El retraso en las notas de Selectividad en Cataluña dificulta la inscripción de los estudiantes en otras regiones
Los alumnos catalanes han conocido las calificaciones cuando algunas universidades ya han cerrado el plazo de solicitudes
Estela Guindal acaba de conocer sus notas de Selectividad. Está contenta porque le llega para estudiar lo que ella quería: Medicina. Aunque vive en Vilanova i la Geltrú, a unos 50 kilómetros de Barcelona, pensaba irse a estudiar a Salamanca. “Allí viven mis abuelos y estaría a 10 minutos de la universidad. Si me quedo aquí tendría que ir cada día a Barcelona en tren, se tarda casi una hora y siempre hay retrasos”, tercia la joven. Pero sus planes se han visto truncados por un problema burocrático: las universidades debían publicar las notas de la Selectividad antes del 17 de julio -según marca...
Estela Guindal acaba de conocer sus notas de Selectividad. Está contenta porque le llega para estudiar lo que ella quería: Medicina. Aunque vive en Vilanova i la Geltrú, a unos 50 kilómetros de Barcelona, pensaba irse a estudiar a Salamanca. “Allí viven mis abuelos y estaría a 10 minutos de la universidad. Si me quedo aquí tendría que ir cada día a Barcelona en tren, se tarda casi una hora y siempre hay retrasos”, tercia la joven. Pero sus planes se han visto truncados por un problema burocrático: las universidades debían publicar las notas de la Selectividad antes del 17 de julio -según marca una orden ministerial- pero Cataluña se retrasó hasta el 24. Para ese día, muchas universidades ya habían cerrado el plazo de inscripción.
Entonces empezó un periplo para Estela. “Hablé con la Universidad de Salamanca, me dijeron que hiciera la inscripción con notas ficticias y, cuando tuviera las buenas, presentara una reclamación. Pero entonces voy directa a la segunda convocatoria y me tengo que esperar hasta septiembre para saber si he entrado”. Algo parecido lo sucedió con la Universidad de Valencia, donde también había pensado estudiar. “Me ponderan las notas de Matemáticas, así que me sube la media”, concede. Al final, la joven ha presentado la solicitud en estos dos campus, además de la Universidad de Barcelona. “Al menos intento asegurarme de que entraré en alguno”, apunta resignada.
Estela lamenta que han sido semanas de “mucho sufrimiento” y de constantes llamadas a universidades y Generalitat, y culpa de su situación al retraso en la publicación de las notas en Cataluña.
La orden ministerial PCM/362/2020, de 22 de abril que regula las pruebas de acceso a la universidad establece como fecha máxima el 17 de julio para publicar las notas de la Selectividad. Cataluña consideró “inviable” acabar los exámenes el 10 de julio y dar los resultados una semana después, si se quería asegurar la “calidad” en la corrección. Finalmente, se publicaron el pasado viernes 24, 14 días después de los exámenes (el año pasado se tardaron 12 días). Cataluña también defiende que es “la única comunidad autónoma que tiene exámenes correspondientes a 29 materias diferentes (una decena más, como mínimo, que en el resto del Estado), hecho que aumenta la complejidad en las tareas de corrección”.
Este retraso ha generado algunas quejas entre alumnos que quieren estudiar en otras comunidades. La Secretaría de Universidades catalana asegura que las quejas que ha recibido son “mínimas” y recuerda que solo el 1,5% de estudiantes (cerca de 400) se matricula en campus de otras comunidades. Asimismo, recuerda que el ministerio de Universidades publicó una nota pidiendo “flexibilidad” en el número de plazas ofertadas en primer curso “para aquellos casos que puedan producirse desajustes en las temporalidades de las diversas Comunidades Autónomas y Universidades”, según indica la carta. “En este sentido, queda asegurado que los alumnos catalanes no sufrirán ningún tipo de discriminación”, subraya la Secretaría, que añade que, de todos modos, en los casos que se encuentren “se harán las gestiones pertinentes” con el resto de las comunidades. De todos modos, desde Cataluña se critica la orden ministerial y se pide al Gobierno “coherencia en las resoluciones que se publican en el BOE y que deberían tener en cuenta los calendarios reales y no los intereses particulares de algunos centros”.
La polémica ha llegado al Congreso de los Diputados mediante una pregunta parlamentaria presentada por el PP, pidiendo al Gobierno solucione estos problemas de encaje y que garantice que cualquier alumno pueda estudiar en la universidad que elija.