Juan Manuel Moreno critica el gasto de las ‘embajadas catalanas’ en la inauguración de la oficina de la Junta de Andalucía en Barcelona

La oficina que capitaneará la exdiputada del PP Esperanza García se ubicará por tres meses en el paseo de Gràcia, a la espera del emplazamiento definitivo

El presidente de la Junta de Andalucía Juanma Moreno, y la nueva delegada de la Junta en Cataluña, Esperanza García González; inauguran la sede de la Delegación de Andalucía en Cataluña, en el Paseo de Gràcia. Foto: David Zorrakino

Embajadas versus delegaciones. Juan Manuel Moreno (PP), el presidente de la Junta de Andalucía, ha aprovechado su visita, este viernes, al local que albergará de manera temporal la oficina de representación del Gobierno andaluz para marcar distancias con la acción exterior de Cataluña. Coincidiendo con la visita del president Pere Aragonès a América Latina, el dirigente popular andaluz ha criticado ...

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Embajadas versus delegaciones. Juan Manuel Moreno (PP), el presidente de la Junta de Andalucía, ha aprovechado su visita, este viernes, al local que albergará de manera temporal la oficina de representación del Gobierno andaluz para marcar distancias con la acción exterior de Cataluña. Coincidiendo con la visita del president Pere Aragonès a América Latina, el dirigente popular andaluz ha criticado un sistema de “embajadas” catalanas, que considera un gasto suntuoso y que entiende que compiten con la estructura del Gobierno central. Su modelo, ha dicho, es el de la cooperación y el de la colaboración entre territorios. Para la muestra, la reapertura de la delegación, que era una promesa electoral y que por lo pronto está en un despacho con cuatro puestos de trabajo en un edificio de paseo de Gràcia. La pilotará la exdiputada del PP del Parlament, Esperanza García.

Andalucía ya contaba, como la Generalitat, con una delegación en Madrid. La de Barcelona, que había existido bajo diferentes modelos, se cerró en 2012, dentro del plan del Gobierno socialista de la Junta para atajar el gasto público. Moreno, que ha visitado la sede junto a García y su secretario de Acción Exterior, Enric Millo, no ha ocultado que la reapertura busca dar respuesta a la realidad demográfica de Cataluña, mantener los nexos con la comunidad de la que provinieron las grandes oleadas migratorias de los años 50 y 60, pero también para estrechar lazos comerciales tanto con empresas catalanas como extranjeras.

Moreno y Millo han querido dejar claro que la representación de la Junta en Andalucía no es una “embajada”. No solo por la obviedad de que está en territorio nacional, sino porque se ha querido contraponer deliberadamente el modelo de cooperación institucional y acción exterior de ambas autonomías. Cataluña y Andalucía, como otras comunidades, tienen reconocidas competencias en Exteriores. Pero el presidente andaluz cree que, ante la “confrontación” que implican las 18 delegaciones en el extranjero del Ejecutivo catalán (más la de Colombia, que ha anunciado Aragonès durante el viaje), la mejor fórmula es la de ser más “eficiente” y “colaborativo” apoyándose en la red en el extranjero del Ministerio de Asuntos Exteriores.

“Nosotros concentramos energía y sinergia a través del propio Estado. Creemos que es más barato para el contribuyente, más eficiente y más leal institucionalmente”, ha dicho el responsable de la Junta cuando se la ha preguntado por el viaje de Aragonès. Moreno entiende que el periplo del jefe del Govern por Colombia, Argentina, Uruguay y que acaba este fin de semana en Chile busca acercar lazos con América Latina, pero ha querido acentuar la diferencia de “concepciones distintas de la representación en el exterior”. El enclave de paseo de Gràcia no es aún definitivo. Según ha explicado la Junta, se ha hecho un contrato temporal de tres meses, por 14.000 euros, que incluye un despacho con cuatro puestos de trabajo, espacio de reuniones y los medios materiales para que entre en funcionamiento. El decreto de creación, de septiembre del año pasado, sí deja claro cuál será el sueldo de García: supera los 55.000 euros brutos al año. Se descarta, como se dijo en un momento, compartir local con la Federación de Entidades Culturales Andaluzas de Cataluña (FECAC).

Tras la intervención de la autonomía catalana en aplicación del artículo 155 de la Constitución, en 2017, el Gobierno central, en manos del PP, cerró la red de delegaciones de la Generalitat, a la que atribuía un papel de mero aparato propagandístico para la independencia. Esas llamadas “embajadas” conviven con la red de promoción económica de Acció y sus detractores siempre han puesto en duda de su utilidad y critican su coste. Al retomarse el autogobierno, con la investidura de Quim Torra, se fueron reactivando paulatinamente y ahora se encuentran, de nuevo, en etapa de expansión.

La agenda de Moreno en Cataluña, que también tiene actos este fin de semana, incluye verse con los candidatos del PP a las alcaldías de Barcelona (Dani Sirera) y Castelldefels (Manu Reyes). También visitará las casas regionales. El viaje se enmarca en el hecho de que ya se está en plena precampaña para las elecciones de mayo y las perspectivas del PP no son muy alentadoras. “Viváis donde viváis, Andalucía siempre os tiene presentes”, decía el tuit con que Moreno anunciaba su visita.

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