La poesía escultórica de Jaume Plensa envuelve a Macbeth en el Liceu

El artista debuta como director artístico de esta ópera de Verdi producida por el Teatro de la Rambla que se estrena el próximo día 16

El artista Jaume Plensa camina por el escenario del Gran Teatro del Liceu.Gianluca Battista

Ocho cabezas gigantes, visualmente poderosísimas, etéreas, de malla metálica, descienden con parsimonia sobre el escenario del Gran Teatre del Liceu, ante un telón rojo, que cambia en función de la luz, mientras el escultor Jaume Plensa posa ante ellas. Los bustos tienen el sello inconfundible del artista barcelonés y forman parte de la puesta en escena de Macbeth, de Giussepe Verdi, que se estrena el día 16 en el teatro de la Rambl...

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Ocho cabezas gigantes, visualmente poderosísimas, etéreas, de malla metálica, descienden con parsimonia sobre el escenario del Gran Teatre del Liceu, ante un telón rojo, que cambia en función de la luz, mientras el escultor Jaume Plensa posa ante ellas. Los bustos tienen el sello inconfundible del artista barcelonés y forman parte de la puesta en escena de Macbeth, de Giussepe Verdi, que se estrena el día 16 en el teatro de la Rambla. El Liceu y el escultor se dan la mano en esta mágica aventura: es la primera vez que Plensa firma la puesta en escena de una ópera que produce, además, el teatro barcelonés y que estará en cartel hasta el día 3.

Autor de Constelaciones, las puertas de letras gigantes que cierran los porches del teatro, Plensa ha revelado, durante la presentación de la obra, que ha llorado conmovido dos veces durante los ensayos. El proyecto era un viejo sueño que colma su amor por Macbeth y Shakespeare. El Liceo le planteó ser el director de escena en 2019 pero el mundo se paró de repente por la pandemia. No pudo viajar a San Petesburgo y encerrado en casa empezó a dibujar cómo se imaginaba la obra. “La espera ha sido lo peor. Todo el mundo sabe cómo empieza (el asesinato del Rey) y cómo acaba (la muerte de Macbeth). Y es genial: no hace falta un guion. Mi primer objetivo ha sido aprovechar la energía del teatro con las 100 personas en escena, los 80 músicos del foso y el público de 2.242 personas”, cifra que ha repetido varias veces. “Eso es un intercambio brutal de energía”.

Con un presupuesto de unos dos millones de euros, Macbeth se podrá ver en una decena de funciones además de en la plataforma Liceu +live. Dirigida por Josep Pons, el elenco está formado por el barítono Luca Salsi (Macbeth); la soprano Sondra Radvanovsky (Lady Macbeth) y Erwin Schrott (Banco). Víctor García de Gomar, director artístico del Liceu, afirma que el reparto es tan poderoso y la puesta en escena tan mágica que es una ópera exitosa antes de nacer: “Pedimos a Jaume (Plensa) que ocupara el escenario y juega con las percepciones. El resultado es mágico, estético y de enorme belleza”. “Es una combinación impresionante de todas las artes: danza, escultura, palabras, música. Es una una nueva forma de ópera. La gente quedará boquiabierta”, añade la soprano.

“Espero que la gente se emocione. Los protagonistas son los cantantes y los músicos. El escenario estará más vacío que lleno”, describe el escultor

Con sentido de humor y dosis de modestia, el escultor revela que no ha tratado de llenar el escenario ni de poner muchos objetos porque, dice, “había que dejar espacio a los protagonistas: y unos están castigados en el foso y otros cantan en la escena. Quiero que Shakespeare y Verdi lleguen al espectador con pureza”. Y apunta un deseo: “Estoy casi convencido de que va a cambiar muchas maneras de mirar la ópera, de renovarla; está un poco anticuada y necesita cierta renovación. Y hay gente que está en ello con un entusiasmo extraordinario”. Salsi, paisano de Verdi, que ha hecho más de 100 macbeths en su carrera, coincidió con la lectura del escultor: “Macbeth no necesita nada. El texto es más importante que la voz. Con una luz y una escultura ya está hecho”.

Plensa, que ha contribuido a diseñar el vestuario, ha mostrado su fascinación por el ballet de Antonio Ruz -”Es escultura en movimiento”- que aparece en la obra. El viento ha impedido hacer una performance en la Rambla con unos bailarines que portaban unas enormes letras gigantes en las que se leía Sleep no more (No dormirás más) que resume el tormento de Macbeth. “Yo espero que la gente se emocione. Que traigan pañuelos. La obra es poesía en estado puro. He procurado una ligereza extraordinaria. El escenario estará más vacío que lleno”, explica el escultor cuyo trabajo se verá en un documental que Caixaforum presentará en primavera.

“La ópera está un poco anticuada y necesita cierta renovación. Y aquí hay gente que trabaja en ello con entusiasmo”

Tras afirmar que hay veces que la gente de la ópera se le enfada porque les dice que él no tiene a un Verdi o un Shakespeare que le susurren al oído lo que tiene que hacer, Plensa explica que sobre el escenario se verán tantas Escocias como público habrá. Y ha acabado revelando que el miércoles vio la función solo con los cantantes y los músicos: “Fue una de las tardes mas inolvidables de mi vida. Espero que cuando salga lo mío no lo estropee”.

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