Pere Aragonès asistirá a la cumbre entre Francia y España en Barcelona pese a que Esquerra llama a movilizarse en contra
La Generalitat argumenta que “respeta y entiende” las protestas independentistas por la cita Sánchez-Macron pero el president acepta la invitación de La Moncloa
La cumbre entre Francia y España que se celebrará en Barcelona el próximo 19 de enero pone a prueba la capacidad del gobierno catalán para hacer equilibrios. El presidente Pere Aragonès aceptará la invitación que le ha mandado el Gobierno de Pedro Sánchez para acudir a la cita, mientras que su partido Esquerra Republicana ha anunciado que se suma a las movilizaciones independentistas de protesta por el encuentro en la capital cata...
La cumbre entre Francia y España que se celebrará en Barcelona el próximo 19 de enero pone a prueba la capacidad del gobierno catalán para hacer equilibrios. El presidente Pere Aragonès aceptará la invitación que le ha mandado el Gobierno de Pedro Sánchez para acudir a la cita, mientras que su partido Esquerra Republicana ha anunciado que se suma a las movilizaciones independentistas de protesta por el encuentro en la capital catalana entre Emmanuel Macron y Sánchez.
“El Govern no participará en la movilización unitaria, pero la respeta y la entiende”, ha justificado este martes la portavoz del Ejecutivo catalán, Patrícia Plaja. A su vez ha confirmado que Aragonès tiene pensado acudir al encuentro pese a denunciar que el Gobierno hace “una utilización partidista de la cumbre”. La Generalitat ha informado que no hay agendada ninguna reunión entre Sánchez y Aragonès en la próxima visita a Barcelona del jefe del Gobierno español y no concreta qué papel se reserva al president en el evento. Tampoco se revela qué otros miembros del Govern van a acompañarle. Plaja se ha limitado a manifestar que hay conversaciones abiertas con La Moncloa para pulir detalles.
La cumbre franco-española pone en evidencia que Aragonès atiende a dos barajas. Acusado de tibio por parte del independentismo más agitado el president escenifica complicidad con las reclamaciones separatistas, consciente de que Junts per Catalunya enarbolará los asuntos de bandera en las municipales de mayo. Ha activado al partido para que ERC luzca siglas en las movilizaciones que el independentismo ha convocado para el 19 de enero. Mientras, paralelamente, el propio Aragonès, coordinador nacional de ERC, el segundo máximo cargo en el escalafón del partido junto al presidente Oriol Junqueras, decide atender como invitado al encuentro Sánchez-Macron. “Son dos actos complementarios”, justifica la portavoz de la Generalitat.
El PSC ha apreciado que Aragonès se implique en la cumbre como anfitrión al esgrimir que esa es la función que le corresponde como presidente de la Generalitat. “Es importante que ocupe el espacio que se le invita a tener. Y que haga de presidente de todos”, ha afirmado la portavoz socialista Alícia Romero, que, en todo caso, ha recordado que el president no participó en el pasado “por prejuicios” en un acto de SEAT en el que el presidente de la compañía anunció una inversión multimillonaria. Los socialistas han mostrado cierta contrariedad con la decisión de los republicanos de participar en las protestas. “ERC tiene que decidir si cuando sea mayor quiere ser partido asambleario y antisistema o de govern. Mientras no decide, toma decisiones contradictorias”, ha afirmado Romero.
El PSC considera una contradicción la asistencia de Aragonès y que ERC se manifieste
La cumbre franco-española en Barcelona atrapa a Esquerra en una negociación a contrarreloj para encontrar un socio que le ayude a aprobar los presupuestos y se intenta no levantar ampollas en las filas socialistas. Una vez logrado el apoyo de En Comú Podem, con ocho escaños, el Govern tiene un diálogo abierto con el PSC y con Junts para poder alcanzar una mayoría suficiente en el Parlament que desbloquee las cuentas. Esquerra repite desde hace días que el acuerdo está encarrilado y casi cerrado con el PSC. Pero los buenos augurios no se concretan en nada. Romero ha confiado en que el acuerdo se cierre en “los próximos días o semanas” para que el proyecto esté aprobado este primer trimestre. Con todo, ha insistido, contra el criterio del Govern, que no ha habido avances significativos. “ERC tiene que ceder. No puede imponer su mirada de país cuando tiene 33 diputados (sobre 135)”, ha dicho la portavoz socialista.
El Govern mantendrá esta tarde la primera reunión con Junts desde el día 22 de diciembre. La formación avisa a Aragonès que elegir al PSC como socio supone “arrinconar” el procés. Con todo, Junts ha evitado cuestionar que asista a la cumbre. “Nosotros valorado positivamente la unidad en esa movilización independentista”, ha recalcado la portavoz Mònica Sales que ha anunciado que los diputados del grupo acudirán a la protesta. La CUP participará en la manifestación y ha exigido a Aragonès de que no participe en la cumbre tras responsabilizarle de que se celebre en Barcelona por su política de “distensión” con La Moncloa. “La cumbre es maniobra propagandística de Sánchez. Queremos enviar un mensaje claro de que el conflicto estará abierto hasta que no haya un referéndum”, ha afirmado el diputado anticapitalista Xavier Pellicer.
Mientras, el president hace equilibrios porque mientras asume una estrategia cautelosa del Govern de participar en la cumbre, ERC azuza el pancartismo. “No hay una situación de normalidad en Cataluña”, afirmó este lunes Marta Vilalta, la portavoz de los republicanos, para justificar que Esquerra apoye la llamada a la movilización hecha por el expresidente Carles Puigdemont y entidades soberanistas como el Consell per la República, la ANC y Òmnium.
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