El 67 % de las familias atendidas por Cáritas no tiene trabajo

El desempleo entre los beneficiarios de la entidad social crece un 26% desde marzo

Uno de los talleres de acompañamiento laboral de ocupacionales de Càritas.Mingo Venero

La crisis económica que ha desencadenado la pandemia por el coronavirus está castigando de forma acusada a los más desfavorecidos y según un informe de Càritas el 67% de los miembros de las familias que atienden no tienen trabajo. A principios de marzo, esa proporción era del 40,6% por lo que el aumento de la tasa de paro entre los beneficiarios de Càritas ha subido un 26,4%.

Además, los ingresos de las familias que dependen de puestos de trabajo de la economía sumergida se han visto reducidos en un 73%, de acuer...

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La crisis económica que ha desencadenado la pandemia por el coronavirus está castigando de forma acusada a los más desfavorecidos y según un informe de Càritas el 67% de los miembros de las familias que atienden no tienen trabajo. A principios de marzo, esa proporción era del 40,6% por lo que el aumento de la tasa de paro entre los beneficiarios de Càritas ha subido un 26,4%.

Además, los ingresos de las familias que dependen de puestos de trabajo de la economía sumergida se han visto reducidos en un 73%, de acuerdo con el estudio Primer impacto de la crisis de la Covid-19 en las familias atendidas por Càritas Diocesana de Barcelona. También han caído a la mitad los ingresos de los que trabajan de forma normalizada.

Las familias que se llevan la peor parte son las que dependen de ingresos de trabajo doméstico, cuidado y acompañamiento de niños y de personas mayores, los que se dedican a la venta ambulante o la recogida de residuos. Muchos son inmigrantes en situación irregular en el país y por ello tampoco pueden acceder a las prestaciones públicas como la Renta Garantizada de Ciudadanía o el Ingreso Mínimo vital. La entidad social ha experimentado por sí misma una avalancha de peticiones de ayuda de todo tipo, empezando por la más básica, la alimentación.

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El informe apunta también que uno de cada cuatro hogares que asiste Càritas no dispone de ningún ingreso lo que afecta a un total de 8.000 personas. Es una de las realidades que se ha disparado del 8,2% de febrero al 25% de principios de mayo. En este contexto, crecen los indicadores de la pobreza severa en la que Càritas sitúa a 22.000 personas en Barcelona. Un panorama que repercute en el riesgo de desahucio por la imposibilidad de hacer frente al pago del alquiler, algo que sufren 14.000 personas a las que asiste socialmente. De acuerdo con el informe, la crisis por la covid-19 ha provocado que un 42,9% de las familias no puedan afrontar el pago del alquiler o la hipoteca, lo que las sitúa al borde de la emergencia habitacional.

Pese a todo, el proyecto de inserción laboral de Cáritas Diocesana, Feina amb Cor, ha conseguido facilitar trabajo a 105 personas, un 28% en los servicios sanitarios o de atención social y un 24% en trabajos de mantenimiento, limpieza y conserjería. Ese proyecto nació a consecuencia de las crisis económica de la primera década de este milenio. ”Ahora, en este contexto de emergencia, es más necesario que nunca seguir acompañando a las personas para que no pierdan la esperanza”, sostiene Desiréee Garcia, responsable del programa de inserción laboral de Càritas.

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