Las quejas por el puerta a puerta no cesan, mientras el Ayuntamiento de Barcelona celebra la mejora en el reciclaje
La recogida selectiva de basura ha saltado del 35% al 65% desde que arrancó el 24 de mayo
La implantación del sistema de recogida de basura puerta a puerta en el casco antiguo del barrio de Sant Andreu de Barcelona no es una balsa de aceite. Las quejas por el funcionamiento del sistema y la presencia de basura en la calle no remiten. El lunes un grupo de cien vecinos irrumpió en el Consejo de Barrio, interrumpiéndolo durante media hora. Mientras, el Ayuntamiento cel...
La implantación del sistema de recogida de basura puerta a puerta en el casco antiguo del barrio de Sant Andreu de Barcelona no es una balsa de aceite. Las quejas por el funcionamiento del sistema y la presencia de basura en la calle no remiten. El lunes un grupo de cien vecinos irrumpió en el Consejo de Barrio, interrumpiéndolo durante media hora. Mientras, el Ayuntamiento celebra que con el Puerta a Puerta el reciclaje ha mejorado en solo una semana: la recogida selectiva ha saltado del 35% al 65% desde que arrancó el día 24 de mayo.
Implantado en 5.475 hogares, “el 73% del vecindario ya participa en el nuevo sistema de recogida, un porcentaje elevado y satisfactorio en modelos de implantación similares, con zonas colindantes con contenedores”, ha informado el consistorio en una nota. El Ayuntamiento ha recordado que las personas con movilidad reducida pueden solicitar el servicio que se encarga de bajar la basura a la calle.
El sistema tiene también partidarios que entienden que el esfuerzo vale la pena, pero como ocurre en estos casos, las quejas son las que hacen ruido. La del lunes fue la segunda tras la del viernes pasado, cuando 500 personas pidieron la retirada del sistema del ante la sede del distrito y colgaron basura en la puerta. Las fotos de bolsas de basura tiradas el día que no toca según el calendario se siguen difundiendo en las redes sociales.
La oposición se ha sumado a las críticas. Junts per Catalunya asegura que no está en contra del sistema, pero piden mejoras y correcciones en los aspectos más polémicos. En parecida línea, ERC también señala que el sistema es necesario, pero asegura que no se ha implantado en el mejor momento (con la desescalada y en vísperas al verano), “ha faltado flexibilidad, empatía y buena pedagogía, lo que ha provocado descontento vecinal”.
El consistorio resalta los ajustes realizados (como el servicio de recogida para personas que no pueden bajar a la calle o más informadores en la calle) y mantiene que entre febrero y abril “se hicieron un total de 555 reuniones con presidentes de comunidades de vecinos y 931 contactos con actividades económicas de la zona”.