Siete detenidos en tres días acusados de difundir el ideario yihadista en actividades deportivas

La Guardia Civil realiza tres arrestos en la provincia de Toledo, otros tres en la de Pontevedra y uno más en Madrid en el transcurso de sendas operaciones

Guardias civiles introducen en un furgón a uno de los jóvenes detenidos acusado de yihadismo, en una imagen obtenida del vídeo facilitado por el Ministerio del Interior.Vídeo: Guardia Civil

La Guardia Civil ha detenido en tres operaciones antiyihadistas distintas a siete personas, todas ellas menores de 33 años, como presuntos autores de delitos de terrorismo por difundir el ideario del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) y estar inmersos en procesos de autorradicalización, según ha informado este lunes el Ministerio del Interior. Los arrestos ―tres en la provincia de Toledo, otros tres en la de Pont...

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La Guardia Civil ha detenido en tres operaciones antiyihadistas distintas a siete personas, todas ellas menores de 33 años, como presuntos autores de delitos de terrorismo por difundir el ideario del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés) y estar inmersos en procesos de autorradicalización, según ha informado este lunes el Ministerio del Interior. Los arrestos ―tres en la provincia de Toledo, otros tres en la de Pontevedra y el último en la de Madrid― se produjeron con tan solo tres días de diferencia, entre el 20 y el 22 de enero, aunque la investigación descarta que los tres grupos tuvieran relación entre sí. No obstante, las pesquisas sí han revelado coincidencias en la forma de actuar, ya que los ahora detenidos, a los que la Guardia Civil califica de “influencers yihadistas”, aprovechaban su participación en actividades deportivas o la difusión de material sobre las mismas para hacer proselitismo, según detallan fuentes cercanas a las pesquisas. De los siete arrestados, dos han ingresado en prisión por orden de la Audiencia Nacional, mientras el resto ha quedado en libertad con medidas cautelares.

Los tres primeros arrestados se produjeron en la localidad toledana de Fuensalida (12.300 habitantes) después de que una investigación desarrollada de manera conjunta entre el Servicio de Información de la Guardia Civil y la Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST por sus siglas en francés, el servicio de inteligencia interior marroquí) detectasen la presencia de un estudiante de 21 años que presuntamente realizaba una intensa labor de radicalización entre otros jóvenes de su entorno. Las pesquisas revelaron que este veinteañero “ocupaba una posición de una notable ascendencia y accesibilidad sobre su entorno físico para diseminar la ideología yihadista, que posteriormente era replicada en el ámbito virtual por sus más estrechos prosélitos”, señala la nota de Interior. Entre esos seguidores se encuentran los otros dos arrestados, también estudiantes. Uno de ellos, de tan solo 16 años, confirma el auge del yihadismo entre menores. El año pasado fueron arrestados 15 jóvenes de menos de 18 años por delitos relacionados con este terrorismo.

La investigación apunta a que este grupo utilizaba, en primer lugar, los encuentros físicos para propagar el ideario yihadista, pero también que utilizaban diversos perfiles en redes sociales para difundir material multimedia yihadista de enorme violencia. Entre los vídeos intervenidos, la Guardia Civil ha localizado numerosos elaborados por organizaciones terroristas islamistas radicales, principalmente el ISIS. Algunos recogían la ejecución de ataques suicidas perpetrados en zonas de conflicto, detalla Interior.

El mismo día que se producían los arrestos de la provincia de Toledo también fueron detenidos, en este caso en Pontevedra (85.000 habitantes) y en la localidad de Poio (17.400 habitantes), otros tres personas. Dos de ellos son de nacionalidad española ―uno de origen brasileño y otro marroquí― y el tercero es marroquí, con edades entre los 32 y los 22 años. Al igual que los anteriores, estos realizaban una intensa actividad de proselitismo en redes sociales, con algunos perfiles en los que contaban con decenas de seguidores. Parte del material que difundían había sido elaborado por el propio Estado Islámico.

La última detención se produjo tres días después en Leganés (Madrid, 190.000 habitantes), la de un joven a punto de cumplir los 30 años que se había centrado en las redes sociales para difundir el ideario yihadista. Para ello, difundía vídeos que recogían ejercicios en modalidades como la calistenia (entrenamiento de musculación que no requiere de aparatos ni máquina de gimnasia) o la defensa personal para introducir consignas radicales y, sobre todo, incluir nasheeds, temas musicales dirigidos a enardecer a yihadistas. Esta música suelen tener ritmos pegadizos e incluir sonidos de disparos o el entrechocar de sables, y los expertos antiterroristas los consideran muy eficaces para atraer nuevos adeptos. Fuentes cercanas a la investigación destacan que en las tres operaciones se precipitaron las detenciones para evitar que los presuntos implicados lograran atraer a más jóvenes a sus posiciones extremistas.

En lo que va de año, ya son 11 los detenidos acusados de yihadismo, según la estadística oficial del Ministerio del Interior. En 2024 fueron un total de 81 los arrestados, la tercera cifra más alta de la historia, solo superada por las de 2004 ―cuando se cometieron los atentados del 11-M y fueron detenidos 131 presuntos yihadistas― y las de 2005, cuando hubo 92 arrestados. El año pasado fueron 78. El elevado número de arrestos de los dos últimos años está influenciado por el ataque de Hamás en distintos puntos del territorio israelí del 7 de octubre del año pasado, que no solo desencadenó la invasión y la masacre en la Franja de Gaza, sino que elevó el estado de amenaza yihadista en toda Europa.

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