El otro gran caso de empleo a cambio de sexo en una Diputación gallega: del amparo total a Baltar a la dimisión de Tomé
El PP pide “contundencia” a Besteiro pese a que Feijóo defendió a su barón en Ourense investigado por acoso sexual
Político poderoso es acusado de ofrecer un empleo público a una militante de su partido a cambio de acostarse con él. El escándalo que ha provocado la dimisión de José Tomé como presidente socialista de la Diputación de Lugo no es nuevo en Galicia. Hace justo una década, una mujer con carné del PP realizó una imputación similar a un barón provincial de su partido, José Manuel Baltar Blanco. Varios de los actores que estaban en primera línea cuando estalló aquel caso que acabó archivado judicialmente se repiten ahora. Nada tiene que ver, sin embargo, el trato que recibió el dirigente señalado ni las consecuencias internas en ambas formaciones políticas.
En 2015, Alberto Núñez Feijóo era la máxima autoridad de los populares gallegos con Alfonso Rueda como número dos, y José Ramón Gómez Besteiro comandaba el PSdeG-PSOE. El entonces presidente de la Diputación y del PP de Ourense, José Manuel Baltar, fue acusado por una compañera de partido de prometerle un empleo público a cambio de favores sexuales. La mujer, que había trabajado de forma temporal tanto en el organismo provincial como en el partido, disponía de mensajes y audios de 2010 en los que Baltar presumía de poder cambiar notas en las oposiciones de la institución provincial que presidía su padre. Ella acudió a los tribunales después de que mantener relaciones con el político y no ser contratada. Acabó imputada también por supuesto cohecho.
El barón de Feijóo en Ourense estuvo bajo la lupa judicial hasta 2017 y en este tiempo disfrutó del férreo apoyo del entonces presidente de la Xunta. El actual líder del PP no solo defendió a Baltar, sino que cargó contra la denunciante, cuestionando públicamente su testimonio y acusándola de actuar por motivaciones espurias: “Lo que pedía esa persona era que el señor Baltar delinquiese y el señor Baltar no delinquió”. Alegó que había hablado con su compañero de filas y que él lo había negado todo.
Mientras en el PSdeG se ha desatado una ola de malestar contra Besteiro, el PP gallego cerró filas con el político acusado. Durante el tiempo que fue investigado por acoso sexual, cohecho y tráfico de influencias, Baltar fue incluso reelegido como líder provincial del partido. Su caso acabó siendo archivado, pero no porque la jueza concluyese que el ofrecimiento del político no se hubiera producido. La instructora consideró que entre ambos no había existido una relación laboral o de prestación de servicios que permitiese tipificar el acoso sexual. La titular adujo que cuando ocurrieron los hechos en 2010, el presidente de la Diputación de Ourense, la entidad en la que ofreció el puesto a la mujer, no era José Manuel Baltar sino su padre José Luis y no se pudo acreditar que influyese en él. No hubo pues consecuencias judiciales para Baltar pero tampoco políticas. Hoy ocupa un escaño en el Senado después de ser condenado por conducir a más de 200 kilómetros por hora un coche oficial.
La denuncia contra Tomé en el canal antiacoso del PSOE lo acusa de ofrecer un empleo público a la hija de una trabajadora del partido a cambio de mantener relaciones sexuales con él. Cuando las acusaciones salieron a la luz pública, el socialista las negó pero dejó el partido y la presidencia de la Diputación (no la alcaldía ni el escaño provincial). Su renuncia no ha evitado que el secretario general del PSdeG afronte fuertes críticas internas porque admitió que conoció las imputaciones dos meses antes y no actuó contra él. Cuando estalló el caso Baltar en 2015, Besteiro era también líder de los socialistas gallegos y acusó a Feijóo de ser “tibio” con el acoso sexual: “Hay que ser claramente condenatorio de este tipo de actitudes”, le afeó al popular en un pleno del Parlamento gallego.
Hoy el sucesor de Feijóo le reprocha lo mismo al socialista. “La política no es mirar para otro lado cuando hay que actuar con contundencia”, afirmó Rueda el pasado domingo sobre el caso Tomé. El popular, que mantuvo cuatro meses en su puesto a su conselleiro de Mar Alfonso Villares, denunciado por agresión sexual y luego lo despidió con honores, extiende su reprobación al BNG, socio del PSOE en el gobierno de la Diputación de Lugo: “Gobierna con todos ellos y mira para otro lado cuando tiene que reaccionar con contundencia”.