Los ‘azzurri’ del cine visitan Barcelona (virtualmente)
El seleccionador de las ocho películas de la Mostra de Cinema Italià de Barcelona (del 11 al 18 de diciembre, ‘online’) las considera una muestra de lo que está pasando en su país
Como cada año, desde hace nueve y esta vez en formato online a través de la plataforma Sala Verdi Virtual, la Mostra de Cinema Italià de Barcelona toma el pulso al cine más reciente que se está haciendo en Italia. De la mano de Filmitalia, del Instituto Luce Cinecittà, presenta entre el 11 y el 18 de diciembre ocho títulos que ...
Como cada año, desde hace nueve y esta vez en formato online a través de la plataforma Sala Verdi Virtual, la Mostra de Cinema Italià de Barcelona toma el pulso al cine más reciente que se está haciendo en Italia. De la mano de Filmitalia, del Instituto Luce Cinecittà, presenta entre el 11 y el 18 de diciembre ocho títulos que han pasado por diversos festivales internacionales. “Se trata de películas con recorrido en festivales que nos enseñan cómo son vistas estas películas fuera de Italia”, explica Giorgio Gosetti, delegado general de la sección Venice Days del Festival de Venecia, director de la Casa del Cinema de Roma y responsable de la programación de la Mostra.
“Por otro lado, hemos buscado películas que den a entender lo que está sucediendo en este momento en Italia”, dice el responsable del cartel. Las ocho que ha seleccionado tienen varios puntos en común. “Por un lado, el miedo a la diversidad”, explica el periodista, “pero también la relación entre padres e hijos”. “Se llame fascismo, o se llame populismo conservador… estamos ante un capítulo que Italia, y diría que Europa entera, no ha cerrado bien. ¡Aquí todavía somos partisanos o conservadores!” Non odiare, que se verá en España esta primavera, cuenta cómo un cirujano (Alessandro Gassman), hijo de un superviviente judío del Holocausto, auxilia a un hombre que ha tenido un accidente de coche y descubre que lleva tatuada una esvástica en el pecho. “Nos planta ante la pregunta: ¿sabemos rendir cuentas? Igual que Padrenostro, que remite a un atentado de las Brigadas Rojas, es decir, desde el otro lado. I predatori, que nos sumerge en una familia obrera fascista, nos coloca más bien ante el miedo”. Este miedo, que es “el miedo al diferente, a quien, como tal, convertimos en el malo”, se da en todo el continente: “Europa siempre había sido curiosa respecto a lo extraño y ahora tiene miedo de lo extraño”.
En cuanto a las relaciones generacionales, Gosetti considera que tampoco escapan al miedo: “La pregunta aquí es: ¿sabemos hablar entre generaciones?”, plantea el experto. “Desde los años 80 y 90 unos y otros querrían hablarse, pero no saben cómo hacerlo”. En Figli, son significativos los discursos terribles entre una hija cuarentañera a su madre: la mujer le echa en cara que son una generación nacida en la posguerra, que han disfrutado del boom económico, que han malgastado en los 80 y 90, que no han pensado en las generaciones sucesivas y que ahora están disfrutando de sus pensiones, sin dejar nada a nadie. La respuesta de la anciana es demoledora: “Tenéis que entender de una vez por todas que nosotros, los ancianos, somos una fuerza silenciosa y tranquila, pero cuidado si nos enfadamos… porque somos más y con las pensiones tenemos en jaque a toda la economía nacional. Nos falta solo un poco de conciencia y cohesión para poderos dar por culo a todos, por fin”.
Aun así, Gosetti se resiste a hablar de mensaje: “Yo creo que, como decía Billy Wilder, si un director de cine quiere transmitir un mensaje utiliza el correo postal”. Pero a la vez es consciente de que cineastas, en cuanto artistas, “respiran antes que nadie el momento que una sociedad está viviendo y, por lo tanto, entienden los cambios antes que nadie”.
Europa siempre había sido curiosa respecto a lo extraño y ahora tiene miedo de lo extrañoGiorgio Gosetti
Cinematográficamente, Gosetti hace un símil futbolístico con su selección de películas: “Es como un gran equipo de fútbol, aunque solo sean ocho: tenemos al cerebro, al inisesta, que sería Francesco Bruni (Cosa sarà), una especie de director de orquesta; a las promesas, los de la cantera, como Carlo Castellito, que debuta en la dirección con I predatori, y Mauro Mancini, que lo hace con Non odiare; luego están los que cambian todo, los fantasisti, los genios: Emma Dante (Le sorelle Macaluso) que proviene del teatro, y Giorgio Diritti (Volevo nascondermi), que procede del documental; por último, está el valor seguro, como Claudio Noce (Padrenostro) o incluso Fabrizio Laurenti y Niccolò Vivarelli que han realizado el documental sobre Piero Vivarelli”.
Esta selección, además, está totalmente centrada en el momento actual: “El cine necesita la modernidad y limitar los clichés del pasado”, sostiene Gosetti. “Hubo momentos en la historia en que coincidieron Rossellini, Visconti o Antonioni, igual que también coincidieron Raffaello, Michelangelo y Leonardo (a quienes solo han reunido de nuevo las tortugas ninja…), pero nuestro cine no debe ser prisionero de nuestra historia. ¡Sorrentino no es Fellini ni tiene que serlo!”
Pero el cine más reciente está trabajando ahora con un tema inevitable: la pandemia. “Y volveremos a toparnos con el miedo al diferente: ¿Y si este tío me contagia?, es la pregunta…” analiza Gosetti, que está seguro de que el confinamiento dará un cine diferente. “Por encima de las películas que se hagan sobre todo lo que hemos hecho en casa durante tantos meses, me interesa en qué habrá cambiado el cine, me interesa saber si mañana el cine será igual que antes”.
Las ocho películas
I predatori, de Pietro Castellitto, 11 diciembre.
Volevo nascondermi, de Giorgio Diritti, 12 diciembre.
Figli, de Giuseppe Bonito, 13 diciembre.
Padrenostro, de Claudio Noce, 14 diciembre.
Cosa sarà, de Francesco Bruni, 15 diciembre.
Non odiare, de Mauro Mancini, 16 diciembre.
Live As a B-Movie: Piero Vivarelli, de Fabrizio Laurenti y Niccolò Vivarelli, 17 diciembre.
Le sorelle Macaluso, de Emma Danta, 18 diciembre.