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Lo que no se puede explicar en política

Ni Belarra podía permitirse tumbar el embargo a Israel ni Sánchez puede ir a negociaciones presupuestarias arriesgadas: estamos ya en tiempo preelectoral

Guillermo Fernández Vara solía decir que en política es conveniente no hacer lo que no se puede explicar. Era una premisa absolutamente válida para un territorio homogéneo como Extremadura, pero mucho más difícil de aplicar cuando la decisión afecta a realidades más complejas. Lo hemos podido comprobar esta semana en el Pleno del Congreso con la rectificación de los socialistas de su intención de dar luz verde a la ...

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Guillermo Fernández Vara solía decir que en política es conveniente no hacer lo que no se puede explicar. Era una premisa absolutamente válida para un territorio homogéneo como Extremadura, pero mucho más difícil de aplicar cuando la decisión afecta a realidades más complejas. Lo hemos podido comprobar esta semana en el Pleno del Congreso con la rectificación de los socialistas de su intención de dar luz verde a la iniciativa legislativa popular para retirar la protección cultural a la tauromaquia y que sean los gobiernos autonómicos los que decidan. Era un trámite parlamentario inicial para abrir el debate en la Cámara pero lo que se ve con normalidad en el PSC requiere muchas explicaciones en otros territorios, como Andalucía, que tiene elecciones en menos de un año. Y María Jesús Montero no está para abrirse frentes.

Ha sido mucho más clamoroso el caso de Podemos por su contumacia en el rechazo del real decreto ley del embargo de armas a Israel. Los morados buscan ganar musculatura usando al Gobierno de saco de boxeo, pero este miércoles pusieron en evidencia su estrategia, tragándose con un sí todos los descalificativos que le habían dedicado a la norma. Era previsible: habrían sido incapaces de explicar que eran los responsables de tumbar las medidas contra Benjamin Netanyahu, por mucho que las consideren insuficientes.

Tenerse que explicar entraña riesgos. Lo sabe Juan Manuel Moreno Bonilla, que se enredó un poco más en su propia cuerda cuando dijo que la Junta no informaba a las andaluzas del resultado de las mamografías para no generarles una “ansiedad” innecesaria. Y hay veces en las que las explicaciones son gotas de lluvia en el mar, en el charco inmenso de la sanidad andaluza. El presidente andaluz lleva días visitando a enfermos y pidiendo perdón por los fallos en el cribado del cáncer de mama pero el algoritmo, que tiene un punto de malignidad, devolvía a los móviles de muchas mujeres el vídeo viral con sus desafortunadas declaraciones. Este miércoles se vio obligado a comparecer para explicarse mejor y comunicar la “dimisión” de la titular de Salud, Rocío Hernández, la consejera que se reía cuando le afeaban en el Parlamento andaluz la gestión de esta crisis. Hay imágenes que se explican solas.

El PP se aferra a otra foto, la de los sobres del PSOE: billetes, logotipo del partido y cifra anotada a boli (con el detalle de los céntimos que, defiende Ferraz, se corresponden con las liquidaciones de gastos). La presión por la corrupción en la anterior cúpula del PSOE va a ir a más y la agenda judicial no dará tregua, pero Pedro Sánchez parece convencido de estar en condiciones de combatir todo eso aferrándose a temas que calan en el electorado progresista con facilidad. El Sánchez de los mil y un laberintos (el que pasó del no es no a Mariano Rajoy a apoyar al PP con el 155 en Cataluña; el que no dormiría tranquilo con Pablo Iglesias en el Gobierno y amnistió a Carles Puigdemont) intenta ahora recuperar posiciones tirando del manual no escrito del recién desaparecido Fernández Vara, priorizar las cosas que se entienden sin tener que explicarlas: cuatro ministros comparecieron el martes en la Moncloa para contar con todo lujo de detalles por qué aprietan a algunas comunidades con la garantía del derecho al aborto o por qué aprueban una normativa para limitar el número de universidades privadas.

Los cuatro ministros (tres del PSOE y una, de Más Madrid) son líderes de sus partidos en sus respectivos territorios. En esa rueda de prensa se pueden encontrar parte de los motivos por los que Pedro Sánchez va a apurar al máximo para disolver las Cortes: exprimirá todo lo que pueda la plataforma que le ofrece el Gobierno para combatir el amplísimo poder de la derecha.

Alerta spoiler: no esperen negociaciones presupuestarias al filo de lo imposible en el tiempo que viene, que las campañas de Castilla y León y Andalucía están ya planteadas. Tampoco hacen falta demasiadas explicaciones para entenderlo.

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