Colau presume de haber reducido el tráfico en el Eixample de Barcelona un 19% desde 2015
A un mes de las elecciones el Ayuntamiento desmiente que las calles próximas a la Superilla soporten más tráfico y asegura que se ha reducido también un 3%
A un mes de las elecciones municipales, el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho público este lunes un informe sobre la evolución del tráfico en la ciudad desde 2015, cuando la alcaldesa Ada Colau llegó al gobierno, hasta 2022. El informe asegura que los vehículos que cruzan el distrito central, el Eixample, han pasado de 350.000 a 285.000 de media diaria, lo que supone un 19% menos. El informe se basa en datos de intensidad de tráfico media diaria de martes a...
A un mes de las elecciones municipales, el Ayuntamiento de Barcelona ha hecho público este lunes un informe sobre la evolución del tráfico en la ciudad desde 2015, cuando la alcaldesa Ada Colau llegó al gobierno, hasta 2022. El informe asegura que los vehículos que cruzan el distrito central, el Eixample, han pasado de 350.000 a 285.000 de media diaria, lo que supone un 19% menos. El informe se basa en datos de intensidad de tráfico media diaria de martes a jueves facilitadas por el Departamento de Gestión de la Movilidad; los datos abiertos sobre las espiras fijas (sensores metálicos colocados bajo el asfalto); y en el caso de la Superilla de Sant Antoni (ya terminada) de la oficina técnica del proyecto.
El informe también responde a las voces que aseguran que durante las obras de peatonalización del proyecto Superilla en Consell de Cent, Calàbria, Rocafort y Girona, estas calles han perdido el 89% del tráfico. Y, desmintiendo a quienes aseguran que los coches circulan ahora por las calles alternativas, el informe asegura que también han perdido tráfico: un 3%. Las que se han contabilizado son Sepúlverda, Floridablanca, Manso, Aldana, Vilamarí, Viladomat, Villarroel, Roger de Llúria y paseo de Sant Joan. En la Superilla ya terminada de Sant Antoni, las calles de Borrell, Tamarit y Parlament.
La principal cifra del estudio, la de la reducción de un 19% de tráfico en el Eixample, la ha revelado Colau este lunes durante el primer debate con candidatos a la alcaldía, organizado por la patronal PIMEC. Con el dato la alcaldesa respondía a la larga pregunta del presidente del RACC, Josep Mateu -habitualmente crítico con la actual política de movilidad-, que afirmaba que “con la Superilla se destina dinero público a pacificar unas calles y congestionar otras”. “Me encanta esta pregunta tan neutral”, ha respondido la edil. A continuación ha presumido de un modelo que convierte calles de tráfico en peatonales y más verdes, “que muchas ciudades están copiando” y ha recordado que cuando llegó al Gobierno en 2015 “no se hablaba de reducir la presencia del coche”, cuando “el 75% de los ciudadanos se mueven a pie y en transporte público”. Más allá del Eixample, la alcaldesa ha citado las pacificaciones de la avenida de la Meridiana o la calle de Aragó, vías con las que “nadie se había atrevido”, ha considerado.
Sobre los accesos a la ciudad, el informe municipal concluye que el tráfico se ha reducido los días laborables un 11%, con la excepción de la Ronda de Dalt ha aumentado un 8% (de 150.000 vehículos en 2015 a 162.000 el primer trimestre de este año). En la Ronda del Mig, el descenso ha sido del 4%, de 45.000 a 43.000) y en la Ronda Litoral, un 5% (de 93.000 a 87.000 ve vehículos).
De las vías analizadas, además de la Ronda de Dalt, solo hay una calle donde también aumente, la calle de Mallorca, con un 2% más de vehículos, lo que podría explicarse por el tráfico que llega procedente de la avenida de la Meridiana, que después de dos mandatos de obras, se estrecha justo en Mallorca. De hecho, un informe municipal sobre movilidad fechado hace justo un año vaticinaba que la de Mallorca sería la calle que más tráfico ganaría por la implantación de la Superilla.
El informe también cuantifica la pérdida de tráfico en arterias importantes donde las actuaciones municipales han comportado reducir carriles desde 2019. En la calle de Aragó, donde se han perdido dos carriles de los seis que había para vehículos (por la habilitación de un carril bus y un carril bici), el tráfico ha caído un 30%. Y en la de València, que ha pasado de tres a dos carriles, la intensidad media de tráfico en día laborable ha caído un 10%.
Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal