Lola, Rocío, Camarón y Paco señalan el camino de los grandes museos de artistas andaluces como filón
La apertura del centro a Paco de Lucía en Algeciras completa la lista de espacios dedicados a flamencos en Cádiz con el reto de perdurar como polo de atracción turísticos
Hubo un tiempo en el que una gala o la grabación de una película tan mítica como Sevillanas de Saura (1992) podía hacer coincidir a los legendarios míticos gaditanos Camarón de la Isla, Lola Flores, Rocío Jurado y Paco de Lucía. Aquella magia duró apenas un par de décadas a finales del siglo XX, el lapso desde que Camarón, el más joven, se incorporó al estrellato y falleció prematuramente en 1992. Tras él, Flores (1995), Jurado (2006) y De Lucía (2014) se marcharon y dejaron a la provincia de Cádiz con el deber pendiente de rendir homenaje a sus embajadores más ilustres del flamenco. La empresa ha durado más de lo esperado, hasta que San Fernando, Jerez de la Frontera, Chipiona y Algeciras han culminado sus centros de interpretación. Ahora todas reman por atraer un turismo mitómano, mientras se plantean el reto de hacer perdurar sus espacios o conectarse entre sí en una ruta provincial.
En Algeciras, la última en sumarse en el homenaje a su flamenco ilustre, apenas han comenzado a saborear las mieles de contar al fin con su Centro de Interpretación Paco de Lucía. El espacio inició su andadura el pasado 20 de diciembre en un antiguo palacete de 1931 organizado en seis salas, donde el visitante puede disfrutar de un recorrido por la vida del genial guitarrista desde su niñez a su partida. La ciudad ya llevaba años recordando a De Lucía con su tumba, su monumento y la ruta de sus espacios que marcaron su vida en la ciudad, pero no ha sido hasta la apertura del centro cuando han comenzado a pulsar de forma directa el impacto que tiene el flamenco como reclamo de visitantes. “Por supuesto el centro ha incrementado las visitas a la ciudad. Recibe una media de 110 visitas diarias. Destaca la procedencia de Madrid o Andalucía, pero también de los más variados rincones del mundo, entre ellos Lituania, Bulgaria, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Italia, Portugal, Alemania, México, Brasil, Venezuela y Japón, explica Rosabel O’Neill, directora de los espacios museísticos del Ayuntamiento de Algeciras, que ya contabiliza unas 7.200 visitas desde la apertura.
Es el efecto que ya notan desde 2021 en San Fernando, con Camarón; 2022 en Chipiona, con Jurado y desde 2023 en Jerez, con Flores. Solo en la primera ciudad presumen de recibir desde entonces “una media de 1.000 visitas semanales”, como indica su alcaldesa Patricia Cavada. A la museógrafa Myriam Rubio, gestora de la empresa especializa en diseños de exposiciones Cuatroparedes, no le sorprende el éxito. “Estos centros atraen mucho público diverso”, explica la experta. Rubio identifica dos grupos fundamentales de visitantes. Los que se encuentran estos espacios durante su visita cultura a la ciudad, para lo que defiende la importancia de que estén ubicados en lugares céntricos. Y los turistas más cafeteros que buscan concretamente la huella de su mito: “Depende del interés del turista, pero son personajes muy famosos y que atraen”.
El reto de la supervivencia
En San Fernando, Chipiona, Jerez y, especialmente, Algeciras, disfrutan aún de la luna de miel de las recientes aperturas de sus centros de interpretación. Pero, transcurridos unos años, se enfrentarán al reto de la supervivencia, marcados por que el objeto de musealización es la figura de un mito que está indisolublemente ligado a que su impronta perdure en la memoria colectiva y por la propia naturaleza de lo expuesto: trajes, instrumentos, recortes de prensa o joyas con un valor indisoluble a esos mitos. Rubio tiene claro que superar esa prueba de fuego está ligado a que “el centro llame la atención” con presencia en redes sociales, piezas del mes, eventos especiales, conferencias o simposios. “Es fundamental la dirección y el presupuesto”, zanja la experta, acostumbrada a trabajar con grandes museos como El Prado o el Nacional de Escultura de Valladolid.
Cavada asegura que en San Fernando ya están manos a la obra con esa tarea para motivar a que el visitante repita. El centro de Camarón está abierto a conciertos, presentaciones de libros y eventos especiales como el aniversario del artista o el día del Flamenco. “Para nosotros el museo no solo es un espacio expositivo, sino que también es un centro un poco más integral de ocio, de oferta cultural y eso hace que la gente vaya más veces. No que solo vaya a ver la pantalla o el fetiche, sino más cosas”, aclara la regidora, que no descarta una rotación de piezas más adelante. En Chipiona, el dinamismo viene precisamente por la amplia colección de vestidos que atesoran y que cambian con relativa frecuencia, con la colaboración de su hija, Rocío Carrasco, que los sigue empleando en los musicales y homenajes que se celebran en honor de su madre. En Jerez, aún andan inmersos en la inauguración de nuevos espacios, como el de conferencias y el futuro Museo del Flamenco que construye la Junta de Andalucía en un edificio anexo al centro de Lola.
Conscientes del reto de mantenerse vivos, en Algeciras, pese a ser los últimos en llegar, ya han lanzado el guante. “Creemos necesaria una propuesta para la promoción del Centro de Interpretación que unida a la que oferten el Museo de Camarón, Museo del Flamenco de Jerez, el Museo de Lola Flores o el de Rocío Jurado consolidará una ruta itinerante para la puesta en valor del flamenco en la provincia de Cádiz”, defiende O’Neill. Rubio también cree que es una idea interesante que los distintos ayuntamientos deberían explorar: “Los uniría porque tienen un interés y temática en común y hay gente interesada. Todo esto tiene sentido si hay centros bien gestionados, que se adapten a sus visitantes para que puedan tener una larga vida”.
Y Cavada recoge el guante: “El flamenco tiene un potencial tremendo como elemento de generación de visitas y turismo; y si se vincula a figuras tan referentes como Camarón o Paco de Lucia con reconocimiento internacional, o a la fuerza de Lola Flores, indudablemente más”. El tiempo dirá cómo sobreviven al tiempo los grandes centros de interpretación de esos flamencos que pusieron a Cádiz en el mapa mientras construían su propio mito personal. De momento, hoy es imposible no encontrar una flor fresca en las tumbas de Jurado, Camarón y Paco (Flores está enterrada en La Almudena de Madrid) que dan buena cuenta de cómo su huella aún es tan indeleble como la que ellos mismos imprimieron en las ciudades que les vieron nacer.