La temporada de playa con la arena más disputada

Barcelona inicia la estación media de baño con menos espacio y ocupado por deportistas

Aficionados al voley playa ocupan la mayoría del espacio en la playa del Bogatell de Barcelona, este sábado.Joan Sanchez

Han pasado ya tres olas de la pandemia del coronavirus. Siguen las restricciones, pero ya se puede salir de la ciudad e ir al gimnasio. Pero vista la afluencia, pinta que la playa se ha consolidado como espacio de ocio y deporte al aire libre. Y que ya no tiene marcha atrás. ...

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Han pasado ya tres olas de la pandemia del coronavirus. Siguen las restricciones, pero ya se puede salir de la ciudad e ir al gimnasio. Pero vista la afluencia, pinta que la playa se ha consolidado como espacio de ocio y deporte al aire libre. Y que ya no tiene marcha atrás. No es aquél frenesí marcado por unas horas concretas de cuando nos dejaron salir en primavera del año pasado, pero el litoral de Barcelona sigue a tope desde buena mañana. La fiebre por el vóley playa lleva a sus practicantes a madrugar para pillar sitio y montar redes a las ocho; también en la arena se practica pilates, boxeo, danzas urbanas, yoga... Ocurre cuando los surferos y los que nadan en el mar llevan ya horas en el agua. Los que pedalean y caminan rápido no tienen horario, están siempre.

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Barcelona ha arrancado este sábado la temporada (media) oficial de baño con la arena de las nueve playas más disputada que nunca. Y cuando algunas todavía padecen los estragos de los temporales de otoño. Las que más arena han perdido son las de Sant Sebastià, la que hay detrás de la duna de la Mar Bella, la nudista, y la de Llevant. La nudista no está cerrada, pero tiene un buen tramo de rocas vallado. A la lucha por los metros cuadrados se han sumado desde el viernes los chiringuitos, con sus terrazas y hamacas (abiertos de 8 a 17 horas y después para llevar). Y otra novedad de este año: los puestos de los socorristas. Mucho más grandes, con caseta, balcón y escalera, igual que los de la serie que más furor playero ha levantado: Los vigilantes de la playa.

Para calibrar si hay mucha o poca gente no hay nada como escuchar a los veteranos y más fieles: los jubilados que bajan cada día desde cualquier barrio de la ciudad, haga sol, viento o llueva. Pero para departir con José Llombart, de 82 años, hay que esperar a que termine una serie de planchas. Las hace con los pies en una valla y las manos en dos aparcamientos para bicis. Cualquiera sin una mínima forma física se partiría la crisma. Él le quita hierro. “Bajo caminando de Sant Pau, me baño, hago ejercicio, que no deporte, y a las 11 estoy en casa”, explica. “Es verdad que el voleibol se ha puesto de moda, los fines de semana hay por lo menos cien redes”, señala. “Pero las alumnas de la Bárbara vienen cada día”, explica sobre una clase diaria de estiramientos que congrega a “señoras de 75 a 80 años y algún señor”.

Lo del voleibol playa es tal cual un mar de redes amarillas, del Decathlon. Hace tres años eran cuatro gatos, pero la pandemia y las ganas de aire libre, de deporte, de no llevar mascarilla ni agobiarse por las distancias han popularizado el deporte. Ahora, además, en la arena han irrumpido otros dos tipos de redes: las de los que practican una mezcla entre vóley y futbol; y las del beach tennis, que por las raquetas recuerda al pádel.

Lo cuenta Marta Saiz, que lleva practicando voleibol en la playa desde 2018. “Aire libre, deporte, mar, música, comida, es un lujo”, asegura. Llegó a la práctica desde la aplicación Meetup, punto de encuentro de grupos que practican deporte, idiomas, hacen vida social, cultural... Saiz explica que en pocas semanas, cuando lleguen los bañistas, los informadores del Ayuntamiento pedirán que solo se instale una hilera de canchas de voley. Ahora, entre el paseo y el agua hay cuatro. Sumadas las de las playas de Nova Icària y Bogatell, hay fácilmente 200.

También dan cuenta de que la playa está a tope (no de gente sino de canchas de volei) Raúl y Rony, venezolanos y aficionados a la pesca. Se colocan en el espigón de la Mar Bella, “porque más para la Barceloneta no se cabe, ahora la gente tiene un desespero que no se entiende; si nos aguantáramos todos dos años después tendríamos la libertad de antes”, lamenta Raúl mientras monta la caña.

A pocos metros tres muchachas practican pilates; y en el segundo espigón son una veintena. Igual que está el frente-voley-arena, hay un numeroso comando colchoneta. Desde Sant Sebastià, frente al edificio corporativo de Desigual, hasta la placa fotovoltaica del Fòrum, toman los rincones más tranquilos, sean de cemento, arena o césped. Como el grupo que practica Animal flow. Una disciplina que consiste en imitar movimientos animales, explica Abraham Briones, del SamFitClub. Funcionan como un gimnasio, con sus cuotas, y tienen varias ubicaciones en las playas o parques de la ciudad.

La temporada media de 2021 se extenderá hasta el 5 de abril, los fines de semana de abril y mayo y del 13 al 25 de septiembre. La alta va del 29 de mayo al 12 de septiembre. En los próximos días se pondrán en marcha las principales recomendaciones y herramientas para evitar la propagación del coronavirus. Se volverá a activar el sistema semafórico en la web para poder consultar la ocupación de cada playa y se activarán 20 informadores. También han comenzado a trabajar los servicios de salvamiento y socorrismo, se han abierto los baños y duchas, y se refuerza la limpieza de la arena y las áreas para perros.

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