Gobierno y Generalitat estudian traspasos pese al frenazo en la mesa de diálogo
Comienzan los trabajos técnicos para la próxima reunión de la Comisión Bilateral de finales de enero
La emergencia desatada por la sexta ola del coronavirus ha alterado muchos calendarios en la vida política del Gobierno, pero ese no será el caso de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat. Fuentes del Ministerio de Política Territorial explican que la reunión de este órgano constitucional (encargado de estudiar traspasos de competencias y analizar incumplimientos, entre otros) se realizará dentro del tiempo establecido (a fin...
La emergencia desatada por la sexta ola del coronavirus ha alterado muchos calendarios en la vida política del Gobierno, pero ese no será el caso de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat. Fuentes del Ministerio de Política Territorial explican que la reunión de este órgano constitucional (encargado de estudiar traspasos de competencias y analizar incumplimientos, entre otros) se realizará dentro del tiempo establecido (a finales de este mes) y no tendrá que esperar, como sucede con la mesa de diálogo entre Ejecutivos sobre el conflicto político en Cataluña. A la Generalitat le toca este año la presidencia rotatoria y, con ello, la potestad para convocar el encuentro. Esta semana se espera que comiencen los trabajos técnicos para cerrar el orden del día.
En el departamento de Presidencia, que lidera la republicana Laura Vilagrà, son muy cautos respecto al “estado embrionario” del orden del día, si bien la propia consejera explica que la idea es comenzar los trabajos preparatorios esta semana. La reunión de agosto fue la segunda que se celebra desde 2018 (la anterior había sido en 2011) y hay muchos temas sobre la mesa.
De ese encuentro de verano en Madrid se desprendieron acuerdos que fueron analizados después en las comisiones mixtas, grupos de trabajo sobre temas más específicos que dependen de la Bilateral. Por ejemplo, la de Infraestructuras, que se reunió en noviembre pasado. En ella, con el vicepresident Jordi Puigneró, de Junts, a la cabeza, se pactó la hoja de ruta para el traspaso de los recursos económicos necesarios en los Cercanías. La de Asuntos Económicos no se celebró de mutuo acuerdo, esperando a analizar los respectivos presupuestos.
En la lista de temas muy maduros está, por ejemplo, que se finalice el traspaso de las becas universitarias. Pese a que las conversaciones están muy avanzadas, explican fuentes cercanas a la negociación, la Generalitat quiere puntualizar cómo se pagará la gestión de estas ayudas. También figuran clásicos como completar el traspaso de las competencias de salvamento marítimo, o las concreciones sobre la disposición adicional tercera del Estatuto, que preveía que la inversión del Estado en Cataluña en infraestructuras debía equipararse al porcentaje del PIB que Cataluña aporta al Estado –alrededor del 19% anual– desde el 2007 al 2013. También está la gestión del Ingreso Mínimo Vital. Gobierno, para evitar la enmienda a la totalidad del PNV a los Presupuestos, accedió a esa transferencia para los vascos. La lista de traspasos pendientes del Estatuto tiene 52 puntos.
Pese a esa disponibilidad para negociar, en la Generalitat no ha sentado bien que se dé luz verde a la Comisión Bilateral mientras se ponen pegas a la mesa de diálogo, que también estaba prevista para enero pero que el Ejecutivo central considera prudente retrasar para atender la pandemia. Junts, los socios de ERC en el Govern, volvieron a criticar el lunes que el PSOE actúe de forma partidista y congele el diálogo, a su parecer, para sacar réditos electorales en las elecciones de Castilla y León.
El propio presidente Pedro Sánchez insistió ayer en una entrevista en la Cadena SER en que está comprometido con el diálogo en Cataluña, aunque sin “atarse” a una fecha para el encuentro. “Tendrá lugar, se celebrará, pero ahora mismo las instituciones estamos en algo mucho más importante para la ciudadanía, como es la urgencia sanitaria”, zanjó.
Críticas entre socio
En septiembre, en su encuentro en Barcelona para reactivar la mesa de diálogo, tanto Sánchez como el líder catalán, Pere Aragonès, acordaron una negociación con dos carriles distintos. El primero, el de la negociación sobre el conflicto político, surgido de un pacto entre PSOE y ERC para lograr la investidura de Sánchez hace dos años, y, el otro, los organismos de trato bilateral contenidos tanto en la Constitución como en el Estatut.
El propio Aragonès fue el que ubicó cualquier debate de corte sectorial en la Comisión Bilateral para evitar desviar así la atención de la idea de que se negocia una salida acordada al encaje territorial. Aunque ambas vías siempre dependerán de la voluntad de las partes, los foros contenidos en la legislación vigente se rigen por normas y tempos pautados. La única garantía de la mesa de diálogo es el acuerdo entre las partes.
La portavoz de Junts, Elsa Artadi, aprovechó el lunes para cargar contra el esquema actual del encuentro entre Ejecutivos. “Una mesa de diálogo sin reuniones ni es una mesa ni es diálogo”, dijo. Su homóloga en ERC, Marta Vilalta, le afeó que no participen: “El mejor lugar para confrontar propuestas es una mesa de diálogo y no haciendo declaraciones o tuits”, dijo.