La omisión de la “y” de Castilla y León aleja a los leoneses y al PSOE local del candidato autonómico
Varios socialistas reprueban la “mofa” y “frivolidad” del líder socialista autonómico y alcalde de Soria, Carlos Martínez, a las puertas del ciclo electoral
El candidato del PSOE a las elecciones de marzo en Castilla y León, secretario general autonómico y alcalde de Soria, Carlos Martínez, lleva desde principios de año, cuando fue ungido como líder y posterior primera espada electoral, refiriéndose verbalmente...
El candidato del PSOE a las elecciones de marzo en Castilla y León, secretario general autonómico y alcalde de Soria, Carlos Martínez, lleva desde principios de año, cuando fue ungido como líder y posterior primera espada electoral, refiriéndose verbalmente al territorio como “Castilla-León”. Esta pronunciación suele ser habitual en medios de comunicación estatales o fuera de la autonomía, pero la conjunción “y” pesa en lo identitario y en lo político: en León, y no solo el leonesismo acérrimo, se entiende que Castilla y León son dos regiones históricas independientes unidas por esa “y” y por el Estatuto de 1983. Por tanto, omitirla supone coser lo incosible. Martínez, reprobado estos meses por su “Castilla-León”, ha indignado a los leoneses, también socialistas, por pronunciarse así este fin de semana en un congreso al que asistió el jefe nacional, Pedro Sánchez: “Me critican porque digo ‘Castilla-León’ seguido. Habrá qué decir Castilla y León y Soria y Burgos y Valladolid y Segovia”. Varios socialistas, no solo leoneses, reprueban la “mofa” y “frivolidad” del aspirante a romper los 38 años de mando autonómico del PP.
La polémica comenzó este fin de semana con la intervención de Martínez en un evento que se celebró en León, provincia donde su partido retiene miles de votos, especialmente en las cuencas mineras y en la ciudad, pero donde el leonesismo de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) puja fuerte. Aspira a ser primera fuerza en marzo y quitarle ese laurel al PSOE, tradicional vencedor. Los socialistas también ostentan la alcaldía mediante José Antonio Diez, si bien este no acudió al cónclave por discrepancias con la ejecutiva madrileña y las estructuras provinciales. Las palabras del candidato pronto volaron por las redes sociales y por los medios leoneses hasta despertar la reacción de los agraviados, tanto de usuarios anónimos como de los representantes públicos de esta corriente proLeón. El presidente de UPL, Carlos Salgado, escribió esto en X, antes Twitter: “ [...] O no entiende la birregionalidad de la comunidad o se burla de la identidad y Región Leonesa. No sé qué es peor”. La secretaria general de la formación, Alicia Gallego, ha reclamado “respeto” tras un “insulto a los leoneses”.
La reacción trasciende el leonesismo y salpica al propio PSOE, donde la cuestión leonesa supone un conflicto latente y hasta en la provincia conviven varias almas. El alcalde leonés representa a la facción más localista y se ha pronunciado así en X, sin aludir a su secretario general territorial ni a sus siglas, tras la cuestión: “Nuestra identidad no la oculta la mofa. Nuestra reivindicación no se apaga por no escucharla. Hoy con más ganas que nunca de seguir luchando por mi gente, el autogobierno y el futuro. Hay ausencias y silencios que importan más que algunos discursos. Siempre, y solo, León”. Junto al mensaje, una foto de pendones leoneses. Diez no asistió al congreso entre reproches por no sentirse invitado ni para participar, pero el secretario provincial, Javier Alfonso Cendón, esgrimió haberle contactado por correo electrónico o WhatsApp, en un mensaje idéntico remitido a los afiliados.
De fondo, pulsos internos, con el sector de Cendón bien considerado en el PSOE central y Diez y sus adeptos perdiendo peso orgánico. Fuentes del PSOE leonés afirman indignadas e irónicas que a Martínez “le está cayendo la de Dios, lo están quemando vivo, es no entender nada, no saber nada de León, no comprender cuál es el pulso social… han salido redondas las jornadas”. Otros informadores del socialismo de Castilla y León creen que esas frases del candidato generan un “daño irreparable e incomprensible en una provincia decisiva” y lo achacan a la “soberbia alentada por los ‘Cendones’ por la guerra con el alcalde unida al desconocimiento de los mil matices de Castilla y León y a cierta frivolidad”.
Emilio Gancedo, coordinador del Instituto Leonés de Cultura, organismo de cultura y patrimonio vinculado a la Diputación, afea el “chascarrillo” porque “demuestra desconocer la realidad de su tierra, con dos territorios diferenciados, para mucha gente la identidad es importante, hay una sensibilidad”. “Ha sentado mal no por decirlo sino por la broma, hay una sensibilidad, que lo asesoren si no la conoce”, añade.
La politóloga y experta en comunicación política de la Universidad de Valladolid Alicia Gil-Torres aprecia que más allá de errores, estrategias o pugnas “en política territorial los gestos y palabras pesan; “Castilla-León” no es un lapsus, sino que denota la sensación de indivisibilidad y subordinación dentro de Castilla y León”. Para la experta, “esto debilita la imagen del PSOE en Castilla y León en el peor momento ya que necesita consolidar su liderazgo, fortalece a UPL y otros partidos como el PP que pueden capitalizar ese malestar”.
La politóloga observa que el mensaje de Diez tiene una línea “identitaria, no institucional, tiene un lenguaje simbólico con una metáfora de identidad herida, usa el verbo ocultar y no habla del PSOE sino de ‘nuestra gente’ con iconografía emocional de los pendones con la retórica del agravio y la resistencia. Supuestamente era un desencuentro entre dos dirigentes del PSOE pero ahora es una ofensa a la identidad del pueblo leonés”. Gil-Torres apunta que este ruido puede salpicar a escala nacional, pues “puede incomodar porque abre un frente territorial interno que no concuerda con la gestión del pluralismo en territorios como el catalán, por ejemplo”. “Al final es más de lo mismo; el relato territorial sigue sin estar resuelto”, concluye.