Ir al contenido

Trece sesiones y un desfile de 53 testigos y 10 peritos: arranca en Castellón el macrojuicio de la secta sexual del tío Toni

La vista sienta en el banquillo a seis integrantes del grupo sectario acusados de abusos sexuales y para quienes la fiscalía pide de 16 a 76 años de prisión

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón acoge desde este lunes, 3 de noviembre, el juicio contra seis integrantes de la secta asentada en el pueblo castellonense de Vistabella (361 habitantes) acusados de nueve delitos continuados de abuso sexual, seis de ellos a menores de edad, y un delito de asociación ilícita, cometidos en su base operativa: la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón acoge desde este lunes, 3 de noviembre, el juicio contra seis integrantes de la secta asentada en el pueblo castellonense de Vistabella (361 habitantes) acusados de nueve delitos continuados de abuso sexual, seis de ellos a menores de edad, y un delito de asociación ilícita, cometidos en su base operativa: la masía de la Chaparra. Un búnker a ocho kilómetros de la población del interior castellonense desde el que el líder, conocido como el tío Toni y fallecido en prisión, sometió durante décadas a sus adeptos -con la complicidad de los procesados- con promesas sanadoras, ritos esotéricos y prácticas sexuales, cometidas también contra menores. La Chaparra fue desmantelada en un operativo policial en marzo de 2022.

Arranca así una vista macro a todos los niveles, con 13 sesiones que se prolongarán hasta el 3 de diciembre y por las que desfilarán hasta 53 testigos -desde este lunes y hasta el día 24 de noviembre-, una decena de peritos -que comparecerán los días 26 y 27 del mismo mes- y los seis procesados, un hombre y cinco mujeres, entre ellas la pareja y la nuera del líder, que declararán del 1 al 3 de diciembre, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana.

La fiscalía pide para los acusados penas que oscilan entre los 16 y los 76 años de prisión. Afirma que conocían, consentían y colaboraban en las prácticas sexuales que el guía espiritual, que se hacía llamar “el enviado de Dios”, utilizaba para la “salvación de la humanidad” y para “ayudar” a los integrantes de la comunidad a “evitar catástrofes y enfermedades”. Eran, especialmente la pareja y la nuera del tío Toni, quienes, movidas por la “admiración y la obediencia”, concertaban con este los encuentros sexuales que incluso llegaron a presenciar y de ser quienes conducían a las niñas a la habitación del gurú.

El juicio, uno de los de mayor complejidad de los últimos años en Castellón, se celebra seis meses después de su aplazamiento, a petición del ministerio público, que vio insuficientes las cuatro sesiones de la vista del mes de abril ante el volumen de testigos y pruebas periciales.

La fiscalía acusa a los seis procesados de formar parte de un grupo pseudorreligioso y sectario organizado en torno a la figura del citado guía espiritual, de 64 años, que implantó tras los muros de La Chaparra una “doctrina dogmática y totalitaria” y una “abducción psicológica de sus fieles” -que le atribuían poderes especiales- con las que estos, incluidos los menores de edad, llegaron a “normalizar” como vía de salvación “comportamientos atípicos de índole sexual” o a aceptarlos “por miedo a desairar al líder”.

El grupo comenzó en 1990 en Castellón, pero con el tiempo y ante el aumento de los miembros se trasladó a Vistabella donde se consolidó la comunidad en la masía de La Chaparra, de 700 metros cuadrados. Allí residían, temporal o permanentemente, los seguidores de la secta junto a sus familias, y allí, a través del trabajo que realizaba la comunidad y de la donación de sus sueldos, el líder fue amasando patrimonio. Largas jornadas laborales que el tío Toni separó por géneros.

“A las mujeres se les encomendaba las tareas domésticas y a los hombres el mantenimiento y las obras”, recoge el ministerio público. Los hombres salían de la masía para acudir a sus puestos de trabajo, algunos incluso en negocios de Vistabella y localidades del entorno, sin que trascendiera para los vecinos lo que ocurría en La Chaparra, vista desde fuera como una comunidad autogestionada con ganado y cultivos propios y que para completar la compra recurría a los comercios del pueblo, “como cualquier otro vecino”, reconocía el entonces alcalde de Vistabella, Jordi Alcón.

La salida del recinto no estaba prohibida, pero la opción “era desalentada y presentada como algo nocivo, fomentando las relaciones de pareja entre miembros del grupo y desaprobando las relaciones con personas del exterior”, señala el escrito de fiscalía.

El líder de la secta, con graves problemas de salud, fue hallado muerto en mayo de 2022 en su celda en el Centro Penitenciario Castellón I, donde permanecía en prisión preventiva desde su detención dos meses antes. Su responsabilidad penal se declaró extinguida por auto dictado tras su fallecimiento. La detención del tío Toni se produjo el 6 de marzo de 2022, cuando la policía accedió a la masía. En el marco de la operación policial fueron liberadas doce personas, entre ellas menores de edad, dos de los cuales pasaron a ser tutelados por la Generalitat Valenciana.

Más información

Archivado En