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La estafa de Santos Cerdán a los militantes del PSOE

Las primarias de 2017 fueron para el dirigente navarro una oportunidad para ampliar el perímetro de sus andanzas

Santos Cerdán se afilió al PSOE con 30 años, en 1999, justo antes de presentarse a esas elecciones municipales en las que por primera vez fue concejal de Milagro, en Navarra. Muy poco después, en 2004, ya estaba en la dirección del PSOE en esa federación irrelevante por su número de militantes (poco más de 1.500 en la última consulta interna) y sin tradición de gobierno. Cuando ...

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Santos Cerdán se afilió al PSOE con 30 años, en 1999, justo antes de presentarse a esas elecciones municipales en las que por primera vez fue concejal de Milagro, en Navarra. Muy poco después, en 2004, ya estaba en la dirección del PSOE en esa federación irrelevante por su número de militantes (poco más de 1.500 en la última consulta interna) y sin tradición de gobierno. Cuando todos los poderes del PSOE se revolvieron contra Pedro Sánchez en 2016, Santos Cerdán ya utilizaba su participación en Servinabar para aprovecharse de lo público. Es lo que dice el informe de la UCO del que se desprende una terrible conclusión para el PSOE: que las primarias de 2017 fueron para Cerdán una ventana de oportunidad para ampliar el perímetro de sus andanzas. Que el PSOE ha tenido un secretario de Organización que estafó desde el principio a sus militantes.

La magnitud del fraude de Cerdán se entiende mejor echando la vista atrás. En el PSOE hubo en 2016 una batalla sin cuartel por el poder. Quienes habían promovido a Pedro Sánchez como hombre de paja se movilizaron para apartarle de la secretaría general. Contra Sánchez se alinearon los responsables de las grandes federaciones, la mayoría de los cuadros orgánicos, los expresidentes del Gobierno y los principales alcaldes. Aquello fue un “todos contra Sánchez” que terminó provocando un efecto llamada de intereses muy diversos. Hubo algunos dirigentes de lustre que quisieron dar una auténtica batalla por un nuevo modelo de PSOE, hubo quienes se subieron al carro para vengar sus agravios personales y también quienes desde las esquinas del PSOE vieron una oportunidad para colocarse en el centro.

Ese es el contexto del ascenso de Santos Cerdán. No tenía pedigrí socialista, algo que en aquel momento era casi un valor ante muchos militantes, airados contra el demonizado aparato del PSOE. Con Podemos pisando los talones a los socialistas, en el viejo partido se instaló el relato de las bases contra las élites, la casta, que representaban los cargos institucionales y orgánicos socialistas. Desde una federación residual, con camisa de cuadros y aire rural, Cerdán se arrimó a Sánchez y se convirtió pronto en un rostro familiar en aquellos mítines del “agrupémonos todos” y de puño en alto por toda España. Fue Cerdán quien llevó a Ferraz las 57.000 firmas para que Sánchez fuera candidato. Ese 4 de mayo de 2017, antes del recuento, con Koldo García vigilando las firmas y los pesos pesados del PSOE cuestionando la veracidad de los apoyos, Santos Cerdán era quien daba su palabra de que todo lo que había en esas cajas eran avales; en definitiva, confianza en un proyecto político.

El golpe de Santos Cerdán es durísimo para el PSOE porque afecta a la raíz de muchas cosas. El informe de la UCO revela que el 23 de mayo, dos días después de que los militantes dieran una victoria rotunda a Sánchez en las primarias, uno de los prohombres del sanchismo buscó el contacto directo con Acciona para hablar del primer contrato de la trama. Cerdán, según la información recabada por la UCO, llegó al PSOE para aprovecharse de sus siglas y del caudal de confianza de sus militantes. La imagen de su mujer, Paqui, dando tarjetazos en El Corte Inglés avergüenza a muchos socialistas honestos que se identificaban con ese matrimonio de apariencia sencilla, que compartía mesa y mantel con ellos y también con el presidente del Gobierno.

Los tribunales dictaminarán las responsabilidades penales en este caso, pero el último informe de la UCO disipa la esperanza secreta que algunos pudieran tener de que todo fuera una pesadilla. Por increíble que parezca, en noviembre de 2024, cuando la trama ya estaba siendo investigada, Santos Cerdán permitió que su partido le reeligiera como secretario de Organización en el congreso de Sevilla. La gran mordida política de este caso es la que Santos Cerdán ha cobrado al PSOE.

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