El Govern rehúye la regulación de los cruceros que pide Colau en Barcelona

Ayuntamiento y Generalitat acuerdan crear una mesa para estudiar cómo reducir la contaminación y masificación turística de los grandes buques

Los cruceros atracados en el puerto de Barcelona a mediados de mayo.Carles Ribas

En temporada alta de cruceros y en vísperas de un verano en el que Barcelona prevé recuperar la actividad turística prepandémica, el debate sobre el futuro de este sector y su impacto en la ciudad no cesa. El Ayuntamiento y la Generalitat están de acuerdo en estudiar cómo reducir el impacto ambiental y ...

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En temporada alta de cruceros y en vísperas de un verano en el que Barcelona prevé recuperar la actividad turística prepandémica, el debate sobre el futuro de este sector y su impacto en la ciudad no cesa. El Ayuntamiento y la Generalitat están de acuerdo en estudiar cómo reducir el impacto ambiental y la masificación turística que provocan los cruceros. Pero con matices.

Mientras la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, defiende desde hace semanas la “regulación” y “limitación” de los grandes buques, la consejera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha evitado este jueves hablar de regulación, rehuyendo el verbo concreto durante su intervención. “La mesa es para encontrar las mejores soluciones, el verbo no lo pongo porque es una mesa de trabajo”, ha manifestado y sí ha hecho referencias explícitas al impuesto que ultima el Govern para tasar la contaminación de los cruceros. El impuesto gravará las emisiones de los grandes barcos que hacen escala, pero va para largo. La “formulación del impuesto se definirá en las próximas semanas” y la idea es que el Govern lo apruebe antes de que acabe el año, apuntan fuentes del Departamento de Acción Climática. Faltará la tramitación parlamentaria.

Colau y Vilagrà han comparecido este jueves después de celebrar la comisión bilateral entre el Ayuntamiento y la Generalitat. Y aunque el punto del orden del día que ha leído la alcaldesa era “crear una mesa de estudio sobre la regulación de los cruceros y su impacto turístico y ambiental”, en el acuerdo escrito figura también que la mesa es “para establecer las mejores soluciones para reducir el impacto ambiental y la masificación turística de los cruceros”.

La iniciativa, en cualquier caso, responde a la petición de Colau, que hace dos semanas pidió al Govern y al Gobierno limitar la llegada de estos macrobuques al puerto, por la contaminación que emiten y la presión turística que suponen para la ciudad. La edil sugirió inspirar la limitación en la de Palma de Mallorca, que solo permite atracar tres embarcaciones al día. Las dos instituciones invitarán a la mesa a la Autoridad Portuaria y al Gobierno español. El socio de Colau en el gobierno municipal, el socialista Jaume Collboni, se ha alineado con el Govern en el sentido de “no presuponer el resultado final” de la mesa.

A las puertas del verano, la creación de la mesa es el principal acuerdo tomado durante la reunión bilateral celebrada en el Saló de Cent del Consistorio. La anterior cita fue en julio pasado. La actividad de los cruceros ha recuperado este mes de mayo niveles de antes de la pandemia (en la ciudad atracaron 125 cruceros solo el mes pasado), aunque el número de pasajeros que llegan es algo inferior. En 2019, a la ciudad llegaron 3,1 millones de pasajeros en cruceros, una cifra que se ha disparado durante la ultima década. En 2012 los pasajeros fueron 2,4 millones.

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La ciudad tiene un gran margen de crecimiento para el sector. En 2018, el gobierno municipal y el Puerto de Barcelona alcanzaron un acuerdo que prevé construir nuevas terminales (hasta siete, ahora hay cinco) en el muelle adosado. El pacto aleja los cruceros a dos kilómetros del centro y fija un límite de espacio, pero las nuevas terminales son mucho más grandes que las del “puerto ciudad”. La línea de atraque es de 700 metros y no tienen límite de eslora de los cruceros, por lo que atraen a los barcos más nuevos y grandes. El puerto no pone fecha a la finalización de las obras, que marcaría el límite: está previsto que MSC comience las obras de la sexta terminal en breve. Para las de la séptima no hay fecha.

Fondos para el teléfono de prevención del suicidio

Colau ha celebrado que durante la reunión se ha acordado incrementar el presupuesto que la Generalitat destina a la lucha contra las violencias machistas y el de ayuda a las personas refugiadas. Y que el Govern asuma mayor financiación de proyectos creados por el Ayuntamiento, como el dentista para personas vulnerables o el teléfono de de prevención del suicidio (que la Generalitat financiará en un 70%), porque más de la mitad de llamadas son de personas de fuera de Barcelona, ha señalado la alcaldesa.

En cambio Colau ha vuelto a reprochar al Govern su “incomparecencia absoluta” en materia de vivienda en la ciudad, tanto en promoción como en compra de pisos. Vistas las aportaciones de unos y otros, ha señalado, “nos deberían 100 pisos a la mesa de emergencia”, ha asegurado la alcaldesa.

Collboni, en su turno, ha celebrado el buen ritmo de fondos europeos pero ha lamentado la ralentización de los Fondos Feder: “No podemos llenar un vaso y vaciar otro”, ha dicho. El responsable de la cartera de economía también ha celebrado que la Generalitat acepte “constituir una mesa para prohibir la actividad de los bicitaxis. Estamos elaborando un decreto más restrictivo, dentro de nuestras competencias, y este verano intensificaremos la presión policial para velar por su cumplimiento y luchar contra los que actúan desde la ilegalidad”.

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