Cinco detenidos por la muerte a golpes de Felipe ‘el Caganidos’ en La Rioja

Felipe, de 61 años, murió el pasado 7 septiembre en la localidad riojana de Haro (11.000 habitantes), después de haber recibido una gran cantidad de golpes. Encontraron su cuerpo en su vivienda, en plenas fiestas de la Virgen de la Vega, y quienes le habían matado hicieron todo lo posible para que no se llegara hasta ellos. Cinco meses después, la Guardia Civil ha detenido a cinco personas por el asesinato de Felipe, conocido en el municipio como el Caganidos y dedicado a la venta de pequeñas dosis de droga. Los supuestos a...

Felipe, de 61 años, murió el pasado 7 septiembre en la localidad riojana de Haro (11.000 habitantes), después de haber recibido una gran cantidad de golpes. Encontraron su cuerpo en su vivienda, en plenas fiestas de la Virgen de la Vega, y quienes le habían matado hicieron todo lo posible para que no se llegara hasta ellos. Cinco meses después, la Guardia Civil ha detenido a cinco personas por el asesinato de Felipe, conocido en el municipio como el Caganidos y dedicado a la venta de pequeñas dosis de droga. Los supuestos autores conocían a su víctima. Siguieron sus movimientos por la localidad aquella noche y, cuando llegó el momento oportuno, le esperaron en el rellano de su bloque y le abordaron al salir del ascensor, con los rostros cubiertos con pasamontañas. Le golpearon “con violencia extrema” hasta conseguir lo que venían buscando, explican fuentes conocedoras de la investigación. El móvil fue el robo de dinero y sustancias estupefacientes, según ha informado este miércoles la Guardia Civil.

Víctima y sospechosos se conocían. Los investigadores creen que ese hecho hizo que acabaran con su vida después de asaltarle de una forma tan violenta por el riesgo de que les señalara. Cualquier detalle, la voz, la complexión, una palabra, podía delatarles. Los cinco detenidos por el crimen, tres hombres y dos mujeres de entre 39 y 44 años, vivían en el mismo municipio y pertenecen a la misma familia. Una de las mujeres mantuvo una relación sentimental con el fallecido durante cinco años.

El caso ha estado bajo secreto judicial hasta hace muy pocos días. Durante de cinco meses, con numeroso trabajo de campo, la investigación se centró en los cinco miembros de esta familia como sospechosos de premeditar, coordinar y planificar el crimen. Hace poco más de una semana, el 17 de febrero, fueron detenidos durante un gran operativo en el que participaron un centenar de agentes, entre ellos miembros del GAR (especializados en situaciones especialmente peligrosas) y del servicio cinológico (perros especializados en buscar armas, drogas y dinero), en el que se cerraron todos los accesos del municipio. Los tres hombres han ingresado en prisión provisional y las dos mujeres han quedado en libertad con medidas cautelares, como retirada del pasaporte y comparecencias quincenales en el juzgado. Están investigados por delitos de asesinato, robo con violencia y pertenencia a grupo criminal.

Una amiga de Felipe descubrió su fallecimiento al día siguiente, después de haber intentado comunicarse con él sin éxito. Llamó a los Bomberos, que accedieron a la vivienda y se encontraron con su cuerpo. El rellano del edificio daba muestras de la agresión que había sufrido cuando volvía a casa. “Le golpearon, le quitaron las llaves, le introdujeron dentro de la vivienda y ahí siguieron golpeando y coaccionándole para que les dijera dónde guardaba el dinero”, ha detallado este miércoles el portavoz de la Guardia Civil en La Rioja, Miguel Ángel Sáez. Usaron una “una violencia extrema y desmesurada” y se llevaron muy poca cantidad de dinero y poca droga, según Sáez.

Los agentes de la Guardia Civil encontraron restos de sangre en las paredes y el suelo del rellano, además de otras pruebas. Según la reconstrucción, la víctima fue arrastrada hasta la vivienda. Durante la inspección de la casa, los investigadores también advirtieron que faltaban algunos enseres tecnológicos que podrían haber resultado claves para dar con los autores y que los sospechosos se llevaron para dificultar la investigación.

El caso, en manos del juzgado de instrucción número dos de Haro, ha sido investigado por agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rioja, y ha contado con la colaboración del laboratorio de criminalística. Todavía quedan algunas actuaciones pendientes, pero no se esperan nuevas detenciones, según fuentes policiales.