Entidades de vivienda ocupan la sede de un fondo de inversión en Barcelona
Los activistas piden que se paren los desahucios y se cumpla la ley autonómica
Unas decenas de activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y de sindicatos de inquilinos y de vivienda ocuparon este lunes la sede de la inmobiliaria Haya Real Estate, propiedad del fondo de inversión Cerberus, en el marco de una jornada de protesta. Las oficinas estaban vacías y varios centena...
Unas decenas de activistas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y de sindicatos de inquilinos y de vivienda ocuparon este lunes la sede de la inmobiliaria Haya Real Estate, propiedad del fondo de inversión Cerberus, en el marco de una jornada de protesta. Las oficinas estaban vacías y varios centenares de manifestantes se concentraron en la calle, en la avenida Josep Tarradellas de Barcelona.
Los convocantes defendieron en un comunicado y en rueda de prensa en la calle su exigencia a Cerberus “que pare todos los desahucios, haga alquileres sociales en todas sus viviendas y cumpla con las leyes catalanas”. “No nos iremos hasta conseguir una interlocución”, afirmaron.
La protesta contra Cerberus se decidió hace justo un año, durante el Congreso de Vivienda que estos movimientos celebraron en Barcelona, donde eligieron a esta firma por ser una de las que más viviendas concentran en Cataluña con familias afectadas por desahucios o subidas del alquiler que tachan de abusivas. El lema es Guerra a Cerberus. “Actualmente, en el movimiento por la vivienda contamos con más de 200 familias afectadas por el fondo buitre y empresas de su entramado en Cataluña”, aseguraron.
“Según las leyes aprobadas en el Parlament, como la 24/2015, los grandes propietarios como Cerberus están obligados a ofrecer alquileres sociales a familias vulnerables”, añadieron. “Sin embargo estos alquileres sociales no se ponen sobre la mesa en la mayoría de ocasiones”, aseguraron. Cerverus, informaron, gestiona carteras inmobiliarias que habían pertenecido al BBVA o a la Sareb, que se quedó con los activos tóxicos de la banca.