La oposición se ausenta del acto del Parlament para reconocer a los “represaliados” por el ‘procés’
La presidenta de la cámara, Laura Borràs, insta a la Generalitat a que retire las acusaciones contra activistas independentistas
El Parlamento de Cataluña vivió este viernes un polémico inicio de los actos conmemorativos de la Diada con la entrega de las medallas de oro de la institución. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, reconoció el carácter “político” de la concesión de la medalla de honor de la cámara catalana a los “represaliados” por el procés que se realizó en un acto en el Parlament, un día antes de la celebración de la Diada. En la intervención que cerró el acto, Borràs pidió a la Generalitat que se retire como acusación en ...
El Parlamento de Cataluña vivió este viernes un polémico inicio de los actos conmemorativos de la Diada con la entrega de las medallas de oro de la institución. La presidenta del Parlament, Laura Borràs, reconoció el carácter “político” de la concesión de la medalla de honor de la cámara catalana a los “represaliados” por el procés que se realizó en un acto en el Parlament, un día antes de la celebración de la Diada. En la intervención que cerró el acto, Borràs pidió a la Generalitat que se retire como acusación en los procedimientos penales abiertos contra independentistas. De hecho, esa ha sido una de las críticas que se habían formulado a la concesión del galardón por parte de algunos colectivos de independentistas que han sido condenados por la Audiencia de Barcelona. El acto simbólico de la entrega de la medalla de honor, que quedará depositada en el Museo de Història, tuvo una fuerte carga partidista que llegó a incomodar, no solo a los partidos no independentistas, sino también a ERC.
La presidenta de la cámara reconoció la polémica que ha abierto la concesión de esa medalla de honor que en anteriores ocasiones se ha dado con el consenso de todos los miembros de la mesa del Parlament. En esta ocasión, fueron los representantes de Junts per Catalunya, ERC y la CUP —cinco de las siete sillas— los que accedieron a conceder esa medalla a propuesta de Borràs a las “personas víctimas de la represión y a los colectivos jurídicos que las defienden”. Una decisión que desagradó al resto de grupos de la cámara —PSC, comunes, Cs, PPC y Vox—, que acusaron a la presidenta de hacer partidismo con un galardón institucional. De hecho, socialistas, populares, naranjas y Vox no participaron en el acto de entrega de las medallas que ha tenido claros mensajes políticos en varios de los parlamentos que se han producido, recordando el referéndum ilegal del 1 de octubre, las cargas policiales en los colegios y los enfrentamientos posteriores a la sentencia de los procesados por el procés.
La glosa de los condecorados la pronunció el periodista Vicent Partal, que cargó contra los partidos de la mayoría independentista y sus batallas “partidistas”. “Nos habéis decepcionado; habéis dejado a mucha gente en la estacada, nos habéis pegado con una Brimo que tendría que estar disuelta desde hace tiempo, nos habéis llevado a juicio y habéis pedido años de prisión en nombre de la Generalitat, habéis dejado que la soberanía de este Parlament haya sido pisada”.
Además de Partal, y en nombre de los homenajeados han hablado la jurista Anna Llauradó y el activista Roger Español, que perdió un ojo por el impacto de una pelota de goma durante el referéndum ilegal del 1-O y más tarde formó parte de las listas de JxCat al Senado. Ambos han coincidido en reclamar a la Generalitat que se aparte de las causas contra activistas independentistas en las que está personada. Entre el público de la ceremonia de entrega de la medalla honor, estaban el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y sus consejeros, los expresidentes catalanes Artur Mas y Quim Torra, y representantes de los grupos de ERC, Junts, CUP y comunes.
Borràs reconoció que la concesión de estas medallas ha incomodado aparte del arco político catalán: “Pero habrá valido la pena si sirve para evidenciar que las cosas no se han acabado con el indulto parcial de los presos y evidenciar que somos un pueblo que no se da por vencido. Habrá valido la pena si seguimos adelante parta culminar el 1 de octubre”. Y ha defendido la fuerza de los símbolos para lograr cambios políticos: “¿De verdad que no reconoceremos la fuerza de los símbolos cuando símbolos como un lazo, el color amarillo o una pancarta han estado directamente apuntados y censurados por un ente como la Junta Electoral Central?”