Los profesores catalanes deberán certificar que son de riesgo para no regresar a las aulas

Los mayores de 60 años también podrán trabajar presencialmente si no padecen ninguna enfermedad

Una clase de P3 de una escuela de Barcelona, en una imagen de archivo.Carles Ribas

Los profesores deberán acreditar que padecen una patología que les impide acudir a los centros educativos a partir de septiembre. Para la reapertura en junio, el Departamento de Educación solo solicitaba a los docentes considerados como colectivo de riesgo que firmaran una declaración, pero de cara al próximo curso será necesaria una certificación médica. Y los mayores de 60 años también podrán regresar presencialmente si no padecen ninguna enfermedad.

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Los profesores deberán acreditar que padecen una patología que les impide acudir a los centros educativos a partir de septiembre. Para la reapertura en junio, el Departamento de Educación solo solicitaba a los docentes considerados como colectivo de riesgo que firmaran una declaración, pero de cara al próximo curso será necesaria una certificación médica. Y los mayores de 60 años también podrán regresar presencialmente si no padecen ninguna enfermedad.

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En el plan de reapertura de los centros educativos, el Departamento detalló los casos en que los docentes no pueden asistir por ser considerados población de riesgo: los mayores de 60 años y los que padecen enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, problemas cardíacos, pulmonares, hepáticos o renales, algún tipo de inmunodeficiencia y las embarazadas. Para el regreso en junio, Educación habilitó un formulario en su web donde los profesores declaraban si estaban en uno de estos casos. “De cara al mes de septiembre haremos una evaluación médica”, anunció Josep González-Cambray, director general de centros públicos en una entrevista a TV3.

Las pruebas se realizarán entre julio y agosto y a ellas también se someterán los docentes mayores de 60 años. “Si no tienen ningún síntoma, podrán trabajar”, terció Cambray, que puso el símil de muchas personas de estas edades se han podido reincorporar a sus puestos de trabajo en otros sectores por no presentar problemas médicos previos.

De esta forma, Educación quiere afinar el inventario de la plantilla de profesorado para el próximo curso, que se presenta exigente a nivel de recursos humanos. Si la doctrina es dividir los grupos y priorizar la educación presencial, harán falta más docentes. El consejero de Educación, Josep Bargalló, hasta ahora no ha querido dar una cifra, pero ayer el presidente Quim Torra reveló que el consejero había asegurado que necesitaría “miles de profesores” nuevos para el próximo curso. "Cuando hablo de miles, hablamos de porcentajes muy importantes”, aseveró Torra en una entrevista a Catalunya Ràdio. “Estamos trabajando con Economía para ver cómo podemos dar respuesta a este incremento de plantilla”, apuntó Cambray.

La plantilla actual de profesorado es de 117.398, entre pública y concertada. El sindicato mayoritario Ustec habla casi de doblar esta cifra para dar respuesta al diseño del nuevo curso, en grupos reducidos. “Habría que rebajar los requisitos para ejercer, como por ejemplo no pedir el máster. O incorporar profesionales en paro como arquitectos para impartir matemáticas”, propone su portavoz, Ramon Font.

436 nuevos profesionales sanitarios

Salud también quiere reforzar su plantilla, muy castigada estos meses por la pandemia del coronavirus. La consejera del sector, Alba Vergés, anunció ayer en el Parlament que en los próximos meses se incorporarán 436 nuevos profesionales. Estos se sumarán a las 3.527 personas contratadas desde que se declaró la crisis sanitaria, que hasta ahora no están dentro de las estructuras del sistema de salud. Asimismo, la consejera anunció que la próxima semana se concretará la compensación que recibirá el personal sanitario por la tarea llevada a cabo durante la emergencia sanitaria. Vergés también anunció una inversión de 4,5 millones en atención primaria para reforzar este verano los municipios costeros y dar apoyo a las residencias. La consellera ha asegurado que el Govern cerrará la próxima semana

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