Plantas UCI sin covid: “No hay descanso. Las camas siguen llenas de enfermos con otras patologías”

Las unidades de críticos en Cataluña se vacían de pacientes con coronavirus, pero los sanitarios admiten que la carga laboral sigue siendo alta y confiesan estar “expectantes” ante el repunte de los positivos

Box de UCI vacía a causa de la bajada de hospitalizados por covid en el Hospital de Sant Pau de Barcelona.©Consuelo Bautista

El contador a cero dura apenas unas horas. El hospital Sant Pau de Barcelona no tiene ningún enfermo por covid en sus plantas de críticos por primera vez en toda la pandemia. Es la una del mediodía del miércoles, y lo que podría ser motivo de celebración o satisfacción se vive como un proceso rutinario más entre los sanitarios. “Aquí nunca se descansa”, lamenta Pere Domingo, coordinador covid del centro. “Las camas que antes eran para los pacientes...

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El contador a cero dura apenas unas horas. El hospital Sant Pau de Barcelona no tiene ningún enfermo por covid en sus plantas de críticos por primera vez en toda la pandemia. Es la una del mediodía del miércoles, y lo que podría ser motivo de celebración o satisfacción se vive como un proceso rutinario más entre los sanitarios. “Aquí nunca se descansa”, lamenta Pere Domingo, coordinador covid del centro. “Las camas que antes eran para los pacientes con coronavirus ahora están ocupadas por otras enfermedades”. Al poco rato, tres sanitarios vestidos con equipos de protección individual (EPI) conducen una camilla con un joven de 36 años. “Ponedlo en el box seis”. La covid siempre vuelve.

El paciente convive con enfermos con otras patologías. Ahora es la excepción en un espacio donde el coronavirus era la normalidad. Casi todos los boxes están llenos. Un usuario está afectado por una neumonía; otro se recupera de un accidente de tráfico y un tercero sufre una hepatitis. No se ven sanitarios ataviados con EPI y apenas hay un control de acceso a la planta. “Los boxes están aislados y no hay riesgo de contagio para el resto de usuarios”, resume Rosa Oms, infermera del área. “Todo el mundo va protegido con la mascarilla y solo los equipos que tratan a los pacientes con covid se ponen las EPI”. El ritmo no para, a pesar del descenso de la pandemia. “Ahora tenemos la misma actividad que en 2019″, apunta Indalecio Morán, responsable de la UCI.

La situación en el hospital barcelonés refleja la situación favorable en las unidades de críticos en España en relación a la pandemia. Apenas un 4% de las camas de todo el páis están ocupadas por pacientes afectados por la covid, la cifra más baja de estos dos años, y muy lejos del 45% que se alcanzó en el pico de la tercera ola.

El mejor momento en las UCI, sin embargo, no coincide con el mejor momento de las plantas convencionales. El número de pacientes críticos debería ser mucho mayor por la cantidad de hospitalizados que hay en los hospitales si se compara con otros periodos, explican los expertos. La cobertura vacunal y el menor impacto de ómicron han limitado el trasvase, entiende Pedro Castro, responsable del Área de Vigilància Intensiva del hospital Clínic de Barcelona. “Ahora la covid no es la enfermedad principal por la que ingresan”, apunta. En las UCI del centro solo cuatro pacientes sufren el coronavirus, aunque en ningún caso es la patología que les ha llevado a la unidad de críticos. “Tienen problemas neurológicos y cardiopatías, con el añadido de la covid”, añade Castro.

Ningún sanitario se atreve a ver la estabilidad en las áreas de críticos como una victoria. No hay rastro de optimismo radiante o de convencimiento. “Estamos expectantes, a ver qué pasa en las próximas semanas”, admiten Oms y Morán. El responsable de la UCI entiende que la actual normalidad, sin mascarillas en los interiores y con menos pruebas diagnósticas, lleva a una mayor transmisibilidad que puede abrir la puerta a nuevas mutaciones del virus. Y así no hay forma de sentirse tranquilo, aunque en las UCI apenas haya rastro de covid. “No nos gusta la actual situación”, admiten ambos sanitarios.

La sensación de cansancio parece enquistarse entre los profesionales. Acumulan seis olas y en el horizonte aparece la idea de un séptimo repunte. “La pandemia es como una maratón”, copara Castro. “Tienes que correr siempre a un ritmo constante, y durante las olas, te obligan a ir al esprint. El problema es que después no puedes parar para recuperarte, sino que debes mantener el ritmo. Y así no hay manera de descansar”.

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