“Lo más duro es ver que los pacientes se mueren solos”

Una médica prejubilada se incorpora voluntariamente a trabajar en el hospital de Igualada, epicentro de un brote de coronavirus que mantiene aislados a 140 sanitarios

Barcelona -
Una pancarta cuelga de la fachada del hospital de Igualada como homenaje al personal sanitarioRuben Lucia

Cuando el Colegio de Médicos de Barcelona reclamó voluntarios para reforzar el hospital de Igualada, zona cero del brote de coronavirus más potente de Cataluña, Àngela Felip alzó la mano. Esta internista de 64 años y recién prejubilada, se incorporó la semana pasada a un centro diezmado por la pandemia. Unos 140 sanitarios han dado positivo por el virus o están en aislamiento preventivo. “He vivido situaciones duras con la gripe A u otr...

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Cuando el Colegio de Médicos de Barcelona reclamó voluntarios para reforzar el hospital de Igualada, zona cero del brote de coronavirus más potente de Cataluña, Àngela Felip alzó la mano. Esta internista de 64 años y recién prejubilada, se incorporó la semana pasada a un centro diezmado por la pandemia. Unos 140 sanitarios han dado positivo por el virus o están en aislamiento preventivo. “He vivido situaciones duras con la gripe A u otras epidemias de gripe. Pero esto no tiene nada que ver. Los hospitales están parados y volcados a atender a pacientes con coronavirus”, valora la médica.

Igualada y otros tres municipios están confinados desde el pasado 13 de marzo para contener la expansión del brote, que ya ha dejado 292 afectados, 34 de ellos fallecidos. El alcalde, Marc Castells, alertó en varias ocasiones de la “situación límite” del hospital, con sanitarios “exhaustos” y falta de material de protección. El Departamento de Salud ha incorporado a 152 profesionales, Àngela entre ellos. “Nos encargamos de pacientes ingresados, la gran mayoría gente mayor con Covid-19”, señala.

La facultativa trabaja en días alternos, de ocho a ocho. En su servicio, medicina interna, también ha habido bajas. “Hay muchos pacientes y, mientras no se ponen graves, se puede ir manejando. Lo que complica mucho la situación son las medidas de aislamiento, ponerse los trajes …”, explica. Algunos pacientes ya se derivan a las 180 camas que ha habilitado el Hospital General de Cataluña para esponjar este centro de Igualada; unos cuantos logran salir adelante y se van de alta; otros se quedan por el camino. “Lo más duro es que los ancianos están solos y se mueren solos”, admite la internista. Si están muy delicados de salud, ni siquiera son tributarios de someterse a un procedimiento de ventilación mecánica invasiva. No lo soportarían.

Salud anunció este martes que en Cataluña hay 658 personas en cuidados intensivos, 538 de ellas con ventilación mecánica invasiva. Los hospitales han duplicado su capacidad de cuidados intensivos (hay unas 1.000 camas) y, la semana que viene, a la espera de alcanzar el pico epidémico, se triplicarán. Àngela no tiene prisa por irse de Igualada. “No hay fecha. Vamos programando semana a semana”. La pandemia manda.


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