La Generalitat retrasa hasta 2024 el despliegue total de la T-Mobilitat
El departamento de Territorio licita por 21 millones de euros lectores para el controvertido billete digital del transporte público
La T-Mobilitat encara la que, sobre el papel, debería ser la recta final de su pedregoso despliegue. La Generalitat calcula que el sistema de billete integrado para poder moverse libremente por toda Cataluña con transporte público será una realidad en 2024, una década después de que se firmase el primer contrato para desarrollar el proyecto, que llevaba aparejado un presupuesto de 58 millones de euros. “Ya hemos hecho la licitación de la maq...
La T-Mobilitat encara la que, sobre el papel, debería ser la recta final de su pedregoso despliegue. La Generalitat calcula que el sistema de billete integrado para poder moverse libremente por toda Cataluña con transporte público será una realidad en 2024, una década después de que se firmase el primer contrato para desarrollar el proyecto, que llevaba aparejado un presupuesto de 58 millones de euros. “Ya hemos hecho la licitación de la maquinaria para aplicar el sistema en toda Cataluña”, afirmó este lunes Ricard Font, secretario general de Vicepresidencia, Políticas Digitales y Territorio. La adquisición de los lectores y del soporte informático contempla una partida extra de 21,6 millones de euros.
La T-Mobilitat arrastra mala fama, por los problemas que ha supuesto su aplicación y por el sobrecoste económico que acumula. Los gastos asociados al diseño superan los 115 millones de euros. “No ha tenido sobrecoste, ha habido una ampliación de las necesidades y ha hecho falta ampliar la compra de maquinaria”, justifica Font.
El billete digital supuestamente debería ser un acicate para incentivar y abaratar el uso del transporte público, dándole al viajero la posibilidad de saltar del bus al tren, al metro o al tranvía, sin amontonar billetes de cartón y sin tener que gastarse un dineral en el periplo. “Con la tecnología sin contacto podrás validar con tarjeta recargable o bien con el teléfono móvil y desplazarte de forma mucho más ecológica y eficiente”, pregona la publicidad de la T-Mobilitat. Los soportes que adquiere ahora el departamento de Territorio se instalarán en busos interurbanos y de línea regular, en las estaciones de Renfe y de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).
La T-Mobilitat es operativa de momento dentro del ámbito de los 36 municipios del Área Metropolitana de Barcelona del sistema tarifario integrado. Funciona con la T-usual, la T-jove y de manera inminente incorporará a la T-casual. Suma unas 180.000 validaciones diarias. A finales de año estará funcionando en “las siete coronas tarifarias del ATM de Barcelona”, vaticina Font. Luego, la progresiva implantación del billete digital en toda Cataluña “supondrá la supresión de las coronas tarifarias”, afirma Territorio. El precio del viaje pasará a calcularse en base a un baremo kilométrico, a partir de la distancia entre origen y destino, con bonificaciones para la recurrencia en el uso. “La integración digital no tiene ningún resultado negativo, no incrementa el coste. Nadie pagará más de lo que paga hoy”, asegura Ricard Font.
El año pasado, un fallo de seguridad en la web que daba acceso al registro de la T-Mobilitat obligó a suspender la prueba que había puesto en marcha la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM). Después de que un usuario detectara que el sistema permitía dejar al descubierto los nombres y apellidos de 2.000 viajeros, el consorcio público decidió frenar de golpe el registro de altas a la espera de que la Agencia de Ciberseguridad descartase cualquier otra vulnerabilidad. “Fue un error muy tonto y los datos expuestos eran muy básicos”, justificó entonces el responsable de la T-Mobilitat en la ATM, Ramon Bacardí.
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