DIVISION EN EL INDEPENDENTISMO

El incidente del micro abierto acentúa la división entre Junts per Catalunya y Esquerra

Roger Torrent considera “muy sucio” el episodio que delató a Costa pactando con Ciudadanos

Reunión de la Mesa del Parlament, el pasado 14 de enero.Toni Albir (EFE)
Barcelona -

El incidente ocurrido el pasado martes en la reunión de la Mesa del Parlament, en el que un micro abierto delató al vicepresidente primero, Josep Costa, conspirando de la mano de Ciudadanos contra el presidente de la Cámara, Roger Torrent, ha acentuado la división entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. Ambas formaciones son socios parlamentarios y comparten en Govern, pero están a la greña desde que empezó la legislatura, ...

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El incidente ocurrido el pasado martes en la reunión de la Mesa del Parlament, en el que un micro abierto delató al vicepresidente primero, Josep Costa, conspirando de la mano de Ciudadanos contra el presidente de la Cámara, Roger Torrent, ha acentuado la división entre Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. Ambas formaciones son socios parlamentarios y comparten en Govern, pero están a la greña desde que empezó la legislatura, cuando Carles Puigdemont no pudo ser investido de manera telemática en enero de 2018, y los postconvergentes han personificado en Torrent la responsabilidad de que el independentismo no vaya más allá en su desafío al Gobierno.

El presidente del Parlament ha estallado este jueves contra Junts per Catalunya y Costa. “Algunos miembros Mesa han primado acuerdos con Ciudadanos, han preferido pactar con la oposición para fomentar la competencia más allá de la cooperación. Se ha primado el desgaste sobre la lealtad institucional. La de esta semana ha sido una más”, ha asegurado Torrent en Ràdio 4. En otro momento ha calificado de “muy sucio” el episodio vivido hace dos días, cuando Costa telefoneó al vicepresidente segundo de la Cámara, Joan García (Ciudadanos) para votar juntos en la reunión de la Mesa y evitar que el presidente del Parlament tuviera protagonismo público en la entrega de más de dos millones de euros a la Generalitat para luchar contra la covid-19.

Josep Costa forma parte del ala dura de Junts per Catalunya y es una de las pocas personas que tiene influencia sobre el presidente de la Generalitat, Quim Torra. De ahí que muchas de sus intervenciones en las reuniones de la Mesa vayan siempre dirigidas a evitar cualquier protagonismo político de Torrent por su condición de presidente de la Cámara. Y en esta estrategia Costa ha encontrado en Ciudadanos un aliado en muchas de las votaciones a puerta cerrada que se producen cada martes y que no trascienden.

La líder de la formación naranja en el Parlament, Lorena Roldán, ha echado pelotas fuera sobre el colaboracionismo de Costa. “Más que un incidente, hablaría de una anécdota de la Mesa”, aseguró, ya que en su opinión, lo ocurrido "pone de manifiesto “el pulso constante que hay dentro del independentismo”, incluso durante la pandemia. El portavoz de Junts per Catalunya en el Parlament, Eduard Pujol, ha replicado a Torrent horas después y le ha pedido que mantenga su tono institucional y no caiga en “rencillas partidistas”. En su opinión, las críticas del presidente del Parlament a Costa “no corresponden por el cargo” que ocupa.

Esquerra Republicana lo ve muy distinto y varios de sus dirigentes han reclamado la dimisión de Costa. Para el propio Torrent, lo ocurrido el martes con el micro abierto de Costa fue “un episodio grotesco”, pero no habría pasado de ser una anécdota si no fuera porque “evidenció un hecho sintomático”: lo que considera una deslealtad de Junts per Catalunya hacia su figura institucional. En este sentido se ha preguntado qué habría ocurrido si un episodio así se hubiera producido entre el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, pactando con Vox de espaldas a Pedro Sánchez.

La última intervención agria que protagonizó Costa contra Torrent se produjo el pasado día 8, cuando el vicepresidente primero le reclamó que se suspendieran dos actos previstos para los próximos meses antes de que se disolviera la Cámara, y que implicarán una proyección política del presidente de la Cámara: la celebración de los 40 años de la restauración de la institución y la cumbre europea de parlamentos adheridos al Comité de la Francofonía, otra cita en la que Torrent hubiera tenido un gran protagonismo, y que el dinero se entregue a luchar contra el virus. Costa se saldrá con la suya en ambos casos.


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