El Rey reclama “seguir fortaleciendo” las relaciones con China durante una visita de alto contenido económico
“España se ha consolidado como un socio fiable y un destino cada vez más atractivo para la inversión y la colaboración empresarial china”, dice Felipe IV en el discurso inaugural de la visita
Felipe VI ha inaugurado con un primer discurso de contenido muy económico su visita de Estado a China. El Rey ha asegurado que este viaje refleja la voluntad de “seguir fortaleciendo” la relación entre ambos países. “España se ha consolidado como un socio fiable y un destino cada vez más atractivo para la inversión y la colaboración empresarial china”, ha expresado. Y, a la vez, ha reclamado mayor facilidad para que las compañías españolas logren penetrar en el complicadísimo mercado chino. “Si queremos construir una relación económica sólida y duradera entre España y China, debemos hacerlo sobre la base de la confianza mutua, la apertura y la seguridad jurídica”, ha reclamado durante la apertura del Foro Empresarial entre España y China, celebrado el martes en Chengdú.
La capital de la provincia de Sichuán, una ciudad de más de 21 millones de habitantes en el suroeste del país, es la parada inicial de la primera visita de Estado de los Reyes de España a China en 18 años. El martes por la tarde, el Monarca tiene previsto trasladarse a Pekín, donde será recibido por el presidente chino, Xi Jinping, y su esposa, Peng Liyuan, con una cena privada. El miércoles tendrá lugar el encuentro oficial de Felipe IV con Xi en el Gran Salón del Pueblo, el gigantesco edificio de la plaza de Tiananmen reservado para las citas políticas de alto nivel.
El viaje, que se suma a los tres que ha realizado a China desde 2023 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subraya la creciente sintonía entre Pekín y Madrid en los últimos años, que le ha valido a España el arqueo de cejas de algunas capitales europeas, y la crítica directa del Gobierno de Estados Unidos. “Sería como cortarse el cuello”, dijo en abril el secretario del Tesoro de EE UU, Scott Bessent, sobre el acercamiento comercial entre España y China.
La entente comercial sellada la semana pasada entre Estados Unidos y China, después del encuentro en Corea del Sur del presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, le da algo de oxígeno y un punto de legitimidad al rumbo del Gobierno español: todos, al final, deben dialogar con China, la segunda economía del planeta.
“Somos conscientes de que nuestro principal socio comercial en la UE es Estados Unidos”, comentaba el lunes en Chengdú el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que forma parte de la comitiva. “De ahí el esfuerzo que hemos hecho desde el principio desde que se anunciaron posibles medidas arancelarias por parte de Estados Unidos para intentar evitar que suban las barreras al comercio”. A la vez, según Cuerpo, si la UE pretende ser un “actor principal” en un momento en que “se están redefiniendo las reglas geoestratégicas y geoeconómicas”, es necesario “entablar conversaciones y negociaciones” con todos los actores principales. “Y uno de ellos por supuesto que tiene que ser China”.
Felipe VI ha hecho mención a ese contexto internacional de “creciente complejidad que incide tanto en la estabilidad geopolítica como en el desempeño de nuestras economías”. En ese escenario, “España, junto con la UE, mantiene su firme compromiso con un sistema internacional basado en reglas claras, transparencia y respeto de la legalidad”, ha expresado.
El foro económico, celebrado en el Gran Hotel Meliá de Chengdú, ha contado con la presencia de representantes de 180 empresas españolas y 260 chinas. A primera hora, los pasillos eran un hervidero de hombres y mujeres de negocios pululando, sorbiendo un café, manteniendo breves charlas ligeras. Entre ellos estaba Alberto Herranz, director de Interporc, la asociación que representa al porcino blanco. El sector se juega bastante en este viaje. Pekín impuso en septiembre aranceles provisionales al porcino europeo como represalia por las tasas de la UE al coche eléctrico. Justificó la medida en el marco de una investigación antidumping, algo que el Gobierno español no ha encajado bien: la medida golpeó a uno de los principales sectores de exportación españoles a China, que mueve unos 1.200 millones de euros, en un contexto de teórico acercamiento entre países, y después de que España retirara en 2024 su apoyo a los aranceles europeos al coche eléctrico.
Los empresarios del cerdo ven el encuentro empresarial, y la presencia del Rey en China, como una oportunidad de impulsar el diálogo, y de que Pekín recalibre su zarpazo tarifario: “Llega en un momento clave para nosotros”, dice Herranz, subrayando que el dictamen final sobre los aranceles del Ministerio de Comercio chino está previsto para diciembre, y que los gravámenes chinos restan competitividad a las empresas españolas.
Entre los invitados se encontraba también Pan Jian, copresidente del gigante chino de las baterías CATL, líder mundial en la fabricación de baterías para coches eléctricos, y una de las compañías que capitanea la avanzadilla de inversiones chinas en España. “Creo que España tiene grandes talentos, numerosas facultades de ingeniería de alto nivel; el Gobierno es muy eficiente, y [el país] tiene un ambiente político estable”, destacaba Pan, en un corrillo con la prensa, los motivos por los que su compañía ha decidido levantar, junto a Stellantis, una gigafactoría de baterías en Zaragoza. La inversión ronda los 4.100 millones de euros, y generará, según Pan, más de 4.500 empleos locales y de “alta cualificación y con elevados salarios”.
Uno de los grandes retos para España, y para la UE, es lograr convertir el desembarco chino, que ya es una realidad, en algo más que meras plantas de ensamblaje; conseguir que haya una verdadera transferencia de conocimiento, y se generen puestos de trabajo de calidad.
El Rey ha incidido en la importancia de desarrollar “alianzas estratégicas” en sectores de alto valor añadido como la automoción, la innovación tecnológica o la energía verde, “ámbitos en los que compartimos una visión orientada al futuro y a la sostenibilidad”. Ha definido España como “una economía abierta, dinámica y plenamente integrada en las cadenas globales de valor”. Y ha pedido profundizar la colaboración para que los proyectos chinos en España “generen valor añadido, desarrollen capacidades, faciliten la transferencia tecnológica y fortalezcan la competitividad española”.
España, como numerosos países, sufre un desequilibrio comercial estructural desde hace años con China, la gran fábrica del planeta. El comercio cruzado sumó 52.641 millones de euros en 2024, pero con un déficit muy abultado, de 37.707 millones de euros, en favor de China. Hay en torno a 400 empresas españolas implantadas en China, y casi 300 chinas en España, aunque el acumulado de inversiones del gigante asiático es mayor en volumen en el país europeo.
El Rey ha reclamado la “necesidad de avanzar en la resolución de las dificultades que aún encuentran algunas de nuestras empresas en el ejercicio de su actividad”, y ha pedido que se den pasos también “en la apertura de mercado” de algunos sectores, como el agroalimentario. “Nos ilusiona, especialmente, poder impulsar, juntos, nuevas oportunidades de colaboración que redunden en el beneficio mutuo de nuestras empresas y en la prosperidad de nuestros pueblos”, ha concluido.
La visita de los Reyes tiene, además, una pata cultural, de la que se ha encargado este miércoles la reina Letizia. Mientras el Rey mantenía un encuentro con autoridades regionales, ella ha asistido a un acto conmemorativo por el 150º aniversario del nacimiento del poeta sevillano Antonio Machado en el parque Wangjianglou, con paseos umbríos bajo un tupido bosque de bambú y pagodas de estilo clásico.
El acto ha sido concebido como un diálogo intercultural; se han leído versos del escritor español, que cuenta con varias traducciones al mandarín, y también de Xue Tao, una poeta china de la dinastía Tang, uno de los periodos de máximo esplendor artístico y comercial de China. Xue Tao pasó parte de su vida exiliada en Chengdú, y es una de las pocas mujeres de esa época cuyos versos han llegado a nuestros días.
“Temibles ráfagas arrecian desde lejos”, ha leído Dong Fan, actriz local y presidenta del Teatro del Arte del Pueblo de Sichuan. También ha declamado, en mandarín, los conocidos versos de A un olmo seco, de Machado, que suenan: “Lǎo yúshù, céng bèi léijí”. Esto es: “Al olmo viejo, hendido por el rayo”. Para los de nivel avanzado: “老榆树,曾被雷击”.
Los Reyes han aterrizado en la capital china a las 16.36 (hora local), donde los ha recibido una comitiva encabezada por el ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y el cónsul general de España en Pekín, Juan José Buitrago, informa Inma Bonet.