Barcelona se reivindica como capital mundial del pacifismo
Un congreso con 2.600 participantes aboga por un futuro desmilitarizado frente al “abismo ecológico y social”
Barcelona clausuró este domingo el segundo Congreso Mundial por la Paz en el Centro de Cultura Contemporánea, después de tres días de conferencias, talleres y eventos culturales. Bajo el título (Re)imagina el mundo. Acción por la paz y la justicia, la cita logró reunir a más de 2.600 personas en un formato híbrido: 900 de forma presencial y 1.700 en línea desde 126 países. Las actividades estuvieron organizadas por la Agencia Internacional por la Paz (IPB, según sus siglas en inglés) y por el Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP).
“Otro mundo es posible”, destacó Phil...
Barcelona clausuró este domingo el segundo Congreso Mundial por la Paz en el Centro de Cultura Contemporánea, después de tres días de conferencias, talleres y eventos culturales. Bajo el título (Re)imagina el mundo. Acción por la paz y la justicia, la cita logró reunir a más de 2.600 personas en un formato híbrido: 900 de forma presencial y 1.700 en línea desde 126 países. Las actividades estuvieron organizadas por la Agencia Internacional por la Paz (IPB, según sus siglas en inglés) y por el Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP).
“Otro mundo es posible”, destacó Philip Jennings, copresidente de la IPB, a través de videollamada durante la última conferencia plenaria. La clausura sirvió para presentar lo que Jennings denominó “Declaración de Barcelona”, un documento que aboga por un futuro desmilitarizado y sostenible frente al “abismo nuclear, ecológico y social”.
Durante el acto también intervinieron otros cinco expositores, esta vez presencialmente. Esto sirvió además para ofrecer una segunda declaración, a cargo de Binalakshmi Nepram, de la Red de Mujeres Sobrevivientes de Armas de Fuego de Manipur (India). La Declaración de los Pueblos Indígenas llamó, entre otras reivindicaciones, a que se detenga el asesinato de los indígenas en Myanmar, además de la liberación de los presos políticos tras el golpe de estado que sufrió el país asiático el 1 de febrero de 2020.
En un momento que arrancó los aplausos del público, la ponente que presentaba el Plan de Acción Regional, Yara El Harake, resaltó la necesidad de hacer un discurso atractivo sobre la paz, como aquel que “venden” los que promueven la guerra; y reivindicó el papel de las comunidades locales: “Creo que muchos activistas sobre el terreno tienen pasión, entonces tomar la acción también es reconocer todas las acciones que vienen dadas desde antes por las comunidades locales”, argumentó.
Otro de los objetivos trazados fue el de llevar la declaración final de acción a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que tendrá lugar en Glasgow a partir del 1 de noviembre.
El congreso también ha servido para que distintas entidades que reivindican el pacifismo en Cataluña se reúnan físicamente por primera vez desde que empezó la pandemia. Esto ha favorecido que se alcance el compromiso de organizar un Congreso Catalán de Cultura de Paz en los próximos dos años.
Así lo explicó el director del ICIP y miembro del comité local, Kristian Herbolzheimer: “El movimiento por la paz tiene que dar un paso más para que los compromisos institucionales lleven a las transformaciones necesarias. Necesitamos actualizar nuestro discurso y buscar nuevas alianzas para tener un mayor impacto”, sentenció.
Las actividades fueron inauguradas el pasado viernes con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès; así como de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. También participaron en la sesión inaugural personalidades como el político británico Jeremy Corbyn o Beatrice Fihn, directora ejecutiva de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares. Además de otras figuras relevantes, como el intelectual Noam Chomsky, a través de un vídeo que se proyectó durante la última jornada.
El Congreso Mundial por la Paz celebró su primera versión en Berlín en 2016 y nació, según sus organizadores, con el objetivo de dinamizar el pacifismo a nivel internacional. Para ello, el IPB busca posicionar el congreso como “un punto de encuentro entre diferentes actores”, así como “redefinir” la manera de entender la acción por la paz. En esta ocasión contó con 42 talleres, además de tres conferencias plenarias y múltiples actividades culturales.
El próximo congreso está aún por definirse, y las conversaciones de la IPB apuntan a ello, según fuentes de la organización. Con todo, Reiner Braun, director ejecutivo de la IPB, apuntó durante su intervención en la conferencia plenaria final que la siguiente cita será en cinco años en Asia.
Asimismo, Braun instó al público a no desistir en la acción por la paz en este tiempo, e invitó a continuar trabajando en acciones, como la protesta contra la militarización en el marco de la cumbre de la OTAN que tendrá lugar el próximo junio en Madrid. Y, en líneas generales, apeló a la construcción de un tejido por la paz en cada comunidad, ciudad y país.
El IPB ha entregado a Black Lives Matter el Premio de la Paz Sean MacBride, que otorga anualmente a una persona u organización con una labor destacada por la paz, el desarme y/o los derechos humanos. El galardón ha sido entregado por “la dedicación y el trabajo del movimiento para crear un mundo donde la vida de las personas negras pueda prosperar”.