Sumar redobla la presión para una marcha atrás en el IRPF pero La Moncloa da la decisión por tomada
Óscar López mantiene que no hay intención de tocar los tramos del IRPF y Feijóo promete volver a dejar exento de tributación el salario mínimo si gobierna
Nadie quiere ir a la guerra en la coalición, pero nadie se mueve de momento. Las posiciones entre el PSOE y Sumar ante la polémica desatada esta semana en el Ejecutivo a cuenta de la tributación del salario mínimo interprofesional parecen firmes e incompatibles. Sumar, que ha hecho bandera de esta cuestión que afecta de lleno a uno de sus hitos, la subida del SMI, una responsabilidad del ministerio de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz, re...
Nadie quiere ir a la guerra en la coalición, pero nadie se mueve de momento. Las posiciones entre el PSOE y Sumar ante la polémica desatada esta semana en el Ejecutivo a cuenta de la tributación del salario mínimo interprofesional parecen firmes e incompatibles. Sumar, que ha hecho bandera de esta cuestión que afecta de lleno a uno de sus hitos, la subida del SMI, una responsabilidad del ministerio de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz, redobla la presión para buscar una marcha atrás de Hacienda, que ha decidido no tocar el mínimo exento del IRPF, de manera que los perceptores del SMI tributarán por primera vez en este impuesto porque superarán el mínimo que se subió el año pasado precisamente para que estos salarios bajos no entraran.
Este grupo pidió públicamente a Hacienda una reunión para negociar. María Jesús Montero, la gran protagonista ausente, de nuevo evitó comparecer en público, pero distintas fuentes del Gobierno trasladan la misma idea: nadie quiere ir al choque, se están evitando los tonos duros para no calentar el conflicto, pero la decisión de Hacienda, respaldada por La Moncloa, está tomada y es firme: el SMI tributará en el IRPF.
En Sumar están convencidos de que no será así, de que el PSOE ha perdido el debate en la calle y tarde o temprano acabará rectificando. Pero en el núcleo duro de Sánchez ―aunque él sigue sin pronunciarse públicamente ni siquiera para apoyar a Montero― insisten en que no habrá marcha atrás porque esta es una decisión de fondo. Todo indica en cualquier caso que el sector socialista está intentando que el debate se suavice, que baje la presión mediática, para después de forma más discreta negociar una solución antes de que el asunto llegue a una votación en el Congreso que los socialistas tienen perdida, porque Sumar uniría su voto a toda la izquierda y al PP y podría así tumbar la decisión de Montero. Otras veces en el entorno de Sánchez han insistido en que la decisión era inamovible ―como pasó con la idea de partir el decreto ómnibus o la de tramitar la iniciativa de Junts sobre la cuestión de confianza― y al final se movió en una negociación. Aunque sí es cierto que el presidente está enviando señales en sentido contrario, porque personas de su máxima confianza están saliendo a argumentar por qué el SMI debe tributar aunque sea por una pequeña cantidad ―menos de 25 euros al mes― en el IRPF porque esa es la manera de armonizar el sistema y huir de la idea, que consideran conservadora, de que pagar impuestos es malo.
Verónica Barbero, portavoz parlamentaria de Sumar, solicitó este jueves una reunión formal entre los socios de Gobierno para buscar “fórmulas” que permitan dar lo antes posible “tranquilidad” a los 2,5 millones de perceptores del SMI. Fuentes del grupo matizan que la forma en que se produzca ese encuentro y dónde se dé es lo menos importante, lo fundamental es hallar una solución dialogada. Pero las posturas siguen enrocadas. Desde el PSOE, el ministro para la Transformación Digital, Óscar López, reiteró lo defendido por Hacienda, contraria a actualizar el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) a la nueva subida del salario mínimo, lo que obligará a tributar por este tras el incremento de 50 euros aprobado para este año. En Sumar buscan lo contrario, que quede exento. Y mientras, la brecha en la coalición vuelve a dar alas al PP, que en este asunto mantiene una postura próxima a la de Sumar.
Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, se ha comprometido a que si llega a gobernar, volverá a exonerar al SMI de la tributación. Tanto los populares, como Sumar y Podemos han registrado ya en el Congreso iniciativas en este sentido que apoyarían también otros socios como EH Bildu, ERC o BNG. Pero al Gobierno no le interesa esa votación, que supondría la escenificación de una derrota para el PSOE y abriría en canal al Ejecutivo.
Por eso, en la formación de Díaz insisten en buscar una solución lo antes posible a través del diálogo. En privado, los partidos del grupo ven inconcebible que el PSOE no dé marcha atrás y creen que cuanto más tarden en hacerlo, peor será el daño para ellos. “Pedimos que el Ministerio de Hacienda convoque formalmente un diálogo entre las partes involucradas en esta decisión, porque Trabajo ya ha hecho lo que tenía que hacer, subir el SMI”, ha solicitado Barbero en declaraciones a los periodistas en la Cámara baja. “Lo que queremos es, desde la lealtad de socias de Gobierno y de grupo parlamentario, poder alcanzar una solución negociada”, ha añadido cuidando mucho el tono con el PSOE. Hacienda decidió no contestar públicamente a esta solicitud, aunque en algún momento Montero volverá a comparecer ante los medios y ahí podrá ofrecer su versión y plantear posibles soluciones.
Pese a haber rebajado las críticas en público y de que tanto Díaz como el presidente Pedro Sánchez se esforzaran el miércoles en trasladar una imagen de estabilidad, exhibiendo en el Congreso sintonía durante la sesión de control al Gobierno, las discrepancias se mantienen. Desde París, donde se encuentra de viaje oficial, la vicepresidenta y ministra de Trabajo ha desmentido al titular de Economía, Carlos Cuerpo, que un día antes aseguró que Sumar sabía de la medida de Hacienda. “El lunes, Cuerpo comunicó a España que esta decisión no estaba tomada”, ha asegurado Díaz. “Lo vuelvo a decir, nosotros nos hemos enterado por los medios de comunicación, a través de un comunicado que remitió el propio Ministerio de Hacienda”. Díaz sí sabía que Hacienda tenía ese criterio, y por eso discrepó públicamente de él, pero lo que supo por los medios en la mañana del martes es que se había tomado la decisión, algo que Montero no le dijo cuando se vieran esa mañana en La Moncloa, y que se iba a anunciar así, justo antes de la rueda del Consejo de Ministros. En cualquier caso Díaz también espantó el fantasma de la ruptura .“La coalición goza de muy buena salud”.
Las diferencias de fondo persisten. “Veremos las iniciativas. El Gobierno ha subido el salario mínimo y ya bajó impuestos. El Gobierno no tiene voluntad de cambiar la ley de los tramos, ya se hizo. De cada 10 ciudadanos que ganan el SMI, solo dos tendrán que tributar, todos ganarán más. Quienes ganaban 16.000 euros y tributaban 800 euros, ahora pagan menos de 60″, afirmó Óscar López, que recordó así la bajada de impuestos a las rentas bajas que aprobó el Gobierno el año pasado. El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública y secretario general del PSOE de Madrid ha sido también muy cuidadoso en no reabrir la pelea con Sumar, que fue muy evidente en la rueda de prensa del martes en la Moncloa, pero ha sido tajante en su defensa de la posición del PSOE, el partido mayoritario del Ejecutivo: “Respeto todas las opiniones y este Gobierno va a seguir gobernando, aunque haya diferencias legítimas. Sé lo que acordó el Consejo de Ministros: subir el SMI una vez más para acercarlo al 60% del salario medio y estoy absolutamente convencido de que no hace falta que nadie informe a la ministra de Trabajo de los tramos. No hemos parado de subir el SMI y los ciudadanos lo saben a pesar de polémicas o discusiones puntuales lo importante es el fondo: ganan 400 euros más al año”.
Ante toda esta confusión entre PSOE y Sumar, Feijóo trata de aprovechar la situación para reivindicarse como el defensor de que las rentas más bajas no deban tributar por IRPF. Entre críticas al “infierno fiscal” que considera que hay en España —pese a que es uno de los países europeos con menor presión fiscal—, El líder del PP se ha comprometido a, si llega al Gobierno, evitar que el SMI pague IRPF. “Este Gobierno será el primero que somete a tributación al SMI. Y yo me comprometo a que seamos el Gobierno que vuelva a exonerar el impuesto de la renta al SMI en nuestro país”, ha manifestado en una declaración sin preguntas en una visita a Lleida.
Desde la izquierda, también replican al Ejecutivo. “Hay un consenso social: las personas que cobran el salario más bajo no tienen que pagar el IRPF. Es una cuestión de puro sentido común que, además, tiene mayoría en el Congreso y que se va a hacer. Es importante que la gente lo sepa”, había afirmado tajante la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, a primera hora en TVE.