Una radiografía de la cuarentena en clave teatral
Más de 200 textos dramáticos breves sobre el confinamiento cuelgan del ‘hashtag’ que ha ideado el dramaturgo Jordi Casanovas
Aparece como tuit fijado en la cuenta del autor teatral Jordi Casanovas desde el 13 de marzo: 1. Dramaturgas y dramaturgos escriben monólogos o escenas, máximo 3 minutos, sobre lo que sienten, viven o sufren en estos momentos de cuarentena. 2. Cuelgan los textos en Twitter con el hashtag. 3. Actrices y actores interpretan los textos que deseen y los graban con su móvil o webcam. 4. Los intérpretes cuelgan sus grabaciones en Twitter o Instagram con el hashtag. A partir de aquí, que el talento y la imaginación corran por las redes sociales.
“Creo que los teatros ya llevaban un día ...
Aparece como tuit fijado en la cuenta del autor teatral Jordi Casanovas desde el 13 de marzo: 1. Dramaturgas y dramaturgos escriben monólogos o escenas, máximo 3 minutos, sobre lo que sienten, viven o sufren en estos momentos de cuarentena. 2. Cuelgan los textos en Twitter con el hashtag. 3. Actrices y actores interpretan los textos que deseen y los graban con su móvil o webcam. 4. Los intérpretes cuelgan sus grabaciones en Twitter o Instagram con el hashtag. A partir de aquí, que el talento y la imaginación corran por las redes sociales.
“Creo que los teatros ya llevaban un día cerrados y estaba claro que íbamos a cancelar los ensayos de Sopar amb batalla [obra que Casanovas ha recuperado 10 años después y tenía programada en el Borràs a primeros de mayo]”, cuenta por teléfono el dramaturgo desde su confinamiento en Girona. “Lo que se nos venía encima podía ser muy grave, íbamos a necesitar sentirnos parte de un grupo, de una comunidad...” Y se le ocurrió #coronavirusplays, un hashtag por el que ya han desfilado más de 200 piezas cortas (la mayoría, monólogos o, a lo sumo, diálogos). “No llego a todas... ¡imposible!”, reconoce, contento por el éxito de la iniciativa.
La respuesta de la gente ha sido extraordinaria. Por un lado, dramaturgos contrastados han aplaudido la idea y se han metido de lleno. Guillem Clua (su Justícia se estaba representando en el TNC cuando saltó el estado de alarma) colgó un monólogo titulado La ventana indiscreta y pidió a la gente que enviara vídeos de patios interiores del Eixample y después buscaría una voz que interpretara su monólogo. La colaboración en red que ha despertado #coronavirusplays es total. “Algunos textos han sido interpretados por diferentes actores o actrices, hay varias versiones, por lo tanto, varios montajes”, revela Casanovas. Marta Buchaca (Rita, Litus), Blanca Bardagil (Jo també em quedo a casa, de TV3, Els nens robats), Roger Torns (Persones potencialment perilloses, Distància) son otros de los que han volcado sus breves textos a la red.
Pero la experiencia está sirviendo también para descubrir, quizá, nuevos talentos. “Hay gente que se ha lanzado a escribir por primera vez, porque todo el mundo puede hacerlo”, explica el creador, que no se considera coordinador de nada ni cree que tanga que tutorizar a nadie. “Se trata de un juego ágil, sin filtros, que sirve de ejercicio para hablar en clave dramática de lo que estamos pasando y sentir que hay una recepción, que la gente te lee, te escucha”.
“Estos escritos son radiografías del estado anímico de cada momento de la cuarentena”, explica Casanovas. “En los primeros se refleja esa euforia por ponerse en contacto con la gente, ese temor a quedarse sin ciertos productos, esas bromas entre parejas confinadas...” Los móviles, los balcones, los paseos a perros y, claro, el papel higiénico aparecen con frecuencia. “Ahora llevamos casi un mes con esto y creo que se nota que hemos asumido el problema. La frivolidad de la primera semana se va acabando. Ahora ya no se puede ser frívolos, hay muchos muertos, mucha gente sin trabajo”.
No se plantea Casanovas, mente inquieta del teatro, creador del exitoso y exportado Torneo de dramaturgia del festival Temporada Alta, si de todo este material puede salir algo, una obra, una serie… un negocio. “No me interesa ninguna clase de perfeccionamiento de la idea”, asegura. “Solo me preocupa, y muchísimo, la incertidumbre que esta situación ya ha provocado en el sector teatral. La catástrofe es terrible. Y no pretendo que esto sea una manera de trabajar gratis. Alguien debería asumir este tipo de iniciativas, por ejemplo, y que los autores pudieran cobrar algo, porque sus ingresos durante todo este tiempo se reducen a cero. Dos meses sin ingresos puede llevarlos a la miseria”.
Casanovas reclama medidas radicales y urgentes. “No vale con decir que la gente lea en casa, vea teatro en casa, escuche conciertos en casa”. Considera que eso no ayuda a la industria de la cultura. “Las Instituciones están para responsabilizarse de situaciones como esta, tienen que dar la cara y proponer cosas concretas y no ofrecer créditos, que es una forma de ahogar al profesional, un suicidio”, replica, indignado ante las propuestas políticas que se van definiendo.
#coronavirusplays acabará cuando acabe. Anda solo desde el minuto cero. “Cuando pase este confinamiento no sé si tendrá ya sentido, pero sí quedará como testimonio de la cuarentena”, sentencia Casanovas.