Ránking de competitividad: Cataluña se recupera pero sigue por debajo de Madrid y País Vasco
La comunidad se sitúa por debajo de la media europea en 8 de las 11 categorías analizadas por la UE y la calidad institucional es de las peores valoradas
Los últimos tres años le han servido a Cataluña para recuperar competitividad en el escenario europeo y situarse, de nuevo, por encima de la media de los Veintisiete. Pero hay mucho camino por recorrer, según el Índice de Competitividad Regional que elabora regularmente la Unión Europea. Continúa por debajo de Madrid y País Vasco, comunidades líderes en España, pese a haber reducido distancias en lo que el informe define como “la capacidad de una región para ofrecer un entorno atractivo y sos...
Los últimos tres años le han servido a Cataluña para recuperar competitividad en el escenario europeo y situarse, de nuevo, por encima de la media de los Veintisiete. Pero hay mucho camino por recorrer, según el Índice de Competitividad Regional que elabora regularmente la Unión Europea. Continúa por debajo de Madrid y País Vasco, comunidades líderes en España, pese a haber reducido distancias en lo que el informe define como “la capacidad de una región para ofrecer un entorno atractivo y sostenible para empresas y residentes para vivir y trabajar”.
La comunidad se situó en la posición 107 de 204, con una calificación de 101,3, teniendo en cuenta que la media de la Unión Europea era 100. Se trata de una mejora respecto a ediciones anteriores, ya que en 2019 y en 2016 obtuvo notas de 93,3 y el 96,9, respectivamente. Las ediciones anteriores, iniciadas en 2010, no son comparables porque los autores del estudio han modificado los parámetros de cálculo. La Comunidad de Madrid, región 32 en la clasificación, obtuvo un índice 119,3 y País Vasco, en la posición 77, obtuvo un 107,6.
El trabajo se basa en la evaluación de 11 categorías diferentes, de las que en 8 la comunidad está por debajo de la media europea. Su peor nota (78,1), como sucede igualmente en el resto de regiones españolas, es el pilar de la estabilidad macroeconómica, que valora el clima de la actividad económica y si este ofrece confianza a los productores de bienes y de servicios y a los inversores. Y la segunda peor es la institucional, una fotografía de la eficiencia de sus organismos, la percepción de corrupción y el marco regulatorio, que se queda en 88,5, la nota más baja entre todas las comunidades autónomas españolas y en la posición 150 de todas las categorías. Con la excepción de las ciudades autónomas, en este pilar destaca País vasco que, con un 115,7 logra la mejora nota. Incluso la Comunidad de Madrid se sitúa por debajo de la media europea (98).
Cataluña obtiene su mejor nota en infraestructuras, que muestra su conectividad y accesibilidad. Obtiene un 152,4 sobre el 100 europeo, nota únicamente superada por Madrid (154,3). Y también logra una calificación alta en lo que respecta a la adopción y difusión de nuevas tecnologías, característica considerada fundamental para impulsar el crecimiento y competitividad. Ese pilar obtiene un 136,2, también superado únicamente por la Comunidad (140,5).
Una de las categorías en las que Cataluña sale peor en comparación con Madrid es la que hace referencia al tamaño del mercado, que describe el radio de acción de las empresas para desarrollarse y beneficiarse de economías de escalas. Mientras que la comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso obtiene un 189,6, el territorio catalán se queda en el 99,7, que, igualmente, es muy superior al del resto de comunidades autónomas.
Cataluña ha quedado como la región con peores resultados entre las zonas industriales que se denominaron los Cuatro Motores de Europa. La alemana de Baden-Wurttember (Stuttgart) obtuvo una nota de 123,8, la francesa de Rhone-Alps, un 110,8, y la italiana de Lombardía un 103,3. Cuatro de las cinco primeras plazas del índice de competitividad están ocupadas por regiones holandesas (Utrecht, Zuid-Holland, Noor-Brabant y Ámsterdam), en la que apenas puede colarse la Ile-de-France, en el tercer lugar.
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