La exdiputada de la CUP Anna Gabriel se entrega en el Tribunal Supremo tras cuatro años huida en Suiza
La anticapitalista comparece voluntariamente para regularizar su situación procesal
Anna Gabriel, la exdiputada de la CUP en el Parlamento catalán que fue procesada por desobediencia en la causa del procés, ha comparecido este martes voluntariamente ante el Tribunal Supremo. El juez Pablo Llarena la ha dejado en libertad a la espera de fijar un día para tomarle declaración. Gabriel huyó a Suiza en febrero de 2018 tras ser llamada a declarar en la investigación sobre el 1-O. Finalmente fue procesada solo por un delito de...
Anna Gabriel, la exdiputada de la CUP en el Parlamento catalán que fue procesada por desobediencia en la causa del procés, ha comparecido este martes voluntariamente ante el Tribunal Supremo. El juez Pablo Llarena la ha dejado en libertad a la espera de fijar un día para tomarle declaración. Gabriel huyó a Suiza en febrero de 2018 tras ser llamada a declarar en la investigación sobre el 1-O. Finalmente fue procesada solo por un delito de desobediencia —que no implica penas de prisión— y declarada en rebeldía en julio de ese mismo año.
Contra Gabriel nunca se dictó una orden europea o internacional de detención porque el delito que se le atribuye no lleva aparejadas penas de prisión. En caso de condena, afrontaría el pago de una multa y una pena de inhabilitación (de un máximo de dos años) para ejercer cargos o empleos públicos. La exdirigente de las Candidatures d’Unitat Popular (CUP) no ostenta ahora ningún cargo público y ejerce como sindicalista en Suiza.
El Tribunal Supremo sí dictó una orden nacional de detención dada la imposibilidad de localizarla a raíz de la causa por el referéndum del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración unilateral de independencia (DUI). Tras su entrega voluntaria este martes para que se resolviera su situación personal, el juez Pablo Llarena ha acordado su puesta en libertad. Llarena ha dejado sin efecto tanto la orden de detención como su situación “en rebeldía” a la espera de fijar un día para tomarle declaración. En un auto, el magistrado recuerda a la exdiputada su obligación de comparecer “cuantas veces fuera llamada”.
Seguirá en Suiza
“Después de cuatro años y medio de exilio, se produce un paso procesal necesario para recuperar una libertad de movimientos que nunca tuve que haber perdido, ni yo ni nadie”, ha afirmado la exdiputada en un comunicado difundido por su grupo de apoyo, Free Anna Gabriel. La militante asegura que el paso que ha dado responde al “contexto político y judicial general” (el Gobierno concedió los indultos a los presos del procés y el clima político en relación con Cataluña se ha calmado), pero también a “una serie de circunstancias personales”, que no detalla.
Gabriel, sin embargo, permanecerá de momento en Suiza porque tiene compromisos adquiridos. Este mismo martes, de hecho, ha viajado de vuelta al país para atender “su responsabilidad como secretaria general del sindicato UNIA”, en el cantón de Ginebra, según una nota difundida por su grupo de apoyo. Gabriel fue elegida el pasado noviembre máxima responsable de este sindicato, el primero de Suiza, con más de 200.000 afiliados.
En junio de 2018 Gabriel obtuvo el permiso de residencia en Suiza por cinco años. Su madre, Maribel Sabaté, explicó entonces en una entrevista los motivos de la fuga. “No quiero pasar ni un día de mi vida en una prisión con unas reliquias franquistas que te quieren humillar, que te quieren hacer decir lo que no sientes, y no quiero pasar este mal trago”, explicó Gabriel, según su madre. Esta licenciada en Derecho —ha sido profesora universitaria— y educadora social, encarna la línea dura del anticapitalismo independentista.
Gabriel ha seguido así los pasos de la exconsejera de Agricultura Meritxell Serret, que en marzo de 2021 también dio el paso de presentarse voluntariamente ante el Tribunal Supremo. Serret había huido a Bélgica tras la estela del expresident Carles Puigdemont. El juez Llarena también la dejó en libertad con la obligación de acudir cuando fuese llamada a declarar.
Preguntada sobre la comparecencia de Gabriel, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ha afirmado que “es una víctima de la represión del 1-O” y que, si decide regresar a Cataluña, “se le dará la bienvenida”. Plaja ha añadido que el Ejecutivo ignoraba que había decidido dar el paso. “Ha venido de manera discreta, el Govern no tenía conocimiento”.
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