Aragonès garantiza a Sánchez que no mirará “hacia otro lado” en la crisis constitucional

“Cuando defendemos la causa de Cataluña también defendemos la causa de la democracia”, asegura el ‘president’ en el Parlament

El 'president' Pere Aragonès durante la sesión de control del Parlament, este miércoles.Albert Garcia

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado este miércoles que ve “oportunidades” para el independentismo en la crisis institucional que vive el Estado tras el veto del Tribunal Constitucional (TC) al debate sobre su reforma en el legislativo. Aunque se ha lanzado a explorarlas, ha dejado meridianamente claro que lo hará desde la lealtad al poder legislativo: “no nos aliaremos con quienes atacan las...

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El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado este miércoles que ve “oportunidades” para el independentismo en la crisis institucional que vive el Estado tras el veto del Tribunal Constitucional (TC) al debate sobre su reforma en el legislativo. Aunque se ha lanzado a explorarlas, ha dejado meridianamente claro que lo hará desde la lealtad al poder legislativo: “no nos aliaremos con quienes atacan las decisiones del Congreso ni miraremos hacia otro lado”, ha dicho, ante los ataques de Junts y la CUP durante la sesión de control en el Parlament. Ambos le han calificado de “cómplice” del Ejecutivo central. “Cuando defendemos la causa de [la independencia de] Cataluña, también defendemos la causa de la democracia”, se ha asegurado el president. El portavoz republicano en el Congreso , Gabriel Rufián, ya ha garantizado su apoyo en una nueva reforma legal.

“Es escandaloso en democracia que los organismos judiciales con miembros caducados maniobren contra organismos parlamentarios para, precisamente, evitar su propia renovación”, se ha quejado Aragonès. Según el republicano, el escenario actual muestra el modus operandi de la derecha españolista ante los intentos reformistas en cualquier ámbito. “Los intereses de la derecha españolista y a veces, en alianza con otras fuerzas del Estado, van contra Cataluña. Ahora usan la misma captura de las mayorías en esos órganos para ir contra las mayorías democráticas del Congreso para parapetarse en las instituciones”, ha dicho.

Desde las filas de Junts, su jefe, Albert Batet, ha denunciado que los republicanos son “cómplices necesarios” de la crisis institucional en Madrid, al participar activamente de la reforma del Código Penal. ERC había pactado la derogación de la sedición y los cambios en la malversación pero no había estado en la cocina de las enmiendas que buscaban cambiar las leyes que regulan al TC y al Poder Judicial. “Se ha demostrado que desde el independentismo teníamos razón: el Estado español no tiene solución. A Cataluña, si se quiere, hay una alternativa: república, democracia y libertad”, ha asegurado Batet para después pedir que “se pase a la acción” y “acabar el que vamos a comenzar todos el 1-O”.

De una manera similar se ha expresado el representante de la CUP, Xavier Pellicer. El anticapitalista ha aprovechado su turno de palabra para preguntarle a Aragonès si no consideraba que la pugna entre poderes no demostraba que su estrategia de la desjudicialización había “tocado fondo”. “Piensa seguir creando falsas expectativas sobre que el Estado algún día nos va a reconocer nuestros derechos colectivos?”, ha remachado.

En las dos ocasiones, Aragonès ha intentado extender la mano a ambos grupos para sumarse a la vía negociada, que ve con más posibilidades en esta coyuntura. “Tenemos que acumular más fuerza democrática para obtener resultados diferentes. Es indudable que la negociación y el diálogo han tenido sus avances”, le ha dicho el president a Batet, en referencia a las reformas legales que, aunque Junts reniegue de ellas, terminarán beneficiando a muchas personas de sus filas, empezando por el propio expresidente Carles Puigdemont, huido en Bélgica.

Aragonès le ha respondido al anticapitalista que la reacción de la derecha ante la reforma judicial no es ajena al cómo avanza la mesa de diálogo. “Señal de que podemos avanzar si hay más fuerza”, ha agregado el president. El jefe del Gobierno catalán insiste en mantener que el Congreso vive ahora la injerencia judicial que vivió el Parlament en 2017 durante el momento más álgido del procés (en la Cámara catalana, a diferencia de las Cortes, el TC jamás suspendió un debate de manera directa si no que siempre actuó a posteriori) y cree que la coyuntura empuja a “aprovechar todas las oportunidades, llevar el debate a todas partes y movilizar”, ha explicado.

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Con todo, el president ha dejado claro que esa búsqueda de oportunidades tiene límites: “No nos alinearemos con los que atacan a las decisiones tomadas por los representantes de la ciudadanía ni miraremos a otra parte”, ha dicho. “Cuando defendemos la causa de [la independencia de] Cataluña, también defendemos la causa de la democracia”, ha especificado. Los republicanos en el Congreso están dentro del bloque que respalda registrar por la vía de urgencia una proposición de ley para llevar a cabo las reformas que han sido paralizadas. De hecho, este mismo miércoles Rufián ha asegurado que la apoyan si eso implica “dignificar” el Poder Judicial.

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