TMB expedienta a un conductor de autobús por llevar su bicicleta plegada en el bus

La empresa municipal de transportes de Barcelona afirma que está prohibido llevar carga en la zona de los pasajeros

Oscar Juvé, conductor de la línea V21 de autobús de Barcelona, expedientado por TMB por llevar su bicicleta plegada, en una funda y atada.JUAN BARBOSA (EL PAÍS)

Seis años lleva Oscar Juvé, conductor de autobús en Barcelona, trabajando en el bus con su bicicleta plegada, la que utiliza para ir y volver del trabajo. Pero no ha sido hasta este martes cuando TMB, la empresa municipal de transporte, le comunicó la apertura de un expediente disciplinario por desoír la orden --”verbal”, apunta-- de la semana pasada de un superior, que le pidió que retirara la bicicleta del vehículo. Actualmente Juvé trabaja en la línea V21, que recorre la ciudad en vertical, de Montbau hasta el paseo Marítimo.
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Seis años lleva Oscar Juvé, conductor de autobús en Barcelona, trabajando en el bus con su bicicleta plegada, la que utiliza para ir y volver del trabajo. Pero no ha sido hasta este martes cuando TMB, la empresa municipal de transporte, le comunicó la apertura de un expediente disciplinario por desoír la orden --”verbal”, apunta-- de la semana pasada de un superior, que le pidió que retirara la bicicleta del vehículo. Actualmente Juvé trabaja en la línea V21, que recorre la ciudad en vertical, de Montbau hasta el paseo Marítimo.

Juvé explica que no entiende la situación. Se pregunta por qué ahora, cuando lleva seis años trabajando con la bici plegada en el bus. Por qué a él, cuando no es el único conductor, asegura, que viaja con una bicicleta o un patinete plegado. Por qué los conductores no pueden llevar su bici (plegada, en una funda y atada para que no se mueva), cuando sí pueden hacerlo los pasajeros. También se pregunta a qué viene el expediente, cuando el actual gobierno municipal ha defendido la bicicleta como ningún otro.

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Un portavoz de TMB explica que el expediente llega tras “haber sido informado por su prefectura en las últimas semanas sobre la prohibición expresa de llevar carga en la zona de los pasajeros” y tras haber “ignorado los avisos”, que han sido por escrito, precisa. “La bicicleta no está custodiada por el conductor, dado que está prestando servicio en la zona reservada para la conducción”, indica la misma voz, que apunta que desde 2016 el Comité de Seguridad y Salud “establece al prohibición de llevar objetos en los autobuses que puedan representar un riesgo para la seguridad de los pasajeros”. No precisa si ha habido más expedientes o por qué llega ahora el expediente.

El conductor nunca ha tenido ningún incidente, defiende, y no le constan quejas de ningún pasajero por llevar la bici en el vehículo: “Si hubiera quejas me habrían avisado”. “Yo no me escondo, es mi medio de transporte, con el que voy y regreso al trabajo, si hubiera pasado algo, si hubiera hecho daño a alguien…”, señala, y aclara que los conductores de autobús, en función de su turno, empiezan la jornada en una cochera pero acaban en la calle, en una parada de la línea que conducen. En otras ocasiones empiezan en la calle y acaban en la cochera. De ahí que la bicicleta, dice, le resulte el sistema más práctico.

La normativa metropolitana permite viajar con “bicicletas plegables debidamente plegadas” en los autobuses desde 2013. Fue entonces, relata el conductor, cuando algunos compañeros comenzaron a llevar sus propias bicis. Primero las ubicaban con ellos en la cabina, pero al poco tiempo TMB les pidió que no la llevaran allí. En su caso es una Brompton, la más ligera, compacta y cara de las bicis plegables. Al pedirles que no la llevaran en la cabina, compró una funda y un candado tipo pitón. La pliega, la enfunda y la ata en distintos espacios del vehículo, en función del modelo de bus que conduce: en los más nuevos, en la bandeja plana que hay para maletas; en otros, en el espacio que hay sobre la rueda (detrás de las máquinas validadoras); o también en el suelo, de manera que no impida que suban al bus y ocupen su espacio las sillitas de bebé o para personas con discapacidad. “Nunca he tenido ninguna queja, ni se ha movido, ni ha provocado una situación de inseguridad”, insiste. Ahora, con las puertas delanteras cerradas por la crisis del coronavirus, la ata junto al asiento que hay de detrás del conductor. Un espacio vetado temporalmente a los pasajeros, mientras TMB instala mamparas definitivas para aislar a los conductores de los usuarios.

“La modificación de 2013 del reglamento de viajeros no precisa quien la puede llevar, habla de ‘bicicletas plegables debidamente plegadas’. No es lógico que cuando soy conductor no pueda llevar la bici plegada, atada y con una funda; y en cambio pueda hacerlo como pasajero, sin funda y sin atar”, lamenta el conductor expedientado. “Institucionalmente, no se entiende, con la promoción de la bici que hace el gobierno de la alcaldesa Colau, con defensoras como la teniente de alcalde Janet Sanz, y con el aumento de recorridos a pedales que ha registrado la ciudad”.

Juvé señala también que en noviembre de 2018, los trabajadores de líneas que salen de la cochera de Horta (una de las cuatro de la ciudad), recibieron un aviso interno que prohibía “llevar mercancías o cargas en el interior del bus”. Y “en dicha prohibición” contemplaba “los objetos personales que lleve el conductor en el interior del bus durante la prestación de su servicio, tales como bicicletas, patines, vehículos personales eléctricos, cascos, raquetas, etc. que no se puedan ubicar en el compartimento o lugares específicos para tal efecto, reuniendo las garantías de seguridad durante la prestación de su servicio”. “Las otras tres cocheras no emitieron este aviso”, aclara.

“Yo no quiero ir a trabajar con miedo, no quiero ir en contra de las normas. Si incluso la empresa nos anima a hacer deporte porque hacemos un trabajo sedentario, acaban de recomendarnos que veamos el reportaje del 30 Minuts sobre la movilidad en Barcelona”, concluye Juvé.

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