La pandemia lleva a pérdidas a Fira de Barcelona tras facturar 60 millones en 2021
La entidad prevé recuperarse y facturar 170 millones el año que viene
Fira de Barcelona, la institución ferial de la capital catalana, ha sufrido este año el mazazo de la pandemia, más, si cabe, que en 2020. La entidad cerrará el ejercicio con una facturación de 60 millones de euros, la mitad de lo previsto, y entrará en pérdidas, con un beneficio bruto de explotación de 10 millones en negativo. Esta situación se debe a la impossiblidad de organizar congresos durante el primer semestre, a causa de las fuertes restricciones, y también a la menor asistencia en los eventos que sí que se pudieron hacer. En...
Fira de Barcelona, la institución ferial de la capital catalana, ha sufrido este año el mazazo de la pandemia, más, si cabe, que en 2020. La entidad cerrará el ejercicio con una facturación de 60 millones de euros, la mitad de lo previsto, y entrará en pérdidas, con un beneficio bruto de explotación de 10 millones en negativo. Esta situación se debe a la impossiblidad de organizar congresos durante el primer semestre, a causa de las fuertes restricciones, y también a la menor asistencia en los eventos que sí que se pudieron hacer. En cualquier caso, los responsables de la institución aseguran que los números son “asumibles” y que se recuperarán con creces en 2022, cuando prevén facturar 170 millones.
Organizar congresos no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, y la planificación a largo plazo es algo fundamental en este sector. Es por esto que en 2021, Fira ha cosechado peores números que en 2020: como los congresos se programan con muchos meses de antelación, en el peor año de la pandemia algunos de los servicios ya estaban contratados, pese a que los eventos se cancelaran, y Fira facturó 82 millones de euros. Además, el resultado del año pasado fue equilibrado (no hubo pérdidas) porque las administraciones —Fira es un consorcio entre el Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat y la Cámara de Comercio— hicieron una aportación extraordinaria de 10 millones de euros.
En el año que se cierra ahora, sin embargo, la situación ha sido complicada por la falta de eventos programados y la menor asistencia en los que se pudieron hacer, como por ejemplo en el Mobile World Congress, que pasó de sus 109.000 asistentes a 20.000 presenciales.
El director de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga, aseguró en la presentación de los resultados que el objetivo de Fira no es obtener rentabilidad, sino hacer de “motor” de la economía. Y que este 2021 ha servido para “arrancar” la organización de congresos, paralizada desde el inicio de la pandemia, y para preparar la recuperación en 2022. El año que viene, Fira de Barcelona prevé facturar 170 millones de euros y organizar 130 salones. La institución también contará con el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona, cuya gestión asumió Fira en noviembre, y que sumará 50 congresos, lo que supondrá el 17% de la facturación.
Este año que viene, los congresos seguirán siendo más pequeños a causa de la pandemia. El presidente del consejo de administración de Fira de Barcelona, Pau Relat, explicó que, pese a la mejora de la economía, 2021 ha sido un “año más complejo de lo que esperábamos” por la fuerte incidencia de la pandemia, que no ha permitido normalizar el calendario ferial.Con todo, se han celebrado más de 50 acontecimientos presenciales, más reducidos de lo habitual. Sobre la incidencia que puede tener la nueva ola de la pandemia en la celebración de grandes salones como el Mobile o ISE, Serrallonga aseguró que, hoy por hoy, los organizadores están “decididos” a celebrarlos.