“Si Ucrania deja las armas desaparece nuestro país”

Los ucranios plantan a ‘Aturem la Guerra’ y suplican la intervención de la OTAN

Manifestación de la comunidad ucraniana de Barcelona.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)

Mykola Pashyn es ucranio, tiene 29 años y vive en Barcelona desde hace siete años. Tras el ataque de Rusia se ha convertido en uno de los portavoces de la comunidad ucrania en la capital catalana. Ayer puso fin a la huelga de hambre que comenzó el pasado fin de semana cuando, junto a otros compatriotas, comenzó una protesta en la plaza Cataluña. Informa a todo aquel que tenga preguntas, recoge materiales y fondos para trasladar a los que están luchando en su país y denuncia la ocupación por parte de las tropas ru...

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Mykola Pashyn es ucranio, tiene 29 años y vive en Barcelona desde hace siete años. Tras el ataque de Rusia se ha convertido en uno de los portavoces de la comunidad ucrania en la capital catalana. Ayer puso fin a la huelga de hambre que comenzó el pasado fin de semana cuando, junto a otros compatriotas, comenzó una protesta en la plaza Cataluña. Informa a todo aquel que tenga preguntas, recoge materiales y fondos para trasladar a los que están luchando en su país y denuncia la ocupación por parte de las tropas rusas. “Tengo a toda mi familia allí intentando proteger mi país. Lo que yo hago aquí no es nada comparando con lo que se están sufriendo allí”, admite. Pashyn asume que la comunidad ucrania en Cataluña no es grande: “Tampoco sabemos el número. Nos basamos en los grupos de Whatssap que tenemos y no son muy fiables. Eso sí, todos tenemos muy claro que la solución para Ucrania solo puede venir de manos de una intervención militar de la OTAN contra las tropas rusas”.

El miércoles 3.500 personas se concentraron en la plaza Catalunya convocados por la Plataforma Aturem la Guerra, la misma que nació hace 19 años para protestar contra la guerra de Irak. En el acto no estuvieron presentes los representantes de las comunidades ucranianas. “No compartimos el mismo mensaje. No creemos en la paz a cualquier precio. Si Rusia deja las armas se acaba la guerra pero si Ucrania deja las armas se acaba el país”, resume Pashym. “Rusia acabará cayendo pero cada día que pasa es más traumático para nuestra población”, sentencia.

Ostap Petruschak tiene 31 años, también es ucranio y vino a vivir a Barcelona, con su familia, en 2003. “Estoy también en huelga de hambre pero creo que la romperé pronto. No aguanto más. Era una manera de llamar la atención y que todo el mundo supiera del conflicto pero ahora no tiene mucho sentido”, asume. Petruschak fue también de los que se marchó de la plaza Catalunya mientras duró la concentración de Aturem la Guerra. “Necesitamos defendernos. Tiene que haber una intervención militar de la OTAN, necesitamos armas, necesitamos ayuda para autodefendernos”, advierte Petruschak.

“Hasta 2014 nadie en Ucrania hablaba de la OTAN. Fue a partir de entonces, cuando la gente tuvo la certeza de que era necesario pertenecer a la organización para salvar el país de Rusia. Respetamos la concentración de Aturem la Guerra pero nosotros, ahora, lo que necesitamos son las tropas militares de la OTAN”, recume Petruschak.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Barcelona anunció ayer que rompe las relaciones institucionales con el consulado de Rusia en la ciudad hasta que restablezca la paz en Ucrania. Lo hizo la tercera teniente de alcalde de Transición Digital, Movilidad y Relaciones Internacionales, Laia Bonet. “Hemos comunicado al consulado ruso que desde el Ayuntamiento de Barcelona suspendemos relaciones. Seguiremos prestando la asistencia necesaria para dar apoyo a la comunidad rusa de la ciudad, pero no participaremos ni convocaremos actos oficiales”, escribió Bonet en las redes sociales.

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