CRÓNICA PARLAMENTARIA

Activistas y aplauso de Vox a Artadi

La dirigente de Junts utiliza el Parlament como sucursal del Ayuntamiento de Barcelona, haciendo campaña por su candidatura a la alcaldía

Elsa Artadi, durante un debate en el ParlamentAlberto Estévez (EFE)

Con toda parsimonia, aprovechando el pasmo general, cuatro personas se acercaron a la portezuela que separa la zona de público de la de los escaños del Parlament, y bajaron las escaleras a paso tranquilo hasta la tribuna de oradores. Allí se plantaron con carteles que decían cosas como “El pueblo no os da la palabra”, “Ni representantes ni legisladores, sois unos vividores”, junto a los logos de t...

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Con toda parsimonia, aprovechando el pasmo general, cuatro personas se acercaron a la portezuela que separa la zona de público de la de los escaños del Parlament, y bajaron las escaleras a paso tranquilo hasta la tribuna de oradores. Allí se plantaron con carteles que decían cosas como “El pueblo no os da la palabra”, “Ni representantes ni legisladores, sois unos vividores”, junto a los logos de todos los partidos.

La presidenta del Parlament, Laura Borràs, tuvo que suspender la sesión para desalojarlos. En los escaños de la CUP se cruzaron rápidas consultas sobre si correspondía aplaudirlos o no: lo hicieron, aunque los carteles del colectivo no distinguen entre ellos y Vox, por poner un ejemplo. Los activistas son el grupo Silenci. Plantem cara, que lleva meses con una protesta callada ante el edificio del Parlament. En una de sus pancartas se puede ver una imagen de Lluís María Xirinachs, el cura de la desobediencia pacífica de la Transición.

Estos veteranos de la lucha, la mayoría jubilados, entraron en el Parlament con invitación de los tres grupos independentistas, que no imaginaban el plan previsto. Esa performance fue sólo uno de los momentos estelares de una sesión francamente entretenida, en la que, por ejemplo, la dirigente de Junts, Elsa Artadi, fue aplaudida por Vox. Artadi utiliza el Parlament como sucursal del Ayuntamiento de Barcelona, haciendo campaña por su candidatura a la alcaldía, y esta vez se dedicó a pintar un panorama de inseguridad ciudadana tan siniestro que, claro, entusiasmó a la extrema derecha españolista. En su intervención, el líder ultra Ignacio Garriga la elogió y rubricó el panorama de la ciudad sin ley con su toque personal: un vertido de xenofobias premium acusando de todos los delitos a inmigrantes magrebíes.

Aunque el protagonista de la sesión fue el consejero de Educación, Josep González- Cambray. Varios grupos le pidieron la dimisión por su encontronazo con los docentes. A Cambray lo apoya el presidente, Pere Aragonès, pero sus socios, no. Antes del pleno, estaba convocada una foto del Govern para apoyar la protesta por la sentencia del 25% de castellano en la escuela: Junts no acudió. Todo eso mientras Albert Batet, portavoz de Junts, sigue compitiendo con cualquier líder de la oposición para ver quién critica más a ERC. Lo que se conoce como cultura de coalición.

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