Los trabajadores de Nissan anuncian movilizaciones si no se les da un proyecto de relevo

Denuncian que la empresa elude el compromiso de hallar un inversor que aporte continuidad al empleo

La Zona Franca de Barcelona, donde se encuentra la planta de Nissan.NISSAN (Europa Press)

El conflicto arranca de nuevo en Nissan. Más de medio año después del acuerdo que, sobre el papel, ponía fin a la pelea entre la compañía automovilística y sus trabajadores de las fábricas de Cataluña, el desencuentro resurge. “El conflicto no se acaba hasta que se reindustrialicen las plantas”, afirman los sindicatos, y anuncian nuevas movilizaciones si empresa y Generalitat no mueven ficha para dar con un proyecto que gara...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El conflicto arranca de nuevo en Nissan. Más de medio año después del acuerdo que, sobre el papel, ponía fin a la pelea entre la compañía automovilística y sus trabajadores de las fábricas de Cataluña, el desencuentro resurge. “El conflicto no se acaba hasta que se reindustrialicen las plantas”, afirman los sindicatos, y anuncian nuevas movilizaciones si empresa y Generalitat no mueven ficha para dar con un proyecto que garantice la supervivencia de hasta 20.000 puestos de trabajo, entre personal de Nissan y el de industrias auxiliares. La falta de soluciones para el que, dicen los sindicatos, es el mayor cierre de una empresa en España en los últimos 40 años, agita el enfrentamiento.

Más información

En una rueda de prensa convocada este martes, los sindicatos CCOO, SIGEN-USOC, UGT y la CGT han desvelado la incertidumbre y las dudas de los operarios porque no avanza el plan para garantizar la reindustrialización de la factoría de la Zona Franca y de las fábricas de Montcada y Sant Andreu de la Barca. “Nos dijeron que las instalaciones y la formación de los trabajadores permitían fácil la reindustrialización”, manifiesta Miguel Ángel Boiza, de CCOO. El incentivo de poder hallar, de manera ágil, un nuevo proyecto empresarial que garantizase un relevo para Nissan evitó, aseguran los sindicatos, que la plantilla no llevase a los tribunales un Expediente de Regulación de Empleo que “no tenía motivo”. Pero esa ventana que da al futuro no termina de abrirse y los sindicatos avisan: “si tenemos que volver a las calles no lo vamos a dudar”.

La plantilla de Nissan conoce bien de lo que habla. Encadenó más de dos meses de movilizaciones al conocer los planes de la multinacional japonesa para clausurar sus plantas de Cataluña. Tras tensas negociaciones, con reuniones entre sindicatos y empresa que se alargaron más de 30 horas seguidas, a primeros de agosto se puso sobre la mesa una propuesta que, en principio, desbloqueaba, el conflicto. Un plan de prejubilaciones para aligerar la plantilla en unos 1.000 efectivos y el compromiso de, a lo largo de este año, hallar un proyecto empresarial viable que permita dar continuidad a la actividad en las mismas instalaciones de la compañía japonesa.

Una fábrica de baterías para abastecer el mercado español y parte del europeo de vehículos eléctricos, un centro (“hub”) de electromovilidad integrado por varias empresas, y un proyecto para ensamblar coches eléctricos es lo que ha llegado, por ahora, a la comisión de trabajo para la reindustrialización, una mesa integrada por la dirección de Nissan Motor Ibérica, la representación de los trabajadores y las administraciones públicas. “Ojalá el problema fuese tener 10 o 15 proyectos para estudiar”, admiten los sindicatos, que a la vez denuncian inacción de la empresa y de la Generalitat para atar una apuesta a la que no le faltan novios. La Comunidad Valenciana y el Gobierno de Aragón han hecho público su interés por acoger una fábrica de baterías que alimente el mercado del coche eléctrico.

Los representantes de los trabajadores critican que Nissan se ponga de perfil a la hora de completar la transición a la que se comprometió tras anunciar su retirada: “Nissan tiene que ser consciente de lo que ha hecho, es la principal culpable de la situación en la que estamos”, manifiesta Manel Sanz, de UGT. Más de medio año después del acuerdo entre empresa y trabajadores, estos denuncian que la compañía no ha redactado el libro de los activos que tiene en sus instalaciones, un documento fundamental para dar toda la información posible a inversores interesados en explotar las plantas. “La apuesta por reindustrializar nuestro puesto de trabajo es una apuesta segura”, defiende Joaquín Cano, del sindicato CGT. “Nissan ha tenido beneficios cada año, ni el año del cierre ha conseguido demostrar que haya habido pérdidas”, abunda.

Archivado En