Alta tensión entre Aena y el Ayuntamiento de Madrid por el inminente destino de las 500 personas sin techo en Barajas
El operador y las fuerzas de seguridad se planteaban realizar controles de acceso al aeropuerto desde este mismo jueves si los servicios sociales del Consistorio no ofrecían una alternativa habitacional. Finalmente, esa decisión se ha pospuesto
Los continuos contactos en las últimas semanas entre los responsables del aeropuerto de Madrid-Barajas y el Ayuntamiento de Madrid no están dando frutos para atajar lo que Aena, propietaria de la infraestructura, aprecia como un problema ajeno a su gestión: el del medio millar de personas sin hogar que duermen cada día en las terminales. Con la tensión entre las partes creciendo con el paso de las horas, de no haber una solución de urgencia por parte de los servicios sociales municipales, no se descartaba la activación de controles de acceso a Barajas esta misma tarde, un extremo que fuentes de Aena aseguraban que se trata de evitar. Finalmente, esa medida se ha pospuesto, según la Delegación de Gobierno, a la espera de que puedan llegar a un acuerdo con el Consistorio dirigido por José Luis Martínez-Almeida.
La dirección de Barajas convocó este miércoles un grupo de trabajo en el que figuran representantes de la citada Aena y de los servicios sociales del Ayuntamiento de Madrid “ante la delicada situación que se está generando por el aumento de personas sin hogar que habitan en las instalaciones aeroportuarias”, informa el gestor aeroportuario a través de un comunicado. La compañía pública trasladó su preocupación por la situación de esas personas sin hogar y por la seguridad en el aeropuerto, y reiteró que estas infraestructuras “están diseñadas y equipadas para el tránsito de pasajeros y que, por tanto, no están preparados para que las personas habiten en ellos”.
El problema también ha sido comunicado a la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Municipal de Madrid, “y se ha constatado la importancia de tomar medidas para solventar la situación por la seguridad tanto de las personas sin hogar, como de pasajeros y trabajadores del aeropuerto”, señala Aena, que reconoce que no han llegado a darse conflictos en sus instalaciones.
Tras conocerse que este jueves finalmente no se desalojará a las personas sin hogar del aeropuerto, Aena ha mandado un comunicado en el que “instaba” tanto al Ayuntamiento de Madrid y al Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, “las autoridades competentes en materia de servicios sociales de Madrid”, a que “articulen una solución digna” para estas personas que habitan en las instalaciones del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. “El Ayuntamiento hace un seguimiento periódico que, lamentablemente, no ofrece solución a una situación muy sensible de la que son responsables administrativa y políticamente y que, lejos de mejorar, se ha agravado con el tiempo”, dicen los representantes de Aena en la nota.
El problema, en todo caso, se encalla en una cuestión clave: las competencias. Desde el equipo de Almeida defienden que es el Gobierno de Pedro Sánchez el que debe tomar cartas en el asunto. “El Ayuntamiento quiere formar parte de la solución, pero no es una competencia municipal. La competencia de esta infraestructura es de Aena, del ministerio de Transportes. Las competencias de las personas que allí viven son de todas las administraciones públicas. Allí hay solicitantes de asilo, lo que corresponde únicamente al Gobierno de España, a través del Ministerio del Interior, de Derechos Sociales y Transportes”, ha defendido el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández en una rueda de prensa celebrada en Cibeles tras la polémica que ha saltado este jueves. La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Reyes Maroto, ha señalado tras el comunicado de Aena “la falta de colaboración por parte del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid en buscar una solución”. Maroto le exige alcalde Martínez Almeida que “colabore en la búsqueda de soluciones en lugar de generar una nueva polémica” con el Gobierno de España. “Es injustificable la desidia y el desprecio con el que el Ayuntamiento de Madrid trata a unas personas cuando es el máximo responsable de darles una solución habitacional”, ha añadido.
Y no es lo único en lo que no se ponen de acuerdo las distintas administraciones. “Los datos que maneja el Ayuntamiento es que allí hay 71 personas sin hogar con vínculo con la ciudad de Madrid, de las cuales 25 no quieren entrar en nuestra red”, ha insistido Fernández. Del resto, el concejal no ha especificado su situación concreta ni, por supuesto, si el Consistorio se haría cargo de ellos o, de al menos, una parte.
La crisis ha motivado una conversación telefónica al máximo nivel al filo de las 17:00 horas. El presidente de Aena, Maurici Lucena, con el alcalde Martínez Almeida, en un cruce de impresiones en el que ambos han remarcado las competencias del contrario. De este intercambio in extremis parece haber salido el compromiso de que los llamados equipos de calle pasarán por las terminales. Como mar de fondo de la contienda política y competencial resuena el agrio enfrentamiento entre Aena y la Comunidad de Madrid en los primeros meses de la pandemia, cuando la presidenta Isabel Díaz Ayuso calificó a Madrid-Barajas de puerta de entrada para el Covid-19 por la falta de controles.
Controles en Metro y Cercanías
En las reuniones de los últimos días se han puesto en común las acciones que deben implementar cada una de las partes, lo que incluye una solución habitacional. Pero esta última no acaba de llegar. Fuentes al tanto de las conversaciones explicaban este jueves por la mañana que las fuerzas del orden y operarios de Aena podrían comenzar a controlar el acceso de personas a las terminales a través de los servicios de Metro y Cercanías. En esos controles, en principio aleatorios, se preguntaría por el motivo de asistencia a Barajas. Y ya pasadas las 23. 00 horas, se activaría una vigilancia reforzada respecto a lo habitual en las puertas de las terminales. Finalmente, esta medida no se tomará este mismo jueves y todas las partes se han dado algo más de margen para llegar a una solución.
Y, también en este punto, los representantes del Gobierno de Almeida disienten. “En el día de ayer [por este miércoles] por la tarde se nos convocó al Ayuntamiento de Madrid a una reunión que no era de seguimiento, y se nos dijo que se había tomado una decisión, y que la decisión era controlar y desalojar el aeropuerto durante unas horas. Esta decisión no estaba condicionada a la actuación de los servicios sociales del Ayuntamiento, como se ha dicho, era una decisión unilateral. Nosotros tendemos la mano de nuevo, pero queremos que estén los ministerios implicados”, ha insistido Fernández desde Cibeles.” Queremos tender la mano. Lo que no nos vale es una decisión unilateral y decir que es competencia municipal. A eso el Ayuntamiento de Madrid dice no”. Tampoco se ha especificado si en la decisión de desalojo se invitó los Servicios Sociales del consistorio a formar parte del dispositivo.
El aeropuerto es la única gran infraestructura de Madrid que no cierra en horario nocturno, esencialmente por su operativa hasta altas horas y desde antes del amanecer. También se debe al habitual tránsito de viajeros en conexión que pernoctan en las salas de espera. Otros modos de transporte cierran sus dependencias en la capital, entre ellas las estaciones de Metro y las de tren.
La falta de acuerdo entre instituciones, con Aena dependiendo del Gobierno de Pedro Sánchez y el Ayuntamiento en manos del popular José Luis Martínez-Almeida, salta a la luz una semana después de que Aena impulsara, de acuerdo con los servicios sociales, el desalojo de personas sin hogar en el aeropuerto de Barcelona-El Prat. La decisión se tomó en puertas de la celebración del Mobile World Congress 2025 en la Ciudad Condal, aunque el presidente de Aena, Maurici Lucena, insistió en desligar esa acción con la llegada de miles de congresistas en avión.
Fuentes cercanas a Aena aseguran que la intención no es cerrar las puertas de las terminales, ni en Barcelona ni en Madrid, pasadas las 24.00 horas, pero sí podrían darse en el futuro cierres parciales de espacios con el objetivo de no tener las terminales activas en su totalidad. Las mismas fuentes explican que “no se trata de arrinconar a los sin techo” y añaden que “el plan no es poner a nadie en la calle, sino que las autoridades competentes, en este caso los servicios sociales municipales, otorguen una solución digna para estar personas”.