El PP ve un punto de inflexión en el funeral en la continuidad de Mazón: “Se tiene que ir, cuanto antes mejor”
Feijóo empujó al ‘president’ a comparecer en las próximas semanas en las Cortes y el Senado para ganar tiempo convencido de que su situación es insostenible
Alberto Núñez Feijóo estaba allí, sentado solo unas filas detrás de Carlos Mazón, mientras escuchaba la crudeza de los gritos que le dirigían los familiares de las víctimas de la dana: “¡Asesino!”, “¡Rata cobarde!”, “¡Vete a la jueza, cabrón!”, “¡Comiendo con la periodista, qué vergüenza, cuando estaba la gente ahogándose!”. Los dirigentes del PP que asistieron este miércoles al funeral laico en el Palau de Les Arts en Valencia describen un trago muy doloroso, empezando para el propio president, pero también para el líder del PP. “El funeral fue una prueba muy dura para todos. No se tra...
Alberto Núñez Feijóo estaba allí, sentado solo unas filas detrás de Carlos Mazón, mientras escuchaba la crudeza de los gritos que le dirigían los familiares de las víctimas de la dana: “¡Asesino!”, “¡Rata cobarde!”, “¡Vete a la jueza, cabrón!”, “¡Comiendo con la periodista, qué vergüenza, cuando estaba la gente ahogándose!”. Los dirigentes del PP que asistieron este miércoles al funeral laico en el Palau de Les Arts en Valencia describen un trago muy doloroso, empezando para el propio president, pero también para el líder del PP. “El funeral fue una prueba muy dura para todos. No se trataba de una manifestación que ves por televisión, el jefe vio in situ el dolor de las víctimas hacia un presidente”, relata uno de ellos. Los populares vivieron con mucha desazón la ceremonia de Estado, que ha supuesto un “antes y un después” en la crisis política del PP en la Comunidad Valenciana y en la continuidad de Mazón, coinciden distintas fuentes de peso del partido. “Si podía haber alguna duda hasta entonces, se disipó. Y se tomó nota”, afirma un dirigente que lo vivió en directo.
El funeral ha puesto en marcha la cuenta atrás de la salida de Mazón, comparten distintos sectores del PP, aunque no se espera que sea inmediata. En las últimas horas la tensión y las expectativas se han desatado en el partido tras las declaraciones del president afirmando este jueves que se toma “un tiempo de reflexión” tras el escarnio que vivió en el funeral, aunque su equipo asegura que no está en sus planes dimitir.
Bajo los focos, en los últimos días, Feijóo ha dado pasos para tratar de tomar las riendas de la crisis. Génova empujó a Mazón a comparecer y dar explicaciones en las comisiones de investigación de las Cortes Valencianas y el Senado sobre lo que hizo el 29 de octubre mientras morían 229 personas en las inundaciones. Feijóo anunció en público el martes que Mazón respondería a todas las preguntas antes de que lo dijera el president, tras un contacto entre los equipos de ambos, según fuentes conocedoras de esas conversaciones.
Pero más allá de ese movimiento, la realidad es que, pese a toda la presión externa e interna en torno a Feijóo para que haga dimitir al barón valenciano, Mazón cuenta con una poderosa ventaja. “Que no hay solución”, admite un dirigente del PP al tanto de la estrategia. O que, si la hay, el riesgo es tan alto como el de perder el poder en la Comunidad Valenciana, el principal temor que atenaza a Génova.
“Si el partido hubiera podido echar a Mazón con facilidad, ya lo habría hecho”, afirma una fuente conocedora de las conversaciones de puertas adentro en el PP. El primer obstáculo para Feijóo es que Mazón es un presidente autonómico en ejercicio que depende de Vox, lo que implica que la extrema derecha tendría que dar su visto bueno a investir a un nuevo candidato del PP en caso de paso atrás del barón popular.
Y Vox no tiene ninguna intención de dejar caer a Mazón para que Feijóo arregle su entuerto, como revela la defensa numantina que Santiago Abascal protagonizó ayer del president, mucho mayor que la de cualquier dirigente del PP. “Es repugnante contemplar la mascarada que organizó ayer Moncloa para conseguir el linchamiento de Carlos Mazón y, ¡a la vez! el indulto de Pedro Sánchez", escribió Abascal en su cuenta de X sobre el funeral de Estado. “Qué pena y qué vergüenza contemplar a todos los suyos”, remató en referencia a los populares, “atemorizados ante Sánchez, incluso algunos de ellos sumándose al linchamiento”, enfatizó el líder de Vox erigido en el principal defensor del barón popular.
La otra posibilidad, la de obligar a Mazón a marcharse convocando elecciones anticipadas en la Comunidad Valenciana, implica lanzar una moneda al aire. Por mucho que las encuestas reflejen hasta ahora que la derecha mantendría la mayoría, Génova teme que la campaña diera la vuelta a la tortilla y la izquierda recuperara el poder.
La tensión interna en el PP ha escalado a máximos esta semana y la mayoría de fuentes consultadas, de todos los niveles del partido, desde la cúpula a los territorios, defienden que Mazón “se tiene que ir”, y que “cuanto antes, mejor”. El barón valenciano ya llegó al funeral muy tocado tras revelar que el día de la dana acompañó al parking sobre las siete de la tarde a la periodista Maribel Vilaplana después de su larga comida, cuando ya habían muerto decenas de personas. Desde ese momento, según distintas voces, Feijóo tomó una decisión, que no ha comunicado todavía al comité ejecutivo, desde la convicción de que la situación de Mazón es insostenible.
El líder del PP guarda sus cartas y evalúa en silencio los escenarios, todos complicados. Fuentes de su gabinete rehúsan comentar sus planes con el argumento de que “no hay novedades que comunicar”.
En el corto plazo, salvo sorpresa, no hay visos de un movimiento de alcance. El PP piensa que “hay que bajar el suflé e intentar ganar tiempo”, y que los siguientes pasos son las comparecencias de Mazón en las tres comisiones de investigación: Cortes valencianas, Senado y después Congreso. La última en territorio enemigo, y la única que tiene fecha, el 17 de noviembre. Según fuentes del PP de la comisión de la dana en la Cámara Alta, a partir de ahora se aceleran los trabajos para empezar a llamar a “cargos políticos”, después de que hayan desfilado hasta ahora sobre todo técnicos, informa Virginia Martínez. Todavía no se ha citado a miembros del Gobierno, ni a Mazón, pese a que está en la lista desde el principio a petición propia.
El PP gana tiempo consciente de que hay elementos que escapan a su control y que podrían hacer saltar por los aires el frágil equilibrio que sostiene a Mazón. El próximo hito es la declaración de la periodista Maribel Vilaplana el próximo 3 de noviembre. Lo que la informadora pueda revelar sobre las horas que compartió con el president el día de la tragedia se aguarda con mucha preocupación dentro del PP, tanto en el Consell como en la calle Génova.