a lo largo de esta década en sectores como el Retail, farmacéutico, salud o telecomunicaciones. Mapfre, por ejemplo, aplica desde hace dos años la IA en uno de los sectores más pujantes: la automoción.
Cuando un cliente tiene un siniestro sin quedar herido, puede tomar con su teléfono móvil fotografías del coche y un algoritmo detecta al instante los defectos en la carrocería y elaborar una póliza personalizada. Aún así, lamentan que la mayoría de empresas utilizan estas tecnologías en “entornos de prueba muy controlados”. Una investigación propia de su compañía estima que el mercado de la IA generativa crecerá hasta los 110 millones de euros en 2027. Fernández ha insistido en que hay que prepararse para un florecimiento de “muchas start-ups” con productos “muy rápidos y flexibles”.
A pesar de los esfuerzos por una legislación clara a nivel mundial, solo hay regulaciones vigentes en China y parte de Estados Unidos (Colorado y Nueva York), ha subrayado el analista de la OCDE, Luis Aranda. Queda pendiente la aplicación jurídica en otros países como Japón o la futura normativa de la Unión Europea, prevista para 2026.
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