“Para tener el piso vacío, mejor que lo ocupe un médico”

Propietarios de casas deshabitadas las ofrecen al personal sanitario para alojarse durante la pandemia

Sanitarios en la UCI del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.Massimiliano Minocri

Mónica Álvarez, productora de 44 años, pasa el confinamiento en casa de su madre. “No es que tenga problemas salud ni nada de eso, pero está sola y quería hacerle compañía”. El piso en el que vive normalmente, en el barrio de la Barceloneta de Barcelona, está desocupado. “Para tener el piso vacío, mejor que lo ocupe un médico o alguien que lo necesite”, reflexiona Álvarez, una de las 74 personas en España -más de 300 en todo el mundo- que han puesto sus viviendas a disposición del personal para que puedan alojarse en ellas ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Mónica Álvarez, productora de 44 años, pasa el confinamiento en casa de su madre. “No es que tenga problemas salud ni nada de eso, pero está sola y quería hacerle compañía”. El piso en el que vive normalmente, en el barrio de la Barceloneta de Barcelona, está desocupado. “Para tener el piso vacío, mejor que lo ocupe un médico o alguien que lo necesite”, reflexiona Álvarez, una de las 74 personas en España -más de 300 en todo el mundo- que han puesto sus viviendas a disposición del personal para que puedan alojarse en ellas mientras dure la pandemia.

Álvarez ofreció su piso tras recibir un mensaje de Home Exchange, una plataforma de intercambio gratuito de casas de la que es socia. No lo pensó dos veces. “Tengo una tía que trabaja en un hospital de Sevilla. Si necesitara una vivienda para descansar o para proteger a sus familiares, me gustaría que alguien la ayudara también”, afirma. Pero la iniciativa no surgió de la empresa, sino de los usuarios. “Nos escribieron diciendo que querían poner sus casas a disposición de los trabajadores sanitarios y nos pidieron canalizarlo”, explica Pilar Manrique, portavoz de Home Exchange España.

“Los sanitarios están trabajando casi 24 horas al día, y a veces la distancia al trabajo es un problema y necesitan una casa más cerca para descansar. O tienen miedo a contagiar a sus familiares y prefieren estar aislados”, cuenta Manrique. En condiciones normales, la web permite intercambios gratuitos a través de puntos: el “anfitrión” gana puntos cada vez que acoge a un “invitado”, mientras que éste los gasta. La plataforma verifica las casas y cubre con un seguro los eventuales daños. En el caso del coronavirus, creó un canal específico de solidaridad para poner en contacto a los propietarios con los sanitarios.

En la mayoría de casos, se trata de segundas residencias. Como la de Luis Cebrián en Mijas (Málaga), un apartamento de dos habitaciones con terraza. Lo tenía alquilado por 1.000 euros, como alojamiento turístico, para el mes de mayo. Pero la pandemia le obligó a cancelarlo y Luis, arquitecto madrileño de 49 años, decidió sacarle provecho de otra forma. “O alquilo el apartamento, o lo intercambio gratis, o estoy yo allí. La vivienda está para usarla, no para que esté vacía”, dice Luis, que anuncia su casa en la web con un título amable: “Abierto a sanitarios en cuarentena”. “Está pensado para médicos, pero también me parece bien si vienen policías, guardias civiles u otra gente que lo necesite. Como si es un señor que ha cogido el virus y se tiene que aislar de su familia”, dice. “Los que solemos hacer intercambios tenemos algo ganado, porque sabes que la gente trata bien tu casa”.

Luis aún no ha recibido mensajes de gente interesada. “Quizá es que Málaga, y Andalucía en general, es una zona menos afectada… Yo lo tengo abierto hasta julio, a ver si hay suerte”. Mónica, en cambio, sí ha recibido propuestas. La primera, de una médico del Vall d’Hebron, que lo descartó por la ubicación (el hospital está en la parte alta de Barcelona, más cerca de la montaña, y la casa de Mónica junto a la playa). La segunda es de un sanitario que va a trabajar en el Hospital del Mar -este sí, muy cerca-, pero que aún debe enviar la documentación que le acredita como trabajador sanitario.

La tarea de Home Exchange es precisamente esa: verificar que todo sea correcto y poner en contacto a anfitriones e invitados para que “el intercambio se haga con tranquilidad”. Por lo demás, son los socios los que “se ponen de acuerdo para cerrar los detalles”. Los intercambios de ocio, por lo demás, están parados. Entre los usuarios hay “incertidumbre”. “Nos transmiten que, ya de cara al verano, escogerán destinos más locales y no tanto intercambios en el extranjero. Intercambiar la casa puede ser una forma más amable de retomar la normalidad: no es lo mismo ir a un hotel que a una casa en la que solo vas a estar tú".

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus

- Guía de actuación ante la enfermedad

Sobre la firma

Archivado En