“La laguna de La Ricarda es insustituible”
El biólogo Joan Pino y el catedrático en ecología Narcís Prat defienden que la afectación al espacio natural por la ampliación del aeropuerto de Barcelona sería “irreparable”
“La laguna de La Ricarda es insustituible y no se puede compensar”. Joan Pino, biólogo y director del Centro de Recerca Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), adscrito a la UAB; y el profesor emérito y catedrático de la Univesitat de Barcelona (UB) Narcís Prat coincidieron este miércoles en una visita para periodistas organizada por el Consorcio para la protección y Gestión de ...
“La laguna de La Ricarda es insustituible y no se puede compensar”. Joan Pino, biólogo y director del Centro de Recerca Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), adscrito a la UAB; y el profesor emérito y catedrático de la Univesitat de Barcelona (UB) Narcís Prat coincidieron este miércoles en una visita para periodistas organizada por el Consorcio para la protección y Gestión de los espacios naturales del Delta de Llobregat, que la afectación de la ampliación de 500 metros de la tercera pista del aeropuerto de El Prat a la laguna de La Ricarda, un espacio protegido en la Red Natura 2000, sería “irreparable”.
La visita fue autorizada por la familia Gomis-Bertrand y permitió acceder a un espacio natural cerrado al público pero donde se concentra una elevada biodiversidad a escasos 20 minutos del centro de Barcelona. La visita terminó en de la acristalada Casa Gomis, frente a la playa del Prat de Llobregat, también conocida como la casa de La Ricarda, y que en marzo fue declarado bien cultural de interés nacional en la categoría de monumento histórico por su arquitectura modernista.
En la visita, aparte de los científicos Joan Pino y Narcís Prat, también participaron la gerente del consorcio, María José Albadeljo; el arquitecto encargado de la conservación de la Casa Gomis y una de las propietarias del inmueble, Marita Gomis. Marita aseguró ayer que Aena no se ha puesto en contacto con la propiedad para informar sobre sus planes de ampliación y se quejó de desinformación.
La ampliación de El Prat, que lleva aparejada una inversión de 1.700 millones de euros y la previsible creación de más de 80.000 puestos de trabajo directos, según un estudio encargado por Aena a investigadores de la UB, supondría sin embargo “la desaparición de buena parte de este espacio”, según defendió ayer Joan Pino frente al embarcador de l’estany, la Maresma y la desembocadura de La Ricarda, tres de los puntos más destacables desde un punto de vista ambiental.
La ampliación tiene como objetivo impulsar las cifras de operaciones y de viajeros, y está impulsada por más de 200 entidades económicas y empresariales, que piden al Govern a posicionarse tras años de demandas. Aena afirma que, a cambio de cada hectárea ocupada por el alargamiento de la tercera pista del aeropuerto de Barcelona, la empresa pública compensará con 10 hectáreas más de áreas protegidas.
A Pino y Prat no les convence la idea y ayer defendieron que dicha compensación, aunque se hiciese, no podría sustituir nunca el espacio natural de pinares y de humedales habitado por 43 especies incluidas en la directiva de aves protegidas, orquídeas (hasta 23 tipos diferentes), peces y reptiles. “No es solo un estanque de patos”, reiteró Pino mientras varios airbus que despegaban de El Prat y ensordecían por segundos sus explicaciones sobre un ecosistema que en épocas de inmigración también cobija a flamencos llegados de África.
Los municipios de Viladecans, Gavà y Sant Boi, formaron la pasada semana una mesa de trabajo conjunta con la Asociación Empresarial del Baix Llobregat, el Instituto Agrícola y las cooperativas agrícolas de Viladecans y Gavà para “ser un interlocutor válido y competente para gestionar esta oportunidad única de implementar la ampliación del aeropuerto”.