Jaén desentierra uno de los coliseos romanos más extensos de la antigua Hispania
El municipio de Porcuna, la legendaria Obulco, recupera buena parte del anfiteatro que se descubrió a principios de este siglo y que utilizó Julio César en sus proclamas
No fue casual que Julio César pusiera la mirada en la ...
No fue casual que Julio César pusiera la mirada en la ciudad romana de Obulco para preparar la contienda contra los hijos de Pompeyo. La batalla de Munda, que puso fin a las guerras civiles y a la época de la República para dar paso al Imperio, se fraguó desde Obulco, que llegó a ser la ciudad romana más extensa de Hispania, con 100 hectáreas amuralladas.
El actual municipio de Porcuna (5.900 habitantes, Jaén), la antigua Obulco, estrenará como atractivo turístico la semana que viene una buena parte del anfiteatro romano descubierto a principios de este siglo, un coliseo utilizado por Julio César en sus proclamas que los expertos creen que podría tener capacidad para más de 15.000 espectadores y que está considerado de los más importantes de Hispania, similar a los de Mérida o Tarragona.
Después de más de dos milenios sepultado bajo la ciudad romana de Obulco, ahora, gracias a las excavaciones de los últimos años, se ha logrado que emerja alrededor de un 30% de su construcción, ya que el resto se encuentra aún debajo de las viviendas de Porcuna. Los arqueólogos creen que el anfiteatro medía 150 metros de ancho en el semicírculo, 90 de largo y alcanzaba una altura de unos 20 metros. “Se ha sacado a la luz un edificio de una enorme importancia histórica para ponerlo en valor como recurso turístico que puede suponer un revulsivo para la provincia de Jaén por su relevancia y espectacularidad”, ha explicado un eufórico alcalde de Porcuna, Miguel Moreno (Ciudadanos).
Aunque desde principios de siglo había constancia de la existencia de este imponente coliseo, no fue hasta 2015 cuando se produjo su hallazgo en el transcurso de unas obras municipales en la barriada del Hoyo del Mendo de Porcuna. Dos años más tarde se efectuaron catas arqueológicas que confirmaron su relevancia. Los estudios realizados sobre el terreno evidenciaron su buen estado de conservación, ya que se mantenía un tramo de fachada de unos 50 metros y muros de hasta seis metros de altura en algunos puntos.
Ahora, la intervención, llevada a cabo por la firma jiennense Construcciones Calderón, ha permitido recuperar en torno a un tercio del anfiteatro. “Hemos tenido la suerte de que ha aparecido una gran parte del anfiteatro con las gradas, con las entradas, con las murallas, con la arena, una cárcel de gladiador o una sillería ciclópea, unos restos arqueológicos de los que nos sentimos profundamente orgullosos”, ha subrayado el alcalde de Porcuna.
Las excavaciones y las obras de restauración del anfiteatro se iniciaron en 2022 y han tenido un coste, en esta primera fase, de más de tres millones de euros financiados principalmente con fondos europeos FEDER.
Los expertos consideran que la decisión de Julio César de elegir la ciudad de Obulco como base de partida para sus operaciones militares fue tras estudiar el mapa de la Hispania Ulterior y comprobar que el oppidum se encontraba situado en territorio estable, limítrofe con las zonas controladas por las tropas enemigas. En concreto, César sabía que Cneo Pompeyo y sus équites cordubenses controlaban las explotaciones mineras de Sierra Morena y, por tanto, era fundamental no perder de vista el dominio sobre las minas de Cástulo y Carthago Nova si se quería acometer la campaña con seguridad.
Cisterna romana
La inauguración parcial del anfiteatro de Porcuna se une a la puesta en servicio, el año pasado, de la cisterna romana de la Calderona, también construida hace más de dos milenios para el abastecimiento de agua a la población. Hoy, 2.000 años después, el agua sigue entrando de forma natural a través de las capas freáticas y funcionando para lo que fue concebida en el siglo I a. C.
También aquí, los arqueólogos, arquitectos y geólogos que han participado en este proyecto coinciden en apuntar que aún es mucho el trabajo que queda por delante desde el punto de vista arqueológico, ya que tan solo se han excavado 500 metros cuadrados, una centésima parte del barrio del sector de la Calderona y una ínfima parte de toda la ciudad romana de Obulco que contaba con un millón de metros cuadrados fortificados.
Para el arqueólogo Pablo Casado, director del Museo Arqueológico de Obulco, el resultado ha sido el de un “espectacular proyecto de arqueología científica”, que consolida a Porcuna como una de las principales urbes de la Bética romana. Casado cree que este yacimiento ha aportado una enorme información histórica sobre la evolución de la ciudad durante más de 700 años, desde la época romana clásica hasta la antigüedad.
Este enclave patrimonial, que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), se utilizó durante la Guerra Civil como refugio antiaéreo. Para el alcalde de Porcuna, desde la apertura de la cisterna romana se ha triplicado el número de turistas que visitan este municipio de la Campiña andaluza, casi fronterizo entre las provincias de Jaén y Córdoba. Ahora, la inauguración parcial del coliseo romano va a suponer otro espaldarazo para el turismo patrimonial de la localidad: “Va a ser un reclamo brutal”, vaticina Moreno.